Nunca (entre vos y yo)

[Daniela Miño]

Nunca seremos Barcelona en un espejo azulado
de amanecer catalán.

Ni un puerto plagiado donde descanse la mirada
ni sus dos horizontes encerrados entre nubes.

Tampoco el sol desalmado que acaricia las bóvedas
mientras se besan los amantes,
lejos de mí,
lejos de ti,
lejos de vos.

O un corazón gallego almidonado entre rayos
cuando la nostalgia nos ha quedado lejos
arrugando una postal.

Ni los edificios peleando por alcanzar el cielo
antes que el cristianismo.

Que tu amor se pague en euros,
voy perdiendo cuatro a uno,
que el hexágono o la misma bala
no existan en esta urbe bordada de agua marrón.

Que tengas razón, que sean los poetas
y no los mendigos los que decoren el paso.

Que las frutas tienen más color,
que caen otras estaciones,
que el amor es el mismo,
acá o en las Antillas.

Que el bufón te dibuje hoyuelos en las mejillas,
o aquellos soldados de plata que presumen para adornar
y no saben de Malvinas,
o en tu estambre, de las Falkland.

Cleopatra se arrodilla para merecer tus ojos,
no limosnas, no plegarias.

Triste faro de dos caras acá alumbra mis penas,
allá el olvido...
Nunca seremos Barcelona.
Nunca seremos tú y yo,
ni nosotros,
tal vez vos,
tal vez yo...
Che, ¿seremos algo?

[Martín Desormeaux]

Este poema apela tanto a un destinatario único, que hasta me siento un poco voyeur metiéndome acá, pero bueno hay que asumirse . Me gusta mucho el ritmo vertiginoso cual ciudad que lleva el texto. La historia de las dos orillas y que nunca coincida el clima ni las horas ni las estancias sentimentales. El verso final lo entiendo con una interpelación directa e íntima. Nada, que me gustó mucho.

Saluditos.

Martín Desormeaux.-

[Israel Liñán]

¿ El detinatario llegó a leerlo?, le dejaría de piedra.

Un abrazo

[Daniela Miño]

Este poema apela tanto a un destinatario único, que hasta me siento un poco voyeur metiéndome acá, pero bueno hay que asumirse . Me gusta mucho el ritmo vertiginoso cual ciudad que lleva el texto. La historia de las dos orillas y que nunca coincida el clima ni las horas ni las estancias sentimentales. El verso final lo entiendo con una interpelación directa e íntima. Nada, que me gustó mucho.

Saluditos.

Martín Desormeaux.-

Nada, que ojalá sea así. Lamentablemente llevo tanto escribiendo que mi verdadero yo se ha difuminado con el yo poético, de manera que ya (y me entristece bastante) no apunto a un destinatario, salvo aquél que quiera leer y de alguna manera se sienta tocado. Al contrario de las apariencias, no es un texto cerrado. Sí es el tema latente el de las distancias que en esta era duelen más, creo yo según mi humilde perspectiva.
En cuanto al final, se trata de desequilibrar ese tinte dialógico que ha mutado en nuestra lengua y mimetizarlo hasta el hartazgo.
No más. Un beso Martín, sabés que te admiro.

[Daniela Miño]

¿ El detinatario llegó a leerlo?, le dejaría de piedra.

Un abrazo

Vos decís?? Es muy utópico, no?

Mil gracias Israel por echarle leña al fuego.

Un beso gigante.

[Hallie Hernández Alfaro]

Sube para deleite de todos.

[Guillermo Cumar.]

Somos habitantes de un mundo que espera la eliminación de las fronteras
Tú, yo, nosotros, ellos... todos uno. Que al planeta Tierra le salvemos y en él
resitemos.

Un abrazo

[Antonio Urdiales]

Versos de distancia, de anhelo en la nostalgia, porque son nostálgicos estos versos que se dejaron algo, latiendo más allá... más allá...

Distancia...

Buen trabajo, felicidades.

Un abrazo.

[Rafel Calle]

Muy bello poema de Daniela.

[Hallie Hernández Alfaro]

Sube esta maravilla para deleite de todos.

Beso grande, Daniela.