CON LOS DIOSES LEJANOS

[Juan Vicedo]

JOAN GASPAR: Andaba el poema por ahí un poco perdido. Gracias por tu mensaje, cuyo contenido comparto aunque creo que la primera parte era necesaria para preparar la segunda. Un abrazo. Suerte

[Juan Vicedo]

MARIO MARTÍNEZ: Tienes razón en tus afirmaciones, aunque la primera parte me ha servido para acercarme al tema y formar esa dicotomía. Gracias y perdona que conteste con tanto retraso: andaba perdido el poema. Un abrazo.

[Juan Vicedo]

MARIO MARTÍNEZ: Gracias por tu mensaje, aunque sea con atraso. Ha sido un despiste. Un abrazo.

[Juan Vicedo]

JOAN GASPAR: Como has visto, he querido hacer una denuncia poética de cuanta hipocresía se vive en el mundo desde que el mundo es mundo. No tiene remedio, pero habrá que seguir recordándolo. UN abrazo.

[sergio cassarino]

[quote="Juan Vicedo"]Y el hombre cree en su dios....
Vicente Gallego.


Amor de Ti nos quema, blanca Hostia,
como escribió Unamuno,
por el carro de fuego arrebatado
y el polvo del camino.

¿A dónde te escondiste, Amado?
Fray Juan de Yepes, víctima de su celo
más ardiente, se le entregaba en vida,
en deseos de amores, de auroras perfumadas.

Y cree el hombre en su dios
y a diario le reza,
se santigua, se signa y se persigna,
o le levanta templos,
Sagrados Corazones de Jesús y María,
agudos minaretes en la Arabia
o la pagoda alada en el lejano Oriente.

Mientras, siguen creciendo
los millones de niños que viven en el Ganges,
y son menos que vacas,
y valen menos que los sagrados bóvidos,
intangibles las formas, que tienen su alimento.

Y cree el hombre en su dios,
pero desprecia al prójimo que llora,
al débil que se hunde en esta esfera
y a la mujer que alumbra
sobre la estera estéril de los suelos quebrados.[/quote]

Pues no es el hombre que cree en su Dios, sino que es el hombre que no ve a Dios en el hombre.... paradojas de la fe que apunta con su dedo inquisidor. Sergio.

[Juan Vicedo]

SERGIO CASSARIONO: Gracias por tu lectura y mensaje. Ni quiero ni debo polemizar sobre algo tan respetable como las creencias, pero ya San Pablo acusa a aquellos que dicen amar a Dios, a quien no ven, y no aman a su próximo, a quien sí ven. Un abrazo.