como una pelota,
pero resulta difícil porque sólo hay hueco para su ombligo.
O puede hacerlo en triángulo,
peligroso, pues los tríos
disputarían las posturas de sus vértices entre isósceles o escalenos.
Se declinan mis apetencias hacia el enamoramiento Orcheliano
y así,
apuntalar mis raíces en vocales,
atraer las consonantes
y copular
LA PALABRA.
(También puede enamorarse como considere oportuno, que es lo que se debe hacer sin tanta gaita como apunto, porque enamorarse, es mucho más sencillo.
Hoy es cinco, creo, de Febrero y anochece en Añ¡licante; va recostándose el sol)