A pesar de

Alejandro Costa López

A pesar de que las manzanas adopten colores vivos,
y los olivos en su verde grisáceo incluyan su buen brillo,
todo se quedará en puertas,
la llave, será hormiga de trabajo y chicharra en vacaciones,
un olor a campo voraz derretirá la explanada,
y, entre ortigas y trigo, se desmenuzará el enjambre
con signo de incógnita.
La aurora, tratara de persuadir a la mañana,
y, ésta, acomodada y serena,
se dedicará a tararear la nana
que la caprichosa noche, en serenata,
le cantó a un soñoliento en caja de caoba,
-quizás, creyó que el pino no tenía suficiente glamour
para tan ilimitado viaje-
donde, dormido y enfundado en un impecable traje,
aparta la presente ocasión para otro instante.
Todo, pertenece a la irrealidad, a la interrogante inequívoca,
la que pasea por los pasillos de ese palacio imaginario,
todo, es lo que está cerca de nosotros, aquí, a nuestro lado,
la mano que juega con la nada,
la nada, extravagante, insegura, y siempre desaparecida.
Es, como aquella herida, que nunca fue herida,
ese dolor, sin dolor, capaz de evitar el auténtico dolor,
el pañuelo maniatado, humedecido y lleno de pasión,
es, la vuelta de un soldado en batalla herido,
y la mirada cristalina de un reencuentro lleno de amor.
El encanto de sentirse loco, capataz de sus propios sueños,
el rey poderoso, empedernido señor de sus reinos,
compinche del silencio, del tiempo,
de los mares lejanos por los que navegó con las velas al viento,
el patrón de los lacayos, jinete de caballero y apocalipsis,
lector de letrados, holgazán injusto y derrocado,
alguien que quiso ser alguien, solo y abandonado,
aquel que quedó encarcelado entre la incógnita interrogante.
Es posible que sea el mismo yo,
el tú, que no quieres ver,
el amigo olvidado y olvidadizo,
aquel otro, ese aquel, simplemente… aquel.
Comencé con manzanas, olivos,
campos y hasta puertas imaginarias,
pero no esperéis que os tararee una nana,
por muy de noche que sea y sufráis insomnio como yo lo sufro.
A pesar de tantas interrogantes, y mi más que probable locura,
aún no dormito en una caja de madera, vestido de traje.

Javier Dicenzo

Bueno amigo me parece que mereces un comentario. Bueno aparecen muchos elementos en el poema,la palabra manzana, olivo, mucha naturaleza. saludos y te espero en mi poesia.
javier