Santiago Redondo Vega escribió:A JuanPablo.
Eterna búsqueda JuanPablo que has definido de una manera serena y profunda. Eterna búsqueda humana y poética, hasta más allá de la vida, donde probablemente la podamos encontrar.
Yo no hace mucho, de una forma más irónica, también le hicie un poema a mi otro yo, porque aunque no me creas, yo si lo tengo identificado. Te lo dejo, por si te sirve de distracción mientras tú meditas el tuyo. Ahí te va:
MI OTRO YO
Hay una parte en mí que me hace sombra,
que me llega a negar, siempre en voz alta,
que me degüella vivo, que me escombra,
que me templa la voz cuando se exalta.
Quizá es mi otro yo, es mi conciencia,
la voz que me regula y me matiza,
más fiel que yo, se arroga mi sapiencia
o sin ningún temor me descuartiza.
Vive conmigo así, mora en mi espejo,
se viste como yo, se me disputa,
lleva mi pantalón, y si le dejo
se acuesta con mi amor y la disfruta.
Me roba gesto y voz, disimulado
tras un matiz burlón, más comedido,
más ingenuo que yo, está engañado
porque ignora que ya le he percibido.
Le observo de soslayo, le vigilo,
le dejo confiarse y que se crezca
y cuando aprieta el sueño en tenue vilo
huyo raudo de mí hasta que amanezca.
Así soñamos juntos, compartimos
deseo, amor, heridas, besos, daños,
la misma vida, ésta que vivimos
desde hace ya, por cierto, muchos años.
Santiago Redondo Vega 19/08/07
Un abrazo.
Santiago Redondo Vega
Amigo Santiago:
Muy buena tu contribución;
tú al menos lo has visto
(aunque él sea el otro)
y has podido mirarlo de soslayo,
pero yo me miro en el espejo buscándolo
y no he podido aún encontrarlo
aunque estoy de acuerdo contigo:
tal vez después de muertos lo hallaremos;
pero entonces me pregunto:
¡Y no será ya un poco tarde para muchas cosas?
Un abrazo.
* * *
<xml><o></o>