Mi rincón del mundo en las afueras

[Ramón Castro Méndez]

La huella de la ausencia
aún sigue en la memoria de mis venas,
cálida y fría, su peso crece en cada hora
del crepúsculo, floreciendo en la naturaleza
indefensa del paisaje, llenando cada espacio.
La soledad es mi rincón del mundo en las afueras.
Entre un tropel de sueños, se me oía nombrarte,
sin poder explicarlo, y casi ardiendo,
disponiéndome para una nueva cita a ciegas
entre el humo de las cenizas del recuerdo
y la costumbre inmóvil del olvido.

[Marisa Peral]

Otro poema bellísimo, Ramón.
Y no sé si te refieres a este cuando dices que vuelves a tu zona de confort, pero me gusta muchísimo y te felicito por tu forma de expresar la ausencia y la soledad, con las que me identifico.
Y he de decir, que tu zona menos confortable también me gusta por tu sentido del humor e imaginación desbordante.

Es un placer leerte.

Abrazos.

[Raul Muñoz]

Ardiente verbo, que conjuga la emoción del verdadero encuentro. Me gusta mucho. Tiene mucho impacto la imagen poética. Y en su disposición formal tiene mucha fuerza y claridad expresivas. Mi enhorabuena, Ramón, por tu excelente poema. Gracias por compartir.

Un abrazo.

[Pilar Morte]

Me gusta el lirismo de tus versos, el vocabulario para narrar la ausencia.
Un placer adentrarme en tu poema.
Felicidades.
Un abrazo grande

[José Manuel F. Febles]

La huella de la ausencia
aún sigue en la memoria de mis venas,
cálida y fría, su peso crece en cada hora
del crepúsculo, floreciendo en la naturaleza
indefensa del paisaje, llenando cada espacio.
La soledad es mi rincón del mundo en las afueras.
Entre un tropel de sueños, se me oía nombrarte,
sin poder explicarlo, y casi ardiendo,
disponiéndome para una nueva cita a ciegas
entre el humo de las cenizas del recuerdo
y la costumbre inmóvil del olvido.


Es indudable, amigo, que el recuerdo, cuando llega de visita y el olvido permanente conducen a una soledad, no de afuera, sino de los adentros de uno mismo. Yo podría dar clases de soledad, pero prefiero el olvido. Me ha gustado tu excelente poema.
Desde la soledad de mi isla, un abrazo, amigo.

José Manuel F. Febles.

[E. R. Aristy]

La huella de la ausencia
aún sigue en la memoria de mis venas,
cálida y fría, su peso crece en cada hora
del crepúsculo, floreciendo en la naturaleza
indefensa del paisaje, llenando cada espacio.
La soledad es mi rincón del mundo en las afueras.
Entre un tropel de sueños, se me oía nombrarte,
sin poder explicarlo, y casi ardiendo,
disponiéndome para una nueva cita a ciegas
entre el humo de las cenizas del recuerdo
y la costumbre inmóvil del olvido.

Muy bello poema, Ramon!

[Ana Muela Sopeña]

Belleza absoluta, Ramón:

Tu lenguaje y el tono emocional del poema me han cautivado.


Enhorabuena
Un beso enorme
Ana

[Alejandro Costa]

Muy bueno, compañero. Muy bueno.

Ese mundo de soledad y ausencias, de interior profundo y de oscuridad y tristeza, es muy triste pero brilla como una estrella.

Repito, excelente.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Hallie Hernández Alfaro]

.

Me quedo sin palabras ante esta inmensa géstalt de amor.

Ovación cerrada, querido amigo.
Un abrazo.

[Gustavo Cavicchia]

Un poema que nos permite transitar bellamente por la nostalgia de paisajes interiores.

[Alonso Vicent]

Somos, cómo no, presentes y ausencias, y la soledad puede ser un espacio con vistas al recuerdo.
Intenso poema que alude a nuestros interiores y nuestras periferias.
Me gustó entender este mundo tan lleno de citas a ciegas con el propio destino.
Un abrazo, Ramón, desde este otro rincón adicto a las buenas lecturas.

[Carmela Viñas]

Precioso poema de un gran lirismo, Ramón.
El ritmo pausado llega a la cumbre del dolor de ausencia,con la simbiosis tremenda del recuerdo y del olvido.
Un placer la lectura de tu obra.
Abrazos.