Lillian Hernández escribió:"Ignoro la estatura de los peces
o de quién es la voz que me despierta.
Nada sé de los perros
ni de los amos de la lumbre.
Lo mío es aprender cuchillos y relojes,
la triste escena del relámpago.
Lo mío es un dolor que no se arropa,
que se propaga a golpes como un grito,
Es la canción del hambre,
la luz que se protege del infierno,
la arruga que gotea en la ventana."
Carmen, tu poema es excelente.
Lo has creado de forma impecable. Te felicito.
Cariños.
lh
Gracias, Lillian, me alegra enormemente que te haya gustado.
Cariños también para ti,
Carmen