HOY NO ES NAVIDAD

Cuentos, historias, relatos, novelas, reportajes y artículos de opinión que no tengan que ver con la poesía, todo dentro de una amplia libertad de expresión y, sobre todo, siempre observando un escrupuloso respeto hacia los intervinientes.

Moderador: Hallie Hernández Alfaro

Avatar de Usuario
Maria Pilar Gonzalo
Mensajes: 1991
Registrado: Vie, 14 Ene 2011 19:57
Ubicación: Zaragoza
Contactar:

HOY NO ES NAVIDAD

Mensaje sin leer por Maria Pilar Gonzalo »

Madre

Me dirijo a usted porque hace tiempo que partió por la vereda de los cuervos con aquella sonrisa petrificada, y desde entonces no he sabido a quien acudir.
Padre dice que debe purificar su alma pues un demonio con lenguas de fuego la perseguía cada noche en sus aposentos.
Yo no entiendo mucho de eso, pero mosén Domingo dice que es lo mejor.

Las criadas murmuran constantemente mientras friegan de rodillas su alcoba. Entre dientes consigo reconocer alguna de sus palabras y no me gusta lo que escucho.
Alguna de esas criadas mueve sus pechos de forma lasciva y a mí me incomoda. Cuando les pido que se cubran me dicen que mi madre nunca lo hizo al bailar cada noche con el demonio.

Como ve, estoy rodeada por el mal. Entre unos y otros hacen que me sienta triste y melancólica, no sabe cómo deseo que regrese cuanto antes.
Los frailes de la abadía beben sin descanso de nuestras bodegas y por la noche los ruidos que salen de sus aposentos son ensordecedores. Hay quien jura que las criadas pasan la noche en sus regazos calenturientos.
Dios quiera que eso sea mentira, pues nuestra honra y buen nombre está en juego.

Anoche, Don Juan vino a impartirme su clase habitual de latín, mas yo andaba con mis pensamientos en otros asuntos y apenas le presté atención.
Su barba se enroscaba entre sus dedos grasientos como si de un jabalí hambriento se tratara.
Ya sabe que anda metido en mis próximas nupcias y se frota las manos pensando en todo el poder que obtendrá gracias a mis fastos.
No dejo de preguntarme por qué debo casarme con alguien que podría ser mi padre, pero él asegura que eso no es de mi incumbencia y que en esta tierra siempre fueron antes leyes que reyes, por eso debo acatar todo aquello que me presenten.

El hijo del panadero me hace trenzas todos los días y añade almendras y miel para que mi espera sea más dulce.
Tiene los ojos como el azabache y sus cabellos son amarillos como las espigas que utiliza para elaborar el pan.
Me hace reír hasta que las almendras se me atragantan en la misma campanilla pero enseguida llega mi señora y todo se vuelve negro, el hijo del panadero desaparece como una exhalación y yo vuelvo a quedarme sola sin más que hacer que encaje de bolillos.

Paso mis días rezando, me pregunto si no será bueno tanto rezo porque en lugar de una boda parece que me llevan al sacrificio.
Mi señora llora todos los días, ella dice que es de felicidad, aunque yo creo que tampoco está de acuerdo con que me case siendo una niña, menos aun con un hombre tan anciano.
Cuando entra en mis aposentos se inclina y me llama majestad, dice que debo acostumbrarme pronto al tratamiento y que todos tendrán que pedir mis favores en cuanto contraiga matrimonio.

Yo soy feliz en este palacio de verano correteando entre los naranjos y escuchando los laudes venidos de Italia pero se empeñan en que lleve su diadema de esmeraldas madre, y yo no quiero llevarla si no es usted quien me la entregue.
A veces pienso que padre la ha apartado de mi para que quiera más a su nueva esposa, pero eso nunca sucederá porque mi corazón está unido al suyo para siempre.

Pronto caerán las hojas en palacio y guardarán a las bestias en sus establos, sabe cuánto me alegran los días, por eso ando preocupada... ya no esperaré los amaneceres para ver los terneros mamar, ni podré acariciar a mis caballos llegados de la lejana Córdoba.
En cambio tendré que adornar mis cabellos con flores de ultramar y cambiar mis ropas antes de la novena, en la comida y en mis clases de romance.
No consigo sentarme como padre quiere, estos alambres se me clavan en las costillas y no debo quejarme o amenaza con azotarme delante de todos.

