Lo cierto, fíjate, es que no creo demasiado en los finales felices, por eso he "estropeado" el final a propósito... Creo en el momento, pensar en algo más allá de eso me supera porque ya he comprobado que no acertamos casi nunca ni en nuestras esperanzas ni en nuestras predicciones...Valentin Martin escribió:He leído con euforia y hasta una cierta felicidad indefinida tu poema: hasta los dos últimos versos donde el derrumbe anímico ha sido como una bofetada. Porque es un poema donde la hermosura cabalga siempre espléndida y joven y casi siempre a favor de viento, el viento vagabundo que se ha hecho amigo por fin y da gusto vivir y el mundo es guapo por todas sus esquinas y fulgura el día porque sabe que mañana será igual y merecerá la pena. Estaba yo harto de que me recordasen la angustia vital de los 60 en tanto verso sombrío como nos acecha y nos incita siempre, me encontraba yo tan ilusionado sin disculpas como si empezase un nuevo amor, de aquí no me mueve ni dios, me dije, en este poema de Carmen me quedo, dónde habitar mejor. Pero esos dos versos finales me devuelven a la tierra, al páramo. Malditos ángeles, pero gran poema, Carmen querida, gran poema. ¿Cómo lo haces?
Un beso.
Ya sabes que es un lujo tenerte por aquí. Te aseguro que haces mejor cualquier poema al que te acerques.
Mil gracias. Y un beso,
Carmen