La fotografía -1946 ...3 de nov, 71 años de feliz vida

[Ricardo Serna G]

A mi gusto uno de los mejores poemas que te he leído, estimado amigo.
Un placer seguirte.
Y un fuerte abrazo, también.
J. manuel

gracias, querido amigo

Un abrazo fuerte

[Aubriel Camila de la Prad]

Me conmueve hondamente tu poema, Ricardo.
Es bellísimo!

Besos y mi admiración de siempre.

[Ana Villalobos Carballo]

Un poema, Ricardo, donde palpita la nostalgia con unos vrsos que conmueven y llegan profundamente al alma. Ha sido un gran placer leerte.

Un beso que te llegue al corazón

Ana

[Tristany Joan Gaspar]

Hola Ricardo.
Un poema nostágico, conmovedor y con el que de alguna manera consigues meternos en la historia que cuentas.
Muy emotivo,me ha gustdo muchisimo.

Un afectuoso abrazo
Nos vemos en el siguiente poema
Joan

[Armilo Brotón]

Contemplar aquellas fotografías tiernas es un aprendizaje necesario. De todo, siempre queda la mirada del hombre. Lo único inmutable a pesar de las capas de pintura que año tras año ocultan nuestra esencia.

Gran trabajo.

san armilo b.

[Ricardo Serna G]

Transmites en este poema toda tu emoción, Ricardo, y conseguir tocar la emotividad sin renunciar a la exquisitez y a la elegancia que caracterizan a tus versos es toda una lección para los que te leemos.

Un enorme placer.

Un abrazo.

Gracias, querido amigo

Un abrazo fuerte

[Ricardo Serna G]

Bello retrato de familia. Un placer contemplarlo.
Un abrazo.
Pepa

Mil gracias, querida amiga

un abrazo fuerte

[Ricardo Serna G]

LA FOTOGRAFÍA (1946)


La fotografía entre los recuerdos perdidos
el tiempo revive y hace señales desde un rincón de luz,
entre un silencio y otro
el aire se pasea por sus labios,
sonrisas, seriedad y sorpresa;
-¿Dónde estaremos en esta noche, en aquel pensamiento,
de música que devoraba la esperanza?-
sólo yo no tenía conciencia,
mis dos años de edad miraban al infinito dormido,
jugando con el hijo de mis nuevas palabras.

¿A qué días podré referirme, al sonreír del alba,
o a los mágicos aleteos de las mariposas de ojos cerrados?
¿A qué remoto canto de vuelo antiguo
o a la silla vacía y llena de amor?

La fibra del espíritu llama—los padres y los hermanos
[han escapado al bosque del adiós—
partieron con la fe en sus manos, y en sus ojos
escribieron las cartas del mañana,
abrazaron la lámpara para el viaje
y dejaron su sangre en los pechos ansiosos:
en el castillo del sufrimiento, cálida sonrisa,
luz en la noche, la mesa se ha roto,
el final fue el principio
-caminos abiertos, con la serenidad de la plegaria,
inmóvil, con aromas de ausencia,
amor encarcelado, sueña que nunca
el cielo y la tierra partirán para siempre-
en los jardines de su alegre recuerdo, las lágrimas
[quieren hablar,
manchar el rostro de lo imaginario, lluvias de mares
y vientos envuelven, reviven, retumban en el corazón,
matando a golpes las señales del dolor
-mis ojos danzan con una pluma, un papel
y un tintero con voces invisibles del alma-,
fluye el agua de la felicidad,
bebe el canto del beso,
el brillo se derrama como música del cielo
bañando la mirada congelada del amor.



-En recuerdo de mi familia-

Hola Ricardo

Bello poema que me ha conmovido

Un abrazo a ti y a los recuerdos, que finalmente son los añoranzas de todos.

gracias, querido amigo

[Manuel Alonso]

Hermoso poema amigo Ricardo, me ha entusiasmado y la fotografía me encanta. Un abrazo, amigo.

[Rafel Calle]

Muy bello trabajo de Ricardo.

[Pablo Ibáñez]

Ricardo,

me ha encantado la foto y el poema, amigo. Me estremece ese recuerdo emocionado, la ausencia de los fotografiados ("han escapado al bosque del adiós"), salvo uno, el más pequeño, que recuerda.

Un abrazo, amigo.

