Hallie Hernández Alfaro escribió:En honor a la obra de Vladimir Nabokov (El original de Laura) que se publica en noviembre del 2009.
El autor sólo alcanzó a dejar fichas y apuntes que fueron atesorados en una caja fuerte. Su hijo, Dimitri Nabokov, autoriza rescatar la novela y traerla a la luz contemporánea.
Me temes. O te hago morir de inocencia en el soliloquio de los mapas infernales. Flora: sin austeridad para el cuerpo dividido, mentira inquieta de cascabeles. Muelle y selva, desazón de invierno. No quiero estar para nombrarte ni para accionar el verbo desnudo que te acarrea a mi ventana, que te desliza sin abandono a otros espejos. Se me antoja mirarte
en sombra de arenas blancas, en confines inertes y paradoxales. No sé que será de la casa y sus fontanas de gloria cuando la gris pendiente deplore su atávico mirro. Te retengo y te amo como un suicida
que anticipa sus venas entregadas. Laura, eres ella, y otra y otra. Todas convulsas y alpinas, hospedadas en la tercera ubre de mis poemas. Te cedo la nada y mi memoria, la hoz arrepentida, las cenizas virginales de mi sueño blanco.
Y los finales- nunca hablo de ellos- son hojarasca de labios míseros que pocas veces sobreviven al tiempo.
Hallie
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Bellísimo poema, querida amiga Hallie, que, ciertamente, he disfrutado mucho.
El poema esta estructurado en prosa porque alargas la escritura hasta el final de los renglones, así, no existe la pausa versal. Si quisieras convertirlo en un poema en verso, tendrías que acotar los renglones conviertiéndolos en versos, es decir, que de un versículo al otro cupiera el encabalgamiento sintáctico que se da cuando, después de la pausa versal, pasamos de un verso al siguiente sin perder el sentido de lo que decimos.
Por ejemplo:
"Me temes. O te hago morir de inocencia en el soliloquio de los mapas infernales. Flora:
sin austeridad para el cuerpo dividido, mentira inquieta de cascabeles. Muelle y selva,
desazón de invierno. No quiero estar para nombrarte ni para accionar el verbo desnudo
que te acarrea a mi ventana, que te desliza sin abandono a otros espejos. Se me antoja mirarte en sombra de arenas blancas, en confines inertes y paradoxales. No sé que será
de la casa y sus fontanas de gloria cuando la gris pendiente deplore su atávico mirro.
Te retengo y te amo como un suicida que anticipa sus venas entregadas. Laura,
eres ella, y otra y otra. Todas convulsas y alpinas, hospedadas en la tercera ubre
de mis poemas. Te cedo la nada
y mi memoria, la hoz arrepentida, las cenizas virginales de mi sueño blanco.
Y los finales- nunca hablo de ellos- son hojarasca de labios míseros que pocas veces sobreviven al tiempo."
Ya ves, querida colega, que la diferencia entre un poema en prosa y un poema en verso es mínima. Se trata, esencialmente, de encabalgar los versos largos (versos de 25 sílabas o más), evitando las terminaciones en artículos, preposiciones, etc.
Desde luego, a mi juicio, cuando hablamos de un poema en verso, se tiene que respetar a rajatabla la pausa versal, aunque la estructura fuese, como sería el caso de tu poema, en verso libre retórico mayor (poema escrito a base de versos de 20 sílabas o más, que no se ajustan necesariamente a un ritmo acentual).
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema. Está lleno de hallazgos bellísimos.
Un fuerte abrazo.