Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Muchas gracias Lázaro por las bondades que me dedicas.lazaro Habana escribió:Describes una suave melancolía disuelta en un paisaje,
poema tierno que fluye con la naturalidad del alma
que escribe
Muy bueno José Manuel
abrazos.
lázaro
Gracias querido amigo. Me gusta sí, sentir esos días especiales de cambio de estación, son diferentes y tienen un pulso y una luz distintas.Mario Martínez escribió:Hola José Manuel.
¿Melancolía del final del verano, amigo mío?
Me ha gustado mucho el tono meláncolico y sosegado de todo el poema, escrito con tu habitual maestría para captar momentos. Abrazos.
Mario.
Gracias amiga Pilar. Los sentimientos, a pesar de la distancia, se pueden compartir.Pilar Morte escribió:He sentido ese paisaje y me han entrado deseos de compartirlo personalmente, es lo que tienen tus versos, que siempre te hacen sentir. Son un placer del alma.
Abrazos
Pilar
Siento tu cariño. La admiración es recíproca. Te agradezco mucho tus palabras, amiga lila.Lila Manrique escribió:Preciosos versos mi querido José Manuel,
como siempre te dejo mi admiración y cariño
Muchas gracias Miguel. No sabes lo que me agradan tus palabras.Miguel Santillana escribió:Enorme paisaje donde la melancolía crece junto a la belleza de tus versos, un gusto estar aquí. saludos.
Israel Liñán escribió:Gracias Jose Manuel por el viaje que nos regalas.
Un abrazo.
E. R. Aristy escribió:José Manuel Sáiz escribió:ÚLTIMAS TARDES DE SEPTIEMBRE
Septiembre me sorprende a veces
con una extraña luz que ilumina suavemente
las primeras tardes del Otoño.
El sol envuelve de gasa transparente
las delgadas hojas del olivo;
y un aire tibio de poniente peina, con un suspiro,
la fina hierba de mi jardín pequeño.
Sobre mi cabeza,
las postreras golondrinas del estío
se alzan al vuelo perezosas
y como airosas bailarinas grises
parecen decir adiós al mundo
desde lo alto de la iglesia.
A mi derecha, el río —ebrio de melancolía-,
pretende ahogar con su murmullo
el tenue susurro de la fuente.
Todo es armonía y acuerdo
en esta tarde que declina.
Desde el rincón sombrío y mudo
en el que escribo los trazos de mis versos,
mi casa de madera pinta, de pátina dorada,
sus ángulos más oscuros.
Los niños juegan en el parque soleado
al otro lado de la ermita; y a lo lejos
un perro dormita solitario y ajeno a lo que pienso.
Todo esta tranquilo y sereno, incluso el propio viento
parece estar ausente.
En tardes como esta
algunos hombres buenos dejaron volar su mente
hacia un mundo más perfecto.
A veces
un Otoño incipiente envuelve de suave luz
las últimas tardes de septiembre…
Pero algo en el aire me recuerda
que no muy lejos el invierno,
cabalga veloz a nuestro encuentro.
--oOo--
Haces girar a este Otono con tu espiritualidad. Nos hablas de realidades visibles e invisibles. El paraiso de las semillas que fecundan todas las primaveras yace en lo profundo de tu sueno poetico. Quedo maravillada con tus percepciones y tu excelsa capacidad de expresion. Te felicito Jose Manuel porque con gracia nos banas de luz:
"mi casa de madera pinta, de pátina dorada,
sus ángulos más oscuros."
Recibe mi abrazo sincero.
En realidad sólo describo lo que todos sentimos. No tengo mayor virtud. El sentimiento lo pone el lector... y eso sí es de admirar.MarRevuelta escribió:Qué decirte si ya te lo han dicho todo! Esta tarde de finales de septiembre es muy parecida a la que describes, desde donde estoy puedo ver un paisaje similar y comparto contigo todas esas sensaciones. Ojalá supiera plasmarlo con la maestría que tú lo haces. Por supuesto, me ha encantado. Besos.