Amanece a deshora

[Ramón Castro Méndez]

Amanece a deshora esta mañana
que aún yace descuidada sobre el lecho
exhalando el último suspiro de la noche,
y late en mí como moneda
en la palma de la mano de Caronte,
como semblante sin pasado
que a lo vivo me lastrara.
En la habitación,
la puerta a media luz abierta,
aún se demoran las sombras
en ese incierto paisaje de lo umbrío
que, con su tremolar de réquiem,
pasan dejando un olor a hollín
de noche insomne, inacabada,
como impropio desorden
que a nada pone nombre.
Al borde del ayer,
se dobla del revés mi pequeño universo
como un mayo que doblara al viento las espigas
en la insustancial gravedad de su existencia,
en un mero afán de inmortalidad
que se devana en la anatomía de mis sueños
como una ruina que fuera preconcebida consciencia
que diera noticia de uno mismo.
La mirada inmóvil, y ese sabor salado
sobre el hueso como impronta
que es idioma común de la barbarie
cuando los cuerpos se atraen y, a un tiempo, se desangran
tal que si carecieran del ingenuo tacto de la memoria,
llevados tan solo por la leva de la costumbre
a hollar allí donde brota la sed que no se sacia.

[Alejandro Costa]

Amaneces a deshora, cruel y triste.

Lo peor es que forma parte de la realidad.

Fuertes versos, bien escritos.

Un abrazo.

[Carmen Pla]

Un poema de rígidos versos, donde surge el propio interior del autor, entre nostalgia, desesperanza y anhelo.
Bello decir y un placer leerte.
Un abrazo, Ramón

[Ramón Castro Méndez]

Amaneces a deshora, cruel y triste.

Lo peor es que forma parte de la realidad.

Fuertes versos, bien escritos.

Un abrazo.

Muchas gracias, Alejandro, por tu paso y apreciado comentario.
Abrazos.

[Ramón Castro Méndez]

Un poema de rígidos versos, donde surge el propio interior del autor, entre nostalgia, desesperanza y anhelo.
Bello decir y un placer leerte.
Un abrazo, Ramón

Muchas gracias, Carmen, por tu paso y generoso comentario.
Un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un poema magnífico entre la luz y la oscuridad, la fantasía de los sueños y la realidad, ese "ecotono" que existe de verdad por unos momentos y luego desaparece como el Castroforte de "La saga y fuga de JB", ese territorio donde residen las raíces de la poesía y del arte en general.

Un abrazo.

[Luis M]

Al borde del ayer,
se dobla del revés mi pequeño universo
como un mayo que doblara al viento las espigas
en la insustancial gravedad de su existencia,
en un mero afán de inmortalidad
que se devana en la anatomía de mis sueños
como una ruina que fuera preconcebida consciencia
que diera noticia de uno mismo.
La mirada inmóvil, y ese sabor salado
sobre el hueso como impronta
que es idioma común de la barbarie

Estos versos son impresionantes. Excelente poema, Ramón. Mis felicitaciones y abrazo.

[Marimar González]

Se impone en primer plano el cuadro que este profundo poema recrea a la vez que lo envuelve una atmósfera especial de imágenes, recuerdos y búsquedas que bucean entre el sueño y la vigilia en un claroscuro que atrapa de inmediato al lector.
Cordialmente

[Pilar Morte]

Buen poema, Ramón, con estupendas imágenes que se despliegan a lo largo de los versos. Felicidades
Besos
>Pilar

[Ramón Carballal]

Hermoso poema. Ha sido un placer leerlo. Abrazos.

[Guillermo Cumar.]

Ramón aunque depende la deshora hasta de los relojes, qué bien rematas con la poesía ese sensación de estar en vilo
y expensas de lo contradictorio.

un abrazo

[Ramón Castro Méndez]

Un poema magnífico entre la luz y la oscuridad, la fantasía de los sueños y la realidad, ese "ecotono" que existe de verdad por unos momentos y luego desaparece como el Castroforte de "La saga y fuga de JB", ese territorio donde residen las raíces de la poesía y del arte en general.

Un abrazo.

Muy agradecido, J.J.M. Ferreiro, por tu generosidad y apreciado comentario.
Un abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

Al borde del ayer,
se dobla del revés mi pequeño universo
como un mayo que doblara al viento las espigas
en la insustancial gravedad de su existencia,
en un mero afán de inmortalidad
que se devana en la anatomía de mis sueños
como una ruina que fuera preconcebida consciencia
que diera noticia de uno mismo.
La mirada inmóvil, y ese sabor salado
sobre el hueso como impronta
que es idioma común de la barbarie

Estos versos son impresionantes. Excelente poema, Ramón. Mis felicitaciones y abrazo.

Muchas gracias, Luis, celebro que te hayan gustado mis letras.
Un abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

Se impone en primer plano el cuadro que este profundo poema recrea a la vez que lo envuelve una atmósfera especial de imágenes, recuerdos y búsquedas que bucean entre el sueño y la vigilia en un claroscuro que atrapa de inmediato al lector.
Cordialmente

Muy agradecido, Marimar, por tu paso y apreciado comentario.
Abrazos.

[Ramón Castro Méndez]

Buen poema, Ramón, con estupendas imágenes que se despliegan a lo largo de los versos. Felicidades
Besos
>Pilar

Muchas gracias, Pilar, por tu apoyo y presencia en mis letras.
Besos.