Los Mares de la China

[Alejandro Costa López]

De vientres salvajes, alas fracturadas,
y algún que otro ventanal cerrado,
se inunda el pozo de nuestra incomprensión,
la tintada de rojo horror,
la de azul tinta, huérfana de escritos y palabras,
la de color negro insegura y atormentada,
y el verde, podrido, caduco y en otoño sin esperanza.
Partimos del mismo puerto,
aturullados y molidos por la impaciencia,
amasando odio y desamor,
con equipajes cansados y envejecidos,
con la palabra agotada y el oxígeno envenenado,
remando en busca de mares tranquilos
y de sueños grabados en soledad,
mojados con la ausencia que exprime lágrimas
y con los ojos cerrados a la realidad.
Las brújulas, marcaron destinos opuestos
y la misma distancia hacia el horizonte,
con distinto amanecer,
distinto atardecer,
y la luna rezando en aguas de olvido.
Y, fueron los vientres,
quizás, también las alas,
las que naufragaron huérfanas de perdón
en los Mares de la China.
Hoy, tan solo me queda el color verde
en este frio otoño sin esperanza,
y, una barca vieja y astillada
haciendo aguas en un océano de soledad.
La tinta azul agota las últimas palabras.

[Javier Dicenzo]

Interesante poema, diferente, no esta mal
saludos amigo
javier