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Armilo Brotón escribió:Contundentes versos llenos de inspiración y buenas imágenes.
La rabia de vivir es arrancarse las espinas que se nos van clavando al andar con los pies descalzos, única forma de sentir la tierra. Vaya una cosa por otra.
Un cordial saludo.
Gracias a ti, Bruno, es todo un lujo contar con tu mirada sensible.Bruno Laja escribió:Como si se llegase aquí con un dolor viejo, sabiendo que arrancárselo es morir. Como si se llegase aquí con un dolor inmortal. Desgarradoramente bello, Rosa. Abrazos.
Guillermo Cuesta escribió:Como un sueño que entra y sale por donde la oscuridad recapcita y tiembla.
un abrazo
Gracias, ERA, me alegra que te haya conmovido este poema.E. R. Aristy escribió:Extraordinario poema, Rosa. Imágenes que resurrecta la esencia de lo vivido. Me ha parecido conmovedor en su belleza. Un abrazo, ERARosa Marzal escribió:Acostumbraba a quitarse las espinas
con carne de relámpagos,
a envolver su magia en piedra o en palabra.
Pensaba (ingenuamente)
“ así es como uno debe arrancarse los oscuros racimos
de la muerte”
Fructificaba en su alma una ira
blanca y dulce,
una creciente ira lunar que sofocaba el aullido
de las sombras.
Creyó ver resurgir entre tumbas
auroras boreales.
Abrió en canal su vientre
y echaron a volar
lamias y víboras, cadáveres
de pájaros, niños
castrados de azul, semidioses
de humo...
Realizó incontables autopsias
al olvido,
desconociendo
que la palabra es un cigarro
que nos va consumiendo lentamente
y deja, al final, en los labios un beso
ceniciento y turbio,
un ictérico sabor
a despedida.
Muchas gracias, estimado amigo. Todo un honor que valores tan positivamente este poema.Rafel Calle escribió:Acostumbraba a quitarse las espinas
con carne de relámpagos,
a envolver su magia en piedra o en palabra.
Pensaba (ingenuamente)
“ así es como uno debe arrancarse los oscuros racimos
de la muerte”
Fructificaba en su alma una ira
blanca y dulce,
una creciente ira lunar que sofocaba el aullido
de las sombras.
Creyó ver resurgir entre tumbas
auroras boreales.
Abrió en canal su vientre
y echaron a volar
lamias y víboras, cadáveres
de pájaros, niños
castrados de azul, semidioses
de humo...
Realizó incontables autopsias
al olvido,
desconociendo
que la palabra es un cigarro
que nos va consumiendo lentamente
y deja, al final, en los labios un beso
ceniciento y turbio,
un ictérico sabor
a despedida.
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Muy bello poema, amiga Rosa, que viene a significar los conceptos de una autora que versifica como los ángeles. Este trabajo despunta en todos los aspectos del poema en verso multimétrico, su complejidad, tanto en la versificación, cuanto en la t´écnica literaria, lo llevan en volandas hasta la altura de una obra importante.
Por lo demás, como bien dices, la ingenuidad está presente y quizá su poder balsámico alivie la extensión de una realidad que suena a despedida real.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Abrazos.
Muchas gracias, Ramón. Me alegra que te haya gustado.Ramón Carballal escribió:Muy buen poema, Rosa. Me ha gustado mucho. Enhorabuena y un abrazo.