Sin título

[Francisco Lobo]

Desde las socavadas cavidades de mi tapiado corazón, revuelan, buscan la luz, rehúyen de su origen, circunvecino al rostro de la muerte.
Palabras, lucha, ausencia, poesías...Vuelan en la impalpable transparencia de la inquietud final. Y para qué.
Acaso juntas sean la impoluta insondable nocturna irisación de la profunda ciénaga del alma; tal vez de los nenúfares el tibio rayo, los cisnes, espadañas y el juncal rumoroso de las venas, el pulso de la sangre, la yerba fresca de la otra orilla. Van encintas de dolor las más oscuras, las no reconocibles, las opacas palabras peregrinas al santuario del olvido y la desaparición, símbolos últimos de la vejez goteando la pureza virginal de los significados.
Así, el poema no tiene sonidos del amanecer, pájaros gorjeantes en plenitud, el campanear de ovejas en la majada, el grito pastoril, ni se embriaga de luz, tal como antorchas tristes en las tabernas de la noche.
No hay esperanza ni misericordia, solo murciélagos de soledad volando hacia el abismo. Y fin. Así van las palabras contra el muro blanco, así las mudas formas
que se derrumban en el silencio, en el silencio, en la quietud de la profunda noche.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Inmenso!!!, hermano Lobo, profundo, sabio, terrible... y a la vez insondablemente hermoso, poesía pura de la reflexión de alguien que ha vivido muy intensamente esos oscuros y mal alumbrados pasadizos del alma.

Nada, a releer este negro diamante, de muy alto brillo de cegadora poesía.

Un muy fuerte abrazo, querido amigo.

[Hallie Hernández Alfaro]

Un trabajo excelente, Francisco! El ritmo y la intensidad se apoderan de la lectura. El final es, sencillamnte, maravilloso.

Enhorabuena y aplausosss muy fuertes,

Hallie

[Ricardo Serna G]

Francisco Lobo,

tema,verso, palabra y poesía
extraodinaria


Un abrazo fuerte, maestro

[Pilar Morte]

Para el pulso para recibir tus magníficas palabras. Precioso
Abrazos
Pilar

[Ramón Carballal]

He disfrutado con la lectura de este excelente poema. Un saludo.

[Mario Martínez]

Hermosa y a la vez terrible e inmensamente triste, querido Paco, esta prosa versificada que nos ofreces, que no por ser prosa es menos poesía.
Siempre es un placer leer tus trabajos, sea lo que sea, maestro.
Un abrazo fuerte hasta la orilla de tu mar.
Mario.

[Ana Muela Sopeña]

Fabulosa prosa poética, Francisco. Tiene intensidad y belleza y cada palabra está en el sitio exacto. No sobra nada. No falta nada.

Me ha gustado mucho

Enhorabuena
Un beso de luz
Ana

[Luis Oroz]

Impresiona, Paco, este poema que se hunde en los tuétanos del instinto poético.

La palabra "viva", la que recorre ese camino, a veces, oscuro, del irremediable hermetismo.

Y es que la unicidad humana tiene una asombrosa cualidad de búsqueda, de abrir camino donde no hay terreno, de romper la barrera de la imaginación.

(Van encintas de dolor las más oscuras, las no reconocibles, las opacas palabras peregrinas al santuario del olvido y la desaparición, símbolos últimos de la vejez goteando la pureza virginal de los significados.)



El poema es magnífico, por exposición, por profundidad, porque consigue decir constantemente, supurar palabras que ni siquiera están.

Felicidades, amigo, por esa capacidad tuya de exprimir la individualidad colectiva.

Un fuerte abrazo.


Luis Oroz.

