Silla de ruedas

[Ana Muela Sopeña]

Ella
soñó con su cascada favorita,
de color rojo fuego.

Él le pidió que hiciera un numerito:
que se balancease
en la silla de ruedas de su infancia.

Ella estaba desnuda,
se sintió muy incómoda.

Para él esa silla era importante.
Se percibía a salvo
y lleno
de silencios,
aliados como el agua.

Ella no comprendió, estaba perpleja.

Él dijo que era un chiste...


Ana Muela Sopeña

[Luis M]

Muy interesante y logrado poema, Ana, me gustó mucho. Mis felicitaciones y abrazo, amiga.

[Miguel Ángel Martínez Góm]

Muy hermoso poema, amiga Ana.
Mis felicitaciones.
Un abrazo.

[Pilar Morte]

Interesante y hermoso poema, querida amiga. Un placet pasar por tus versos.
Abrazos
Pilar

[Begoña Egüen]

Ella
soñó con su cascada favorita,
de color rojo fuego.

Él le pidió que hiciera un numerito:
que se balancease
en la silla de ruedas de su infancia.

Ella estaba desnuda,
se sintió muy incómoda.

Para él esa silla era importante.
Se percibía a salvo
y lleno
de silencios,
aliados como el agua.

Ella no comprendió, estaba perpleja.

Él dijo que era un chiste...


Ana Muela Sopeña

Muy hermoso poema, estimada amiga, Ana Muela. Enhorabuena.
Un abrazo.
BEGOÑA.

[Lunamar Solano]

Sensible complicidad descubren tus versos querida amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Marisa Peral]

Ella
soñó con su cascada favorita,
de color rojo fuego.

Él le pidió que hiciera un numerito:
que se balancease
en la silla de ruedas de su infancia.

Ella estaba desnuda,
se sintió muy incómoda.

Para él esa silla era importante.
Se percibía a salvo
y lleno
de silencios,
aliados como el agua.

Ella no comprendió, estaba perpleja.

Él dijo que era un chiste...


Ana Muela Sopeña

Hola Ana, hay algo en este poema que no me deja decir que me gusta, y debo ser yo, que siento algún rechazo o no entiendo el mensaje.

Ella sueña y se siente incómoda desnuda, haciendo el numerito que él le pide.
Quizá es esta exigencia lo que rechazo, que ella se sienta obligada a hacer lo que para él es importante.

Ya sé que los poemas no hay que explicarlos y te pido disculpas por estas palabras, pero... lo voy a dejar así.

Y te mando un beso.

[Armilo Brotón]

Estimada Ana, me gusta la poesía que arranca desde lo hondo de las pasiones humanas, a veces dormidas, a veces amansadas por las circunstancias. La contención que hace gala el poema, de ahí su aparente simplicidad, a través de una estructura polimétrica precisa y suficiente crea un emocionante escenario cuasi pictórico, de película . Ninguna palabra estorba la mirada que imaginamos traspasa el espacio que separa a esos dos seres humanos que desnudan su pasión.
Mucho gusto leerte, un abrazo

[Ana Muela Sopeña]

Muchas gracias, Luis:

Es una alegría que te haya gustado.

He intentado hacer una alegoría dentro de otra alegoría.

Un beso grande
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Miguel Ángel, por brindarme tus palabras.

Un beso grande
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Agradezco, Pilar, tu paso por estos versos.

Un beso
Ana

[Carmen López]

Ella
soñó con su cascada favorita,
de color rojo fuego.

Él le pidió que hiciera un numerito:
que se balancease
en la silla de ruedas de su infancia.

Ella estaba desnuda,
se sintió muy incómoda.

Para él esa silla era importante.
Se percibía a salvo
y lleno
de silencios,
aliados como el agua.

Ella no comprendió, estaba perpleja.

Él dijo que era un chiste...


Ana Muela Sopeña

Me ha encantado...Ana, es casi pictórico...por eso no me he podido resistir a entrar para decírtelo, el poema que has escrito, es un como un cuadro, un precioso cuadro de Balthus..."Therese soñando".
Sencillamente magnífico...
Un abrazo grande.

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Begoña:

Me alegra que te haya gustado.

Un beso grande
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Muchas gracias, Nancy:

Un beso grande
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Infinitas gracias por tu opinión, Marisa:

Es un chiste o un juego entre ambos. Nadie obliga a nadie. Es una situación extraña... eso sí.

El poema puede causar sonrisa o... incomodidad. La idea es esa. Jugar con los límites...

Agradezco tus sinceras palabras
Un beso enorme
Ana