mi amante tierra que tiembla y gime,
cual terremoto
que en los mantos profundos
de tu vientre
derrumba las viejas casonas de teja
donde la pasión dormía.
Tu selva me consume y me pierde,
como si fueras la Talamanca antigua,
inexpugnable para el que te conquista
con su ejército de caricias y de elogios.
Los climas de tus manos,
ahora ausentes como jaguares de aire,
ahora cercanos como soles que incineran
los extranjeros sentimientos
en las costas de mi carne,
no pueden ser previstos: humedales de misterio.
Las puntas de tus senos son irazús dormidos,
luego turrialbas,
caciques que despiertan con el trueno
que llevo entre mis labios,
que erupcionan e incendian
los bosques secos de mi pecho.
Eres mi Chirripó, mi alta cima,
el punto mayor,
clímax de forestas y de faunas
donde ruge el ocelote del deseo.
Y sos mi tierra, amada,
porque tu nombre habita
en el corazón del dueño de los montes,
como habito yo
en la cintura de tu alma,
en tu nación ardiente, tu amante puerto,
donde encalla el barco de la vida,
lugar de euforia y pampa abierta
para cabalgar más allá de amaneceres
y de ocasos.





*Chirripó, monte más alto de Costa Rica, Talamanca sector montañoso y selvático
* Irazú y Turrialba, volcanes de la zona de Cartago, Costa Rica