Siempre dice que nací para ser granjera, pero que el buen Dios me cambió el día de mi alumbramiento para demostrar a los hombres que su bondad infinita se encuentra en cada rincón de este palacio.
Puede que tenga razón, pues mis dedos son grandes y gordos, no como el de las niñas cortesanas que padre invita para que jueguen conmigo.

Madre... ¿Recuerda aquella noche en que usted y yo salimos al jardín con la primera nevada?
Fue maravilloso, nunca pude olvidar la luz de sus ojos, brillaban tanto como las copas talladas que padre hace pulir para las grandes ocasiones.
Nadie supo nunca que salimos sin cubrir nuestros cuerpos, salvo padre, claro, que está en todas partes como el Santísimo o como Don Juan.
Aquello nos costó tres días de ayuno y la purificación de nuestra alma; llenaron nuestro cuerpo de paños escurridos en vinagre y nos confinaron a cada una en una alcoba con la promesa de que jamás volveríamos a hacer algo que pusiera en peligro nuestra salvación.
Tal vez por eso el pontífice mandó carta hace unos meses a palacio interesándose por el estado de nuestras almas. Sé que padre no ha vuelto a ser el mismo desde entonces y manda perfumar nuestras alcobas con incienso traido desde Santiago.

Mañana es el gran día y yo tendría que estar rezando como cada noche, pero prefiero escribirle esta carta a sabiendas que es posible que no llegue a recibirla nunca.

Mi prometido ya se encuentra velando sus armas en La Seo y todos andan como locos en el salón del trono.
Yo no estoy nerviosa, me entrego en cuerpo y alma a mi destino, pues sé qué es lo que se espera de mí; pero cuando me ciñan la corona mis pensamientos estarán con usted, madre, y con el hijo del panadero y sus trenzas, con los terneros mamando y mis caballos cordobeses, y también con el aroma de los naranjos y la nieve caida en nuestros cuerpos aquella noche de Navidad, donde aprendí que nuestro espíritu solo nos pertenece a cada uno de nosotros.

Se despide su hija, entregada a su pueblo y a la causa de todas sus obligaciones
Última edición por Maria Pilar Gonzalo el Mié, 22 Dic 2021 3:14, editado 4 veces en total.
Avatar de Usuario
MarRevuelta
Mensajes: 993
Registrado: Mar, 30 Sep 2008 11:24
Ubicación: CyL
Contactar:

Mensaje sin leer por MarRevuelta »

Un relato que nos habla de lo dificil que lo tenian las mujeres en otros tiempos, en donde su mundo interior, a veces era lo único que les mantenía vivas. Me ha gustado mucho. Un fuerte abrazo
Avatar de Usuario
Maria Pilar Gonzalo
Mensajes: 1991
Registrado: Vie, 14 Ene 2011 19:57
Ubicación: Zaragoza
Contactar:

Mensaje sin leer por Maria Pilar Gonzalo »

MarRevuelta escribió:Un relato que nos habla de lo dificil que lo tenian las mujeres en otros tiempos, en donde su mundo interior, a veces era lo único que les mantenía vivas. Me ha gustado mucho. Un fuerte abrazo


Muchas gracias Mar, por acercarte a esta pequeña parcela.
Otro abrazo fuerte para tí
Homo homini lupus (Tito Macio Plauto)
Avatar de Usuario
Maria Pilar Gonzalo
Mensajes: 1991
Registrado: Vie, 14 Ene 2011 19:57
Ubicación: Zaragoza
Contactar:

Mensaje sin leer por Maria Pilar Gonzalo »

Subo este pequeño relato por el significado que tiene para mí, en estos días.
Homo homini lupus (Tito Macio Plauto)
Hallie Hernández Alfaro
Mensajes: 19451
Registrado: Mié, 16 Ene 2008 23:20

Re: HOY NO ES NAVIDAD

Mensaje sin leer por Hallie Hernández Alfaro »

