Un esplín de verano
Moderador: Webmaster
Un esplín de verano
Recorríamos el pantalán cada mañana.
El agua gorjeaba la madera con brillos de sol, manchas de aceite.
Las muchachas lucían frescas y animosas; cuchicheos
sofocados en la brisa de poniente. Cuerpos tersos
al límite de la edad de la inocencia.
Éramos jóvenes: muy serio yo, ella risueña.
Olía a junio entrado. Se estiraba al cazar la botavara,
muy cerca, rozando con su ropa pequeña el universo:
pantalón de blanco corto, apenas una lámina de harina,
blusa de rayas marineras, esculpida por la humedad en el ombligo,
su limpia coleta acastañada, henchida de viento y de salitre.
Aquella dolorosa erección me extenuaba.
Fondeábamos en la Isleta del Fragor para bañarnos;
había una playa limpísima, dorada, las muchachas se quedaban en biquini
—ajustaban las costuras premiosa, ingenuamente,
después de desplumarse las prendas superiores—
y se lanzaban por la borda brillantes como peces, entre risas. Yo esperaba
porque nadie notara mi turgencia; oscuro me alejaba
nadando hasta una cala en sombra y, al hacer pie,
por fin aliviaba un placer doloroso bajo el agua,
oyendo su voz alegre en la distancia.
Esplín de verano: la memoria remota sigue útil
para los días vividos de verdad, pero no pienses
tendría que haber hecho esto o lo otro…
Queda menos: recuerda sólo el brillo, y vive ahora.
El agua gorjeaba la madera con brillos de sol, manchas de aceite.
Las muchachas lucían frescas y animosas; cuchicheos
sofocados en la brisa de poniente. Cuerpos tersos
al límite de la edad de la inocencia.
Éramos jóvenes: muy serio yo, ella risueña.
Olía a junio entrado. Se estiraba al cazar la botavara,
muy cerca, rozando con su ropa pequeña el universo:
pantalón de blanco corto, apenas una lámina de harina,
blusa de rayas marineras, esculpida por la humedad en el ombligo,
su limpia coleta acastañada, henchida de viento y de salitre.
Aquella dolorosa erección me extenuaba.
Fondeábamos en la Isleta del Fragor para bañarnos;
había una playa limpísima, dorada, las muchachas se quedaban en biquini
—ajustaban las costuras premiosa, ingenuamente,
después de desplumarse las prendas superiores—
y se lanzaban por la borda brillantes como peces, entre risas. Yo esperaba
porque nadie notara mi turgencia; oscuro me alejaba
nadando hasta una cala en sombra y, al hacer pie,
por fin aliviaba un placer doloroso bajo el agua,
oyendo su voz alegre en la distancia.
Esplín de verano: la memoria remota sigue útil
para los días vividos de verdad, pero no pienses
tendría que haber hecho esto o lo otro…
Queda menos: recuerda sólo el brillo, y vive ahora.
Re: Un esplín de verano
Espléndido, sincero y muy emotivo. Me ha encantado. FELICIDADES.
Abrazos, querido amigo.
Pilar
Abrazos, querido amigo.
Pilar
- Mensajes: 26093
- Registrado: Mié, 09 Abr 2008 10:21
Re: Un esplín de verano
Qué hermosa manera de mirar la edad de junio, la verosímil consonancia del tiempo y el mar por entonces infinito.
Me gusta mucho este desplazamiento poético a las constantes de arena vital; la desnudez de los sentidos, la honesta pulsación del poeta hombre.
Los cuatro últimos versos me dolieron mucho, me llevaron a la melancolía del verano agazapada en el fondo de la barca, en el regreso de las posibilidades.
A vuela pluma para mi hermano poeta, Pablo Ibáñez.
Junio,
en pie,
deslumbrado,
ostenta el milagro del tiempo.
Hoy es el furor encendido
que nada en solitario
y revuelve el salitre
para mecer los sueños.
Los sueños,
expectantes,
en la cala de dos latidos.
Brilla la tumbona con aspiraciones de cielo.
Abrazo, querido amigo; gracias por compartir.
Me gusta mucho este desplazamiento poético a las constantes de arena vital; la desnudez de los sentidos, la honesta pulsación del poeta hombre.
Los cuatro últimos versos me dolieron mucho, me llevaron a la melancolía del verano agazapada en el fondo de la barca, en el regreso de las posibilidades.
A vuela pluma para mi hermano poeta, Pablo Ibáñez.
Junio,
en pie,
deslumbrado,
ostenta el milagro del tiempo.
Hoy es el furor encendido
que nada en solitario
y revuelve el salitre
para mecer los sueños.
Los sueños,
expectantes,
en la cala de dos latidos.
Brilla la tumbona con aspiraciones de cielo.
Abrazo, querido amigo; gracias por compartir.
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- Mensajes: 17389
- Registrado: Mié, 16 Ene 2008 23:20
Re: Un esplín de verano
Felicidades Pablo. Me encanta este poema lleno de recuerdos de veranos pasados, lleno de luz como el sol estival. Además me gusta la sinceridad que contiene y el mensaje final.
Me gusta mucho.
Un abrazo,
Ángeles
Me gusta mucho.
Un abrazo,
Ángeles
"Y ahora silba más hondo,
silba más alto y sin tregua,
silba una paloma blanca
que dé la vuelta la la Tierra."
Pedro García Cabrera
silba más alto y sin tregua,
silba una paloma blanca
que dé la vuelta la la Tierra."
Pedro García Cabrera
Re: Un esplín de verano
Pablo Ibáñez.. Un excelente poema de iluminadas experiencias elegidas, iluminadas de poesía.
