Contemplación

[Rafael Valdemar]

Aquí fue quedando el poso de este sorbo añejo
que lo mismo que un brebaje tóxico intimida
y se torna desafiante como un glaciar
que mira con los ojos furtivos de la luna
en noches heladas cuando al corazón
que llega de la niebla es herido
por una puñalada de escarcha.

Siempre estoy con esa benévola tristeza
de quien sabe que amar es importante, vivir no,
y sintiendo arder los rescoldos de la infancia
aunque sólo queden cenizas cubriendo su cadáver.
Pero a veces se oye el crepitar de su música
que llega entre cándidos arpegios y yo bailo
para nadie el penúltimo vals de los suicidas.

Hay días que muerdo las márgenes del futuro
tratando de hallar dentelladas de justicia
porque advierto las miserias dormir en la opulencia,
pero crece por la sangre el dolor de una utopía
y me nace un hombre que todo lo que del amor sabe
lo aprendió de alguien que nunca fue amado.

Y sigo contemplando el mundo, vistiendo
la desnudez del alma con harapos de clemencia.
Nadie escucha esta plegaria, se callan mis sentidos,
descienden a los más bajo de la humana condición
y se abren grietas profundas que delatan
mi identidad de fango y me aferro desnudo
a una balsa de arcilla mientras asisto al combate
por la vida donde al final nadie es ganador.

[Mirta Elena Tessio]

Aquí fue quedando el poso de este sorbo añejo
que lo mismo que un brebaje tóxico intimida
y se torna desafiante como un glaciar
que mira con los ojos furtivos de la luna
en noches heladas cuando al corazón
que llega de la niebla es herido
por una puñalada de escarcha.

Siempre estoy con esa benévola tristeza
de quien sabe que amar es importante, vivir no,
y sintiendo arder los rescoldos de la infancia
aunque sólo queden cenizas cubriendo su cadáver.
Pero a veces se oye el crepitar de su música
que llega entre cándidos arpegios y yo bailo
para nadie el penúltimo vals de los suicidas.

Hay días que muerdo las márgenes del futuro
tratando de hallar dentelladas de justicia
porque advierto las miserias dormir en la opulencia,
pero crece por la sangre el dolor de una utopía
y me nace un hombre que todo lo que del amor sabe
lo aprendió de alguien que nunca fue amado.

Y sigo contemplando el mundo, vistiendo
la desnudez del alma con harapos de clemencia.
Nadie escucha esta plegaria, se callan mis sentidos,
descienden a los más bajo de la humana condición
y se abren grietas profundas que delatan
mi identidad de fango y me aferro desnudo
a una balsa de arcilla mientras asisto al combate
por la vida donde al final nadie es ganador.

Muy buen trabajo Rafael has pegado un salto cuántico en tu poesía.
Me gustan las imagenes y algunas muy logradas metáforas.
Te felicito. Arriba entonces tu bello poema , abrazos.-

[Simon Abadia]

He disfrutado de tu bello trabajo con imágenes que ensalzan los versos.
Te felicito Rafael.

[Rafael Valdemar]

Mirta gracias por pasarte por el poema y dejar tus palabras

saludos

rafael

[Ramón Castro Méndez]

Magnífico poema, Rafael, trufado de hermosas y muy logradas imágenes que expresan soledad y decepción.
Mi felicitación.

Un fuerte abrazo.

[Hallie Hernández Alfaro]

.

Una hermosa entrega, querido compañero.
Gracias por compartir.

Salud y felicidad.

[Pablo Sales]

Un gran poema, Rafael. Merece todos lo elogios.

[Pilar Morte]

Un poema triste pero hermoso, y que tiene imágenes logradas. Un placer leerte.
Abrazos

[Rafael Valdemar]

gracias simón por pasarte por mis versos y dejar tus palabras

saludos

rafael

[Ricardo López Castro]

Buen poema, Rafael.
Abrazos y felicidad.

[Rafael Valdemar]

Ramón gracias por pasarte por mis versos y dejar tus palabras saludos

rafael

[xaime oroza carballo]

Aquí fue quedando el poso de este sorbo añejo
que lo mismo que un brebaje tóxico intimida
y se torna desafiante como un glaciar
que mira con los ojos furtivos de la luna
en noches heladas cuando al corazón
que llega de la niebla es herido
por una puñalada de escarcha.

Siempre estoy con esa benévola tristeza
de quien sabe que amar es importante, vivir no,
y sintiendo arder los rescoldos de la infancia
aunque sólo queden cenizas cubriendo su cadáver.
Pero a veces se oye el crepitar de su música
que llega entre cándidos arpegios y yo bailo
para nadie el penúltimo vals de los suicidas.

Hay días que muerdo las márgenes del futuro
tratando de hallar dentelladas de justicia
porque advierto las miserias dormir en la opulencia,
pero crece por la sangre el dolor de una utopía
y me nace un hombre que todo lo que del amor sabe
lo aprendió de alguien que nunca fue amado.

Y sigo contemplando el mundo, vistiendo
la desnudez del alma con harapos de clemencia.
Nadie escucha esta plegaria, se callan mis sentidos,
descienden a los más bajo de la humana condición
y se abren grietas profundas que delatan
mi identidad de fango y me aferro desnudo
a una balsa de arcilla mientras asisto al combate
por la vida donde al final nadie es ganador.

Contemplación activa en tu poema, compañero. Con tu permiso quisiera destacar estos versos que han atrapado mi lectura:

"Hay días que muerdo las márgenes del futuro
tratando de hallar dentelladas de justicia
porque advierto las miserias dormir en la opulencia,
pero crece por la sangre el dolor de una utopía
y me nace un hombre que todo lo que del amor sabe
lo aprendió de alguien que nunca fue amado."

Gracias por compartirlo.

Fonda aperta.

[Antonio Justel]

"
Y sigo contemplando el mundo, vistiendo
la desnudez del alma con harapos de clemencia".


... amigo Rafael - poeta - duro, duro y profundo alegato de versos concatenados dentro del alma como yugo uncidor y domeñante a un tiempo; espléndido poema en definitiva, lleno o plagado de de encanto y buen hacer, lo cual tanto y tanto se celebra, amigo. felicitaciones, pues. a. justel/Orión