Análisis técnico y formal de un poema (ejemplo)
Análisis técnico y formal de un poema (ejemplo)
TAMBIÉN EL CORAZÓN DE BORIS VIAN ERA UNA ROSA ENFERMA (Nilton Santiago)
También el corazón de Boris Vian era una rosa enferma.
Venia cada noche a nuestras largas sobremesas, porque nos conocía muy bien
como el cuchillo de eviscerar conoce el intersticio de luz
en el vientre del pescado,
también Vian conocía la teología de los peces
y de los centauros y de las bicicletas, porque fue él
quien le dejó la moneda a Rimbaud cuando se le cayó su primer diente de leche.
Es cierto, Boris, quién conoce su corazón está enfermo
pero también el que arroja su tristeza en la boca del pescado,
como una moneda de hielo dentro de una valija de fuego,
o los que tienen el oscuro oficio de sacrificar a los caballos heridos.
Sí Boris, tuvimos amigos y heridas y amigos heridos,
quizá ahora pueblen los jardines que crecen
en esos mismos corazones que se negaban a bombear la sangre de los que fuimos
sí también tuvimos padres
y un nombre que preferimos olvidar a cada instante.
Ahora que te conozco bien, ya no compartimos nada
y si nos encontramos algún día en el mercado o quizás en la parada de bus,
es casi un milagro, eso que compartimos ahora que estamos juntos
y que ya no necesitamos el uno del otro
porque después del segundo suicido o del tercero,
es mejor acostumbrarnos al oficio de sacrificar a los pobres caballos heridos,
a las rosas enfermas.
- Óscar Distéfano
- Mensajes: 10464
- Registrado: Mié, 04 Jun 2008 8:10
- Ubicación: Barcelona - España
- Contactar:
Re: Análisis técnico y formal de un poema (ejemplo)
También el corazón de Boris Vian era una rosa enferma.
Venia cada noche a nuestras largas sobremesas, porque nos conocía muy bien,
como el cuchillo de eviscerar conoce el intersticio de luz
en el vientre del pescado, (Aquí se impone un punto y aparte, pues será congruente con el inicio del poema).
también (También) Vian conocía la teología de los peces
y de los centauros y de las bicicletas, porque fue él
quien le dejó la moneda a Rimbaud cuando se le cayó su primer diente de leche.
Es cierto, Boris, quién (quien, sin tilde) conoce su corazón está enfermo (coma)
pero también el que arroja su tristeza en la boca del pescado,
como una moneda de hielo dentro de una valija de fuego,
o los que tienen el oscuro oficio de sacrificar a los caballos heridos.
Sí (coma) Boris, tuvimos amigos y heridas y amigos heridos, (pausa más larga; tal vez punto y coma)
quizá ahora pueblen los jardines que crecen
en esos mismos corazones que se negaban a bombear la sangre de los que fuimos (punto y coma)
sí (coma) también tuvimos padres
y un nombre que preferimos olvidar a cada instante.
Ahora que te conozco bien, (coma innecesaria) ya no compartimos nada (punto y coma coma; hay un giro de sentido)
y si nos encontramos algún día en el mercado o quizás en la parada de bus,
es (duda de tiempo verbal. Tal vez: será) casi un milagro, (coma innecesaria) eso que compartimos ahora que estamos juntos
y que ya no necesitamos el uno del otro (coma)
porque después del segundo suicido o del tercero, (coma innecesaria)
es mejor acostumbrarnos al oficio de sacrificar a los pobres caballos heridos,
a las rosas enfermas.
Obs: Veo una contradicción inexplicable en las frases marcadas con negrita.
La cláusula marcada en rojo tiene un problema de concordancia semántica con la idea que se venía desarrollando. Para darle un sentido podría decir, por ejemplo: y cuando ya no necesitamos el uno del otro
Quizás me falte explicar el porqué de ciertas correcciones; pero, no creo que sean puntos muy complicados que no se puedan comprender.
Aquí va la versión según lo corregido:
También el corazón de Boris Vian era una rosa enferma.
Venia cada noche a nuestras largas sobremesas, porque nos conocía muy bien,
como el cuchillo de eviscerar conoce el intersticio de luz
en el vientre del pescado.
También Vian conocía la teología de los peces
y de los centauros y de las bicicletas, porque fue él
quien le dejó la moneda a Rimbaud cuando se le cayó su primer diente de leche.
Es cierto, Boris, quien conoce su corazón está enfermo,
pero también el que arroja su tristeza en la boca del pescado,
como una moneda de hielo dentro de una valija de fuego,
o los que tienen el oscuro oficio de sacrificar a los caballos heridos.
Sí, Boris, tuvimos amigos y heridas y amigos heridos;
quizá ahora pueblen los jardines que crecen
en esos mismos corazones que se negaban a bombear la sangre de los que fuimos;
sí, también tuvimos padres
y un nombre que preferimos olvidar a cada instante.
Ahora que te conozco bien ya no compartimos nada (?);
y si nos encontramos algún día en el mercado o quizás en la parada de bus,
será casi un milagro eso que compartimos ahora (?) que estamos juntos
y cuando ya no necesitamos el uno del otro,
porque después del segundo suicido o del tercero
es mejor acostumbrarnos al oficio de sacrificar a los pobres caballos heridos,
a las rosas enfermas.
Ahora que el texto es más asequible, tengo la impresión de que será menos complicado un análisis poético.
Saludos. Óscar
http://www.elbuscadordehumos.blogspot.com/
Re: Análisis técnico y formal de un poema (ejemplo)
Solo tengo dudas en el punto y coma tras "...ya no compartimos nada;", pues ya existen dos separaciones previas: el corte del verso y la "y" con la que comienza el siguiente verso. ...y además el punto y coma me parece un signo de puntuación a evitar en la poesía, pues lo considero poco estético. Por lo tanto yo lo dejaría con una simple coma.
Y la contradicción de la que hablas y marcas en negrita es totalmente cierta, pero la achaco a una mera licencia (o incoherencia) poética hecha totalmente adrede.
Tras la corrección gramatical yo dejaría el poema así:
También el corazón de Boris Vian era una rosa enferma.
Venia cada noche a nuestras largas sobremesas, porque nos conocía muy bien,
como el cuchillo de eviscerar conoce el intersticio de luz
en el vientre del pescado.
También Vian conocía la teología de los peces
y de los centauros y de las bicicletas, porque fue él
quien le dejó la moneda a Rimbaud cuando se le cayó su primer diente de leche.
Es cierto, Boris, quien conoce su corazón está enfermo,
pero también el que arroja su tristeza en la boca del pescado,
como una moneda de hielo dentro de una valija de fuego,
o los que tienen el oscuro oficio de sacrificar a los caballos heridos.
Sí, Boris, tuvimos amigos y heridas y amigos heridos;
quizá ahora pueblen los jardines que crecen
en esos mismos corazones que se negaban a bombear la sangre de los que fuimos;
sí, también tuvimos padres
y un nombre que preferimos olvidar a cada instante.
Ahora que te conozco bien ya no compartimos nada,
y si nos encontramos algún día en el mercado o quizás en la parada de bus,
será casi un milagro eso que compartimos ahora que estamos juntos
cuando ya no necesitamos el uno del otro,
porque después del segundo suicido o del tercero
es mejor acostumbrarnos al oficio de sacrificar a los pobres caballos heridos,
a las rosas enfermas.
Un abrazo amigo.