Maria Pilar Gonzalo escribió:Madre

Me dirijo a usted, porque hace tiempo que partió por la vereda de los cuervos con aquella sonrisa petrificada, y desde entonces no he sabido a quien acudir.
Padre dice que debe purificar su alma, pues un demonio con lenguas de fuego, la perseguía cada noche en sus aposentos.
Yo no entiendo mucho de eso, pero mosen Domingo dice que es lo mejor.
Las criadas murmuran constantemente mientras friegan de rodillas su alcoba. Entre dientes consigo reconocer alguna de sus palabras y no me gusta lo que escucho.
Alguna de esas criadas mueve sus pechos de forma lasciva y a mí me incomoda. Cuando les pido que se cubran, me dicen que mi madre nunca lo hizo al bailar cada noche con el demonio.
Como ve, estoy rodeada por el mal. Entre unos y otros hacen que me sienta triste y melancólica; no sabe como deseo que regrese cuanto antes.
Los frailes de la abadía beben sin descanso de nuestras bodegas y por la noche los ruidos que salen de sus aposentos son ensordecedores. Hay quien jura que las criadas pasan la noche en sus regazos calenturientos.
Dios quiera que eso sea mentira, pues nuestra honra y buen nombre está en juego.
Anoche, Don Juán vino a impartirme su clase habitual de latín, pero yo andaba con mis pensamientos en otros asuntos y apenas le presté atención.
Su barba se enroscaba entre sus dedos grasientos como si de un jabalí hambriento se tratara.
Ya sabe que anda metido en mis próximas nupcias y se frota las manos pensando en todo el poder que obtendrá gracias a mis fastos.
No dejo de preguntarme por qué debo casarme con alguien que podría ser mi padre, pero él asegura que eso no es de mi incumbencia y que en esta tierra siempre fueron antes leyes que reyes, por eso debo acatar todo aquello que me presenten.
El hijo del panadero me hace trenzas todos los días y añade almendras y miel para que mi espera sea más dulce.
Tiene los ojos como el azabache, pero sus cabellos son amarillos como las espigas que utiliza para elaborar el pan.
Me hace reir hasta que las almendras se me atragantan en la misma campanilla, pero enseguida llega mi señora y todo se vuelve negro, el hijo del panadero desaparece como una exhalación y yo vuelvo a quedarme sola sin más que hacer que el encaje de bolillos.
Paso mis días rezando, me pregunto si no será bueno tanto rezo porque en lugar de una boda, parece que me llevan al sacrificio.
Mi señora llora todos los días, ella dice que es de felicidad, aunque yo creo que tampoco está de acuerdo con que me case siendo una niña, menos aun con un hombre tan anciano.
Cuando entra en mis aposentos se inclina y me llama majestad, dice que debo acostumbrarme pronto al tratamiento y que todos tendrán que pedirme sus favores, en cuanto contraiga matrimonio.
Yo soy feliz en este palacio de verano, correteando entre los naranjos y escuchando los laudes venidos de Italia, pero se empeñan en que lleve su diadema de esmeraldas madre y yo no quiero llevarla, si no es usted quien me la entregue.
A veces pienso que padre la ha apartado de mi, para que quiera más a su nueva esposa, pero eso nunca sucederá, porque mi corazón está unido al suyo para siempre.
Pronto caerán las hojas en palacio y guardarán a las bestias en sus establos, sabe cuanto me alegran los días, por eso ando preocupada... ya no esperaré los amaneceres para ver los terneros mamar, ni podré acariciar a mis caballos llegados de la lejana Córdoba.
En cambio tendré que adornar mis cabellos con flores de ultramar y cambiar mis ropas antes de la novena, en la comida y en mis clases de romance.
No consigo sentarme como padre quiere, estos alambres se me clavan en las costillas y no debo quejarme o amenaza con azotarme delante de todos.
Siempre dice que nací para ser granjera, pero que el buen Dios me cambió el día de mi alumbramiento para demostrar a los hombres, que su bondad infinita se encuentra en cada rincón de este palacio.
Puede que tenga razón, pues mis dedos son grandes y gordos, no como el de las niñas cortesanas que padre invita para que jueguen conmigo.
Madre... ¿Recuerda aquella noche en que usted y yo salimos al jardín con la primera nevada?
Fue maravilloso, nunca pude olvidar la luz de sus ojos, brillaban tanto como las copas talladas que padre hace pulir para las grandes ocasiones.
Nadie supo nunca que salimos sin cubrir nuestros cuerpos, salvo padre claro, que está en todas partes como el Santísimo, o como Don Juán.
Aquello nos costó tres días de ayuno y la purificación de nuestra alma; llenaron nuestro cuerpo de paños escurridos en vinagre y nos confinaron a cada una en una alcoba, con la promesa de que jamás volveríamos a hacer algo que pusiera en peligro nuestra salvación.
Tal vez por eso, el pontífice mandó carta hace unos meses a palacio, interesándose por el estado de nuestras almas. Se que padre no ha vuelto a ser el mismo desde entonces y manda perfumar nuestras alcobas con incienso traido desde Santiago.
Mañana es el gran día y yo tendría que estar rezando como cada noche, pero prefiero escribirle esta carta, a sabiendas que es posible que no llegue a recibirla nunca.
Mi prometido ya se encuentra velando sus armas en La Seo y todos andan como locos en el salón del trono.
Yo no estoy nerviosa, me entrego en cuerpo y alma a mi destino, pues se que es lo que se espera de mí; pero cuando me ciñan la corona, mis pensamientos estarán con usted madre, y con el hijo del panadero y sus trenzas, con los terneros mamando y mis caballos cordobeses, y también con el aroma de los naranjos y la nieve caida en nuestros cuerpos aquella noche de Navidad, donde aprendí que nuestro espíritu solo nos pertenece a cada uno de nosotros.