"tendría que haber hecho esto o lo otro…
Queda menos: recuerda sólo el brillo, y vive ahora."
Brillante consejo para saborear el final que me quedó encantado de leerle. Un cordial saludo.
Isai
"tendría que haber hecho esto o lo otro…
Queda menos: recuerda sólo el brillo, y vive ahora."
Brillante consejo para saborear el final que me quedó encantado de leerle. Un cordial saludo.
Isai
Re: Un esplín de verano
Muy bello y evocador poema, Pablo, muy oportunamente sazonado con vocabulario marinero. Me ha parecido muy elegante el modo en que has gestionado el asunto sexual, sin explicitudes que hacerían la poesía innecesaria. Al leerlo venían a mi mente imágenes de la película Amarcord de Federico Fellini, también llena de bellísimas evocaciones. Gracias por el buen rato. Saludos.
λίθον ͑ον απεδοκίμασαν ͑οι οικοδομουντες
Re: Un esplín de verano
Pilar,
gracias, amiga por tu cariñoso comentario. Lo cierto es que de sincero no tiene nada, amiga. La anécdota es rigurosamente falsa. Al menos a mí no me ha pasado, aunque he disfrutado mucho imaginándola.
Un abrazo.
gracias, amiga por tu cariñoso comentario. Lo cierto es que de sincero no tiene nada, amiga. La anécdota es rigurosamente falsa. Al menos a mí no me ha pasado, aunque he disfrutado mucho imaginándola.
Un abrazo.
Re: Un esplín de verano
Gracias Hallie,
me has hecho el día con tu improvisación y con tu valoración, productos del afecto que me tienes.
Un honor tu paso, amiga.
me has hecho el día con tu improvisación y con tu valoración, productos del afecto que me tienes.
Un honor tu paso, amiga.
Re: Un esplín de verano
Gracias Ángeles,
un honor tu comentario, amiga. Me alegro mucho de que te haya gustado.
Abrazos.
un honor tu comentario, amiga. Me alegro mucho de que te haya gustado.
Abrazos.
Re: Un esplín de verano
Gracias Isai,
aprovecho para darte mi bienvenida a Alaire. Me alegro mucho de que te haya gustado.
Saludos.
aprovecho para darte mi bienvenida a Alaire. Me alegro mucho de que te haya gustado.
Saludos.
Re: Un esplín de verano
Gracias Pablo,
sí, quería ambiente juvenil, marinero y sexual. Y sí, no me llaman las palabras crudas del sexo, aunque no tengo nada en contra de ellas. Así de remilgado soy.
Me alegro que te guste.
Abrazos.
sí, quería ambiente juvenil, marinero y sexual. Y sí, no me llaman las palabras crudas del sexo, aunque no tengo nada en contra de ellas. Así de remilgado soy.

Me alegro que te guste.
Abrazos.
Re: Un esplín de verano
Hermoso poema de púberes recuerdos cuando la vida era como un libro aún sin escribir, abierto a la posibilidad de experiencias inolvidables.
Saludos cordiales, compañero poeta.
Saludos cordiales, compañero poeta.
Re: Un esplín de verano
Coincido con Pablo, un estupendo poema, muy bella esa construcción donde el recuerdo acude a sus columpios de oro para revelarnos la definición de un momento suspendido en el tiempo. Felicitaciones y muchos abrazos, estimado amigo.
Re: Un esplín de verano
Bellísimo, Pablo. Desnudos versos que nos descubren la mágica flor del verano pubescente y perpetuo en el corazón. Logras un inalterado resplandor y apacibles sombras de las emociones. ERA
- Mensajes: 12002
- Registrado: Dom, 11 May 2008 20:04
- Ubicación: Estados Unidos
Re: Un esplín de verano
Pablo Ibáñez escribió:Recorríamos el pantalán cada mañana.
El agua gorjeaba la madera con brillos de sol, manchas de aceite.
Las muchachas lucían frescas y animosas; cuchicheos
sofocados en la brisa de poniente. Cuerpos tersos
al límite de la edad de la inocencia.
Éramos jóvenes: muy serio yo, ella risueña.
Olía a junio entrado. Se estiraba al cazar la botavara,
muy cerca, rozando con su ropa pequeña el universo:
pantalón de blanco corto, apenas una lámina de harina,
blusa de rayas marineras, esculpida por la humedad en el ombligo,
su limpia coleta acastañada, henchida de viento y de salitre.
Aquella dolorosa erección me extenuaba.
Fondeábamos en la Isleta del Fragor para bañarnos;
había una playa limpísima, dorada, las muchachas se quedaban en biquini
—ajustaban las costuras premiosa, ingenuamente,
después de desplumarse las prendas superiores—
y se lanzaban por la borda brillantes como peces, entre risas. Yo esperaba
porque nadie notara mi turgencia; oscuro me alejaba
nadando hasta una cala en sombra y, al hacer pie,
por fin aliviaba un placer doloroso bajo el agua,
oyendo su voz alegre en la distancia.
Esplín de verano: la memoria remota sigue útil
para los días vividos de verdad, pero no pienses
tendría que haber hecho esto o lo otro…
Queda menos: recuerda sólo el brillo, y vive ahora.
Esto es poesía, mi querido amigo y compañero. Es sobrecogedor lo que has creado, poeta. Me quedo cortado por la emoción. Estoy disfrutando esta exhumación de auténtica realidad poética. Creo que este trabajo es un hito en tu camino poético. Te felicito con mi mayor sinceridad de intenciones. Mis aplausos interminables.
Un abrazo grande.
Óscar
Sigue la luz de tu luna interior; no ocultes la locura (Allen Ginsberg)
http://www.elbuscadordehumos.blogspot.com/
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