
En la construcción del caos,
todo fue pasando sin que me diera cuenta.
Lo que pudo suceder no sobrevino
y el tiempo se llevó los ecos de la caverna.
Lo perdido no se recupera,
ni siquiera habrá vida después de la muerte.
El vacío divulgará mi ausencia,
no vale la pena despedirse de tanta gente.
Además, no puedo negar el encanto que me provoca,
el trazar una línea para empezar todo de nuevo a cero.
Iben Xavier Lorenzana