Editorial Alaire

Me gusta todo lo que sugiere, buena aproximación al símbolo. Universos imaginados hacen posible el poema. Mi enhorabuena, Ferreiro, amigo. Gracias por compartir.

Un abrazo.

Los versos destacados por Luis M. son también los que yo destacaría y me llevaría puestos.
¡Qué bueno es este poema!
Te felicito.
Un abrazo.

Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Dom, 20 Dic 2020 12:32 Aplausos sonoros, querido amigo.

Recuerdo muy bien este poema porque cuando lo publicaste estaba yo viviendo días maravillosos.

Hoy vuelvo a hospedarme en sus versos llenos de raíces y simbolismo admirable.

Abrazo y salud a montones.

Gracias, querida amiga, por pasar y dejar tan generosos y esperanzadores comentarios. Espero que en estos momento tus días también sea maravillosos.

Un bico.

J. J. Martínez Ferreiro escribió: ↑Mar, 13 Feb 2018 20:41 Entre una orquesta de metales,
paredes y pintura desconchadas,
partimos
desalojando todo lo sentido
al otro mundo de la acera.

El convoy de fulgor acharolado
devuelve la evaporación de las luces que va robando.
A esta hora acaban todas las consecuencias
y las tardes crecidas en detalles.
La estación queda atrás desolada y sin sombra
como un hielo preñado de calor.

Ancha y postrada
la tierra inhala el verde de los pinos.
Las piedras
parecen soles muertos,
pero estrella a estrella la hierba
de oro se ilumina.

La extensión gigantesca
derrite plomo en el corazón del día,
mientras el río va alejando sus sedientos aceros,
su fracción muda, siempre sufrida a los ojos.

Germina la seda de los campos,
la erección del color tras las ventanas.
Huyen hojas desnudas, fuegos húmedos,
dos manos imprecisas abiertas en la inmensidad…
cosas casi reales.

Contemplo el espacio apagándose
entre los árboles dormidos.
La distensión de la penumbra realza la contingencia de los sueños…
En la alucinación,
las estrellas parecen espuma evaporada
del irascible mar cercano.

Aunque, maleable, el campo abierto
siempre encierra la libertad.
Nos hallamos en las afueras de todo
pero a la orilla de poder entrar.

Debemos proseguir,
aunque sea sin voluntad,
por ejemplo, la de querer
seguir siendo el viaje que estoy sintiendo.

Desde el cristal
enumero aquello que me es prestado.
¿Qué me quedará de la última voz,
de los últimos tactos,
del último sabor de la piel viva?

¡Cuando llegue al final del viaje,
me encarnaré
en todos los paisajes que he soñado!
y eternamente
seré devuelto a este unánime día.

Hoy soy esta luz, el erial
y las piedras que impiden al olvido olvidar.

Sempre escoito a túa voz no recitado. Anda, alárgate e grava algo! Senón no dou fe da miña memoria (ameazo).

Un bico boi meu.

Borges prefería la nada, el dejar de ser totalmente como una especie de redención que da el olvido, dejar de ser Borges en definitiva. Yo todavía no decido que quiero al final del camino, pero no creo que dependa de mí, si tengo la curiosidad por saber. En gran medida depende de cuan feliz seamos.

Ramón Carballal escribió: ↑Mié, 23 Dic 2020 13:05 Excelente poema. Un viaje y unos paisajes que hay que leer y releer para degustarlos fondo. Unha aperta e bó Nadal.

Gracias, amigo Ramón, por esta aplicada degustación que haces de estos versos.

Unha forte aperta.

Excelente viaje, Ferreiriño, Corbain nunca defrauda y el recorrido una belleza.

Felicidades y bicos.

Me ratifico, "El viaje de Corbain" me parece una estupenda muestra de la saga que has creado con tu personaje y, por ende, un poema que debemos colocar junto a lo mejor de tu obra, estimado amigo Ferreiro.
Aprovecho para felicitarte por tu trayectoria de tantos y tantos años en el poema.
Un fuerte abrazo.

Magnífico poema,Ferreiro.
Un viaje externo e interno, donde lo bello se inmortaliza.
Felicidades.
Abrazos.

Alejandro Costa escribió: ↑Jue, 08 Feb 2024 16:52 Un magnífico poema aderezado de unas metáforas muy acertadas y una intensidad plena desde el primer verso.

Me ha gustado.

Gracias por el rescate.

Un abrazo, amigo.

Salud, paz y felicidad.

Gracias, Alejandro, por tu paso y generosos comentarios. Celebro que hayas disfrutado de estos versos.

Abrazos.

Poemazo a cargo de J. J. Martínez Ferreiro, en esta ocasión, con el relato de un viaje del personaje por él creado: Corbain.

Amigo Ferreiro, había leído algún poema más de la "saga" Corbain, pero éste se me había escapado. Pleno de hermosas metáforas e imágenes, que realzan todo el poema y dan un carácter de cercanía e intimidad al mismo. Todo un acierto, amigo. Un maravilloso poema, sin duda.
Noraboa.

Un fuerte abrazo.