Se despide su hija, entregada a su pueblo y a la causa de todas sus obligaciones



María Pilar, acabo de leer este suntuoso relato publicado en enero 2011!!! Gracias miles por subirlo. Tonta de mí, me lo había perdido.

Logras un ambiente lleno de sensorialidad, estados de ánimo y la narrativa va tomando cuerpo en esencia para dejar rastros bellísimos. El momento del hijo del panadero interactuando con el yo que cuenta es exquisito. Pensé que estaba alli, mirándoles por una ventana con olor a canela.

Todos los correlatos que usas son preciosos; anuncian, denuncian, pegan, dan alerta , se perciben en propia carne.

A lo largo de tu escrito abunda la inteligencia, los conocimientos, la pureza de conceptos. Radiante y femenino, valiente y asertivo.

Desde mi modesta perspectiva no tocaría ni una sílaba de este texto. Celebro tu inspiración y tu buen hacer literario!


Recibe un montonazo de aplausos fuertes y mi agradecimiento por la belleza que nos regalas.

Hallie


PD: No sé si tiene un significado especial Juán con tilde.
Avatar de Usuario
Maria Pilar Gonzalo
Mensajes: 1991
Registrado: Vie, 14 Ene 2011 19:57
Ubicación: Zaragoza
Contactar:

re: HOY NO ES NAVIDAD

Mensaje sin leer por Maria Pilar Gonzalo »

Ay, Hallie... qué delicia encontrarte de nuevo en uno de mis textos. Me estás malacostumbrando a tus visitas y tus palabras de algodón que tanto me emocionan.

Me alegra muchísimo que hayas entrado en el relato como una espectadora que comparte sensaciones con los protagonistas, para mí fue todo un reto desarrollar una pequeña narración con personajes tan lejanos en el tiempo. El panadero también es mi favorito, jaja.

Encontrar una persona de tu sensibilidad y talento sí que es precioso.

Te agradezco todo el cariño que pones en tus comentarios y te deseo la mayor de las venturas en tu hacer literario, aunque sé que no lo necesitas.

Abrazos.

