de fundir mi cuerpo huérfano de pudor,
vibrante de ansia,
al catón húmedo y sabio de tu esencia.
De sentirme toda, desde la primera fibra que alberga mi lucidez
hasta el último capilar que barre el suelo afianzando mi marcha
( requiebro de Tierra a Cuerpo )
en decúbito lateral izquierdo, porque allí es donde golpea,
donde alberga tibio,
frío
o desmesuradamente ardiente
el núcleo primordial de mi vida.
Y ahor aque fluyes d e s p a c i o
fuerte...
... muuuucho más fuerte,
en gotas, en hilos, madejas enteras, cascadas, torrentes,
confundo mi cuerpo vibrante al son que tú mandas
y quedo yaciente, calmada
mientras prosigues tu ruta de agua,
.... Madre Lluvia.
(Que purificas, Madre Lluvia y me dejas en inocencia, es un día de Mayo en Alicante en dos mil seis, te retomo en dos mil diez, purificada al fin de todo)