Dícen que dícen que dijo, el hijo del usurero
que ayer en la madrugada yacías en los trigales derramando
- en tu mirada -
el dulce parto del alba.
Que esperabas a tu amante donde el río se remonta
- y se desmaya -
en cárcavos cariñosos atesorando juncales.
Tu cuerpo semidesnudo perfumado en jacarandas,
provocaba a los jarales enjaezados de malvas.
¡ Qué esperabas a tu amante…¡
.......... ¡ Déjales que digan, dicen…¡
.......... ¡ deja que hilen palabras ¡
¡ Déjales…
que nada saben de tu novioesposoamante
marejando alboradas ¡
1-3-8