P.D. Sí, tiene un significado y me alegra que lo descubrieras.
Última edición por Maria Pilar Gonzalo el Mié, 22 Dic 2021 1:06, editado 1 vez en total.
Homo homini lupus (Tito Macio Plauto)
Avatar de Usuario
Rafel Calle
Mensajes: 24452
Registrado: Dom, 18 Nov 2007 18:27
Ubicación: Palma de Mallorca

Mensaje sin leer por Rafel Calle »

Hermoso y bien desarrollado relato, amiga María Pilar, trufado de agudeza descritiva.
Y de nuevo, felicitarte la Navidad. Salud, compañera, y a seguir desempolvando pasiones en textos y poemas.
Un cordial abrazo.
Avatar de Usuario
Maria Pilar Gonzalo
Mensajes: 1991
Registrado: Vie, 14 Ene 2011 19:57
Ubicación: Zaragoza
Contactar:

Mensaje sin leer por Maria Pilar Gonzalo »

Rafel Calle escribió:Hermoso y bien desarrollado relato, amiga María Pilar, trufado de agudeza descritiva.
Y de nuevo, felicitarte la Navidad. Salud, compañera, y a seguir desempolvando pasiones en textos y poemas.
Un cordial abrazo.


Muchas gracias Rafael. Por pasarte por mis letras, por valorarlas de una forma tan elegante y sobre todo, por acordarte de todos nosotros en una fecha tan señalada como es la Navidad.

Un fuerte abrazo.
Homo homini lupus (Tito Macio Plauto)
Avatar de Usuario
Julio Gonzalez Alonso
Mensajes: 13987
Registrado: Vie, 23 Nov 2007 20:56
Ubicación: Leonés en Vizcaya.
Contactar:

re: HOY NO ES NAVIDAD

Mensaje sin leer por Julio Gonzalez Alonso »

Pues hoy no es Navidad, pero como si lo fuera. Muy buen relato, con todos los ingredientes necesarios para hacerlo interesante y ameno, de principio a fin. Enhorabuena, M.Pilar. Con un abrazo.
Salud.
Avatar de Usuario
Maria Pilar Gonzalo
Mensajes: 1991
Registrado: Vie, 14 Ene 2011 19:57
Ubicación: Zaragoza
Contactar:

Re: re: HOY NO ES NAVIDAD

Mensaje sin leer por Maria Pilar Gonzalo »

Julio González Alonso escribió:Pues hoy no es Navidad, pero como si lo fuera. Muy buen relato, con todos los ingredientes necesarios para hacerlo interesante y ameno, de principio a fin. Enhorabuena, M.Pilar. Con un abrazo.
Salud.


Muchas gracias Julio. Estoy encantada de que hayas venido a mis letras y hayas dejado un comentario tan generoso.

Otro abrazo para tí.
Homo homini lupus (Tito Macio Plauto)
Avatar de Usuario
Fran Ríos.
Mensajes: 112
Registrado: Sab, 29 Oct 2011 17:11
Contactar:

Mensaje sin leer por Fran Ríos. »

Nunca te había comentado este texto, una lejana vez, cuando lo leí en un foro lejano, te pregunté acerca de su ubicación en el tiempo, si era una era real o imaginaria. Hoy, que me ha perecido tan precioso como entonces, lo vuelvo de nuevo a preguntar por el mero placer de quedarme con la duda.
Avatar de Usuario
Maria Pilar Gonzalo
Mensajes: 1991
Registrado: Vie, 14 Ene 2011 19:57
Ubicación: Zaragoza
Contactar:

Mensaje sin leer por Maria Pilar Gonzalo »

Fran Ríos escribió:Nunca te había comentado este texto, una lejana vez, cuando lo leí en un foro lejano, te pregunté acerca de su ubicación en el tiempo, si era una era real o imaginaria. Hoy, que me ha perecido tan precioso como entonces, lo vuelvo de nuevo a preguntar por el mero placer de quedarme con la duda.


Sí, fue hace mucho tiempo aunque no fue en un foro...

La era real es el recuerdo súbito de mi madre, en ella pensaba cuando escribí este pequeño relato, el tiempo en el que se desenvuelve la trama podría haber sido otro, pero yo siempre ví a mi madre como una reina sin reino ni corona, aunque con más majestad que cualquiera que la ciña.

Te agradezco muchísimo que hayas comentado este cuentito, que sin ser de navidad, me mueve todo por dentro.

Te mando un beso muy fuerte.
Homo homini lupus (Tito Macio Plauto)
Responder

Volver a “Foro de Prosa”