pablo_valladolid escribió:Concha Verónica Vidal,
querida amiga, estoy triste y seguramente sabrás por qué. Viene al pelo este tu poema (que curiosa es la vida y su destino) para reiterar la cercenación de la libertad. Y aquí mismo, sin ir más lejos. Aquí donde al poeta se le presupone una libertad idearia y desde donde se debería tejer el camino hacia el diálogo y el entendimiento. En fín, se demuestra una vez más que el maldito ego atrapa más voluntades que la más elemental de las voluntades: el diálogo.
No sabes querida Concha cuanto añoro aquellas interminables noches en el Café Gijón, siendo yo casi un inberbe en estas lides y al amparo del admirado Umbral, donde la discusión y el diálogo sobre lo humano y lo divino me hacian sumergirme en un mundo fiero de libertad y opinión. Sin que jamás llegase la sangre a ningún mal rio ni se cerrase una puerta en falso antes de tiempo.
Que pena me da observar como caminamos hacia atrás como el cangrejo.
Querida Concha, perdona la perorata. Estoy triste y seguro que tú lo entiendes.
En cuanto a tu poema es muy bello, tanto en la forma con en el fondo, pero me quedo con una duda (llámalo curiosidad, si quieres), no alcanzo a adivinar el nombre de la golondrina a la que te refieres en el.
Y es que el témino LIBERTAD es tan abstracto,tan manido y tan irreal...
Un abrazo, amiga.
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Pablo , sí, creo entender el por qué y me duele.
"..no alcanzo a adivinar el nombre de la golondrina a la que te refieres en el."... dices y yo te digo que el nombre de la golondrina puede ser Pablo, Infancia, Lucha, Pepe o Juan, porque LIBERTAD somos todos, o así debería de ser.
Y también te digo que no olvides qu en su nombre, en el de LIBERTAD y tomándolo como estandarte, se han cometido y cometen las mayores atrocidades.
Especialmente LIBERTAD DEBE SER LA PALABRA.
Un enorme abrazo.