[Rafel Calle]

Desde las socavadas cavidades de mi tapiado corazón, revuelan, buscan la luz, rehúyen de su origen, circunvecino al rostro de la muerte.
Palabras, lucha, ausencia, poesías...Vuelan en la impalpable transparencia de la inquietud final. Y para qué.
Acaso juntas sean la impoluta insondable nocturna irisación de la profunda ciénaga del alma; tal vez de los nenúfares el tibio rayo, los cisnes, espadañas y el juncal rumoroso de las venas, el pulso de la sangre, la yerba fresca de la otra orilla. Van encintas de dolor las más oscuras, las no reconocibles, las opacas palabras peregrinas al santuario del olvido y la desaparición, símbolos últimos de la vejez goteando la pureza virginal de los significados.
Así, el poema no tiene sonidos del amanecer, pájaros gorjeantes en plenitud, el campanear de ovejas en la majada, el grito pastoril, ni se embriaga de luz, tal como antorchas tristes en las tabernas de la noche.
No hay esperanza ni misericordia, solo murciélagos de soledad volando hacia el abismo. Y fin. Así van las palabras contra el muro blanco, así las mudas formas
que se derrumban en el silencio, en el silencio, en la quietud de la profunda noche.

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Hay una pericia incuestionable en tu hermosísimo poema, querido amigo Paco. Realmente, me ha gustado mucho. Veo que has subido el listón en ese firmamento rítmico lleno de vértigo, alud de musicalidad mágica, brillante precipicio de la virtud semántica.

La verdad es que, en el formato que lo presentas, el poema es una prosa poética muy singular ya que la inercia rítmica del endecasílabo tiene una presencia muy obvia.
Está claro que si quieres convertirlo en verso libre métrico mayor, sólo tienes que terminar los versos sin preposiciones, conjunciones, artículos, etc. De esta forma, lograrías dar más empaque a los encabalgamientos, sin obviar que has logrado más de uno genial. Se trata, querido colega, de hacer siempre la pausa versal, así, el verso se ve seriamente condicionado sintáctica, rítmica y estéticamente.

En fin, te doy mi más sincera felicitación por tu poema; en él hay tantos detalles que comentar de un autor que demuestra ser un estudioso artesano del verso, que es posible que te haga una crítica en profundidad. No diré más, pero el ritmo que has logrado me parece magistral y no es por la sucesión de endecas precisamente.
Te mando un fuerte abrazo.

[Hallie Hernández Alfaro]

Subo esta obra excelente para disfrute de todos.

Hallie

[Lillian Hernández]

Desde las socavadas cavidades de mi tapiado corazón, revuelan, buscan la luz, rehúyen de su origen, circunvecino al rostro de la muerte.
Palabras, lucha, ausencia, poesías...Vuelan en la impalpable transparencia de la inquietud final. Y para qué.
Acaso juntas sean la impoluta insondable nocturna irisación de la profunda ciénaga del alma; tal vez de los nenúfares el tibio rayo, los cisnes, espadañas y el juncal rumoroso de las venas, el pulso de la sangre, la yerba fresca de la otra orilla. Van encintas de dolor las más oscuras, las no reconocibles, las opacas palabras peregrinas al santuario del olvido y la desaparición, símbolos últimos de la vejez goteando la pureza virginal de los significados.
Así, el poema no tiene sonidos del amanecer, pájaros gorjeantes en plenitud, el campanear de ovejas en la majada, el grito pastoril, ni se embriaga de luz, tal como antorchas tristes en las tabernas de la noche.
No hay esperanza ni misericordia, solo murciélagos de soledad volando hacia el abismo. Y fin. Así van las palabras contra el muro blanco, así las mudas formas
que se derrumban en el silencio, en el silencio, en la quietud de la profunda noche.

Francisco Lobo:

Me complace estar ante tu poesía nuevamente.
¡Excelente poema!

Cariños.

lh

[J. J. Martínez Ferreiro]

hermano Lobo, defintivamente tienes que frecuentar más estos foros, tu firma de calidad le da categoría a cualquier sitio donde tú entres.

Un fuerte abrazo, querido amigo.

[Francisco Lobo]

Doy las gracias a mis queridos amigos:
Ferreiro,
Halley Hernández,
Ricardo Serna,
Pilar Morte,
Ramón Carballal,
Mario Martínez,
Ana Muela,
Luis Oroz
Rafel Calle y
Lillian Hernández.

La verdad es que no quería llegar a doce para no ser evaluado, pero Ferre y

Hallie no lo quisieron. A ambos un abrazo. Gracias, Rafel, por tu análisis.

Abrazos a todos

[Juan Cruz Bordoy]

Son ideas atropelladas, arrastradas por esos murciélagos de soledad, que vuelan hacia el abismo. Me gustó mucho.
Saludos,
Juan Cruz Bordoy.