[Felipe Fuentes García]

LA FOTOGRAFÍA (1946)


La fotografía entre los recuerdos perdidos
el tiempo revive y hace señales desde un rincón de luz,
entre un silencio y otro
el aire se pasea por sus labios,
sonrisas, seriedad y sorpresa;
-¿Dónde estaremos en esta noche, en aquel pensamiento,
de música que devoraba la esperanza?-
sólo yo no tenía conciencia,
mis dos años de edad miraban al infinito dormido,
jugando con el hijo de mis nuevas palabras.

¿A qué días podré referirme, al sonreír del alba,
o a los mágicos aleteos de las mariposas de ojos cerrados?
¿A qué remoto canto de vuelo antiguo
o a la silla vacía y llena de amor?

La fibra del espíritu llama—los padres y los hermanos
[han escapado al bosque del adiós—
partieron con la fe en sus manos, y en sus ojos
escribieron las cartas del mañana,
abrazaron la lámpara para el viaje
y dejaron su sangre en los pechos ansiosos:
en el castillo del sufrimiento, cálida sonrisa,
luz en la noche, la mesa se ha roto,
el final fue el principio
-caminos abiertos, con la serenidad de la plegaria,
inmóvil, con aromas de ausencia,
amor encarcelado, sueña que nunca
el cielo y la tierra partirán para siempre-
en los jardines de su alegre recuerdo, las lágrimas
[quieren hablar,
manchar el rostro de lo imaginario, lluvias de mares
y vientos envuelven, reviven, retumban en el corazón,
matando a golpes las señales del dolor
-mis ojos danzan con una pluma, un papel
y un tintero con voces invisibles del alma-,
fluye el agua de la felicidad,
bebe el canto del beso,
el brillo se derrama como música del cielo
bañando la mirada congelada del amor.



-En recuerdo de mi familia-

Emocionante poema, Ricardo, en esta acertada evocación del paraiso en que hemos reinado de niños, cuando el mundo era un todo y todo lo comulgábamos. Mi felicitación por tan entrañable propuesta.

Recibe un gran abrazo, amigo.
Felipe.

[Óscar Distéfano]

Auténtico viaje al pasado. Todo lo escrito, cada verso, es una punzante nostalgia que crea rebeldía en la memoria. Me ha encantado el enfoque que le has dado a la mirada a esa fotografía tan fuerte en el recuerdo. Te felicito, amigo.

Un abrazo.
Óscar

[E. R. Aristy]

LA FOTOGRAFÍA (1946)


La fotografía entre los recuerdos perdidos
el tiempo revive y hace señales desde un rincón de luz,
entre un silencio y otro
el aire se pasea por sus labios,
sonrisas, seriedad y sorpresa;
-¿Dónde estaremos en esta noche, en aquel pensamiento,
de música que devoraba la esperanza?-
sólo yo no tenía conciencia,
mis dos años de edad miraban al infinito dormido,
jugando con el hijo de mis nuevas palabras.

¿A qué días podré referirme, al sonreír del alba,
o a los mágicos aleteos de las mariposas de ojos cerrados?
¿A qué remoto canto de vuelo antiguo
o a la silla vacía y llena de amor?

La fibra del espíritu llama—los padres y los hermanos
[han escapado al bosque del adiós—
partieron con la fe en sus manos, y en sus ojos
escribieron las cartas del mañana,
abrazaron la lámpara para el viaje
y dejaron su sangre en los pechos ansiosos:
en el castillo del sufrimiento, cálida sonrisa,
luz en la noche, la mesa se ha roto,
el final fue el principio
-caminos abiertos, con la serenidad de la plegaria,
inmóvil, con aromas de ausencia,
amor encarcelado, sueña que nunca
el cielo y la tierra partirán para siempre-
en los jardines de su alegre recuerdo, las lágrimas
[quieren hablar,
manchar el rostro de lo imaginario, lluvias de mares
y vientos envuelven, reviven, retumban en el corazón,
matando a golpes las señales del dolor
-mis ojos danzan con una pluma, un papel
y un tintero con voces invisibles del alma-,
fluye el agua de la felicidad,
bebe el canto del beso,
el brillo se derrama como música del cielo
bañando la mirada congelada del amor.



-En recuerdo de mi familia-

Maravilloso poema, maestro! Abrazos, ERA