Ana García escribió: ↑Mié, 09 Feb 2022 21:51
Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Mié, 09 Feb 2022 20:50
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Me ha gustado mucho, querida Ana.
Logras una dualidad impetuosa y muy asertiva.
Los deseos a contracorriente, en extraña simbiosis.
El vídeo suma.
"Y en un primer mordisco,
—abierta para su goce—
por fin, completamente entregada,
mi nacimiento tendría sentido."
Fuerza de mil caballos en esta estrofa.
Felicitaciones sinceras y gracias por estar; abrazos.
El mundo de los deseos es un arma de doble filo, y literariamente hablando nos da mucho juego. Deseamos, es lícito desear, siempre pensando en lo que no tenemos, o en lo que tenemos y no queremos. Si yo fuera..., si yo tuviera... ¿Por qué yo no?
Eso sin meternos en la envidia que queda a un paso del deseo.
¡Qué rollo te he metido!
Gracias por tu comentario que siempre me hace pensar.
Un abrazo.
Me parece muy interesante todo lo que se va desprendiendo de tu trabajo.
Es cierto lo que dices: el mundo de los deseos es un territorio complejo y fascinante al mismo tiempo.
Mientras leía
Voy a comerte me vino a la cabeza
Dos, la peli dirigida por Mar Targarona. Simbolismo oscuro, puro y duro; atreverse a la simbiosis total, arriesgarse a su indivisibilidad, estar de pronto tan unido al otro que no hay posibilidad de escape. Costuras que no ceden sino a un precio demasiado alto.
Volviendo a tu poema, las coordenadas de la espera (erótico/amorosa) bajo el influjo de la energía de la carencia, esa energía de mendicidad que cruza y vuelve a cruzar la fortaleza de los deseos; a veces los hace estirar la mano para recibir el 5 de oros (Tarot). Estoy intentando dar atención a esa pulsión tan arraigada en los humanos, tan aceptada por el subconsciente. Uff, me he ido por los cerros de Úbeda, querida Ana.
Gracias por la paciencia, eh.
Abrazo grande y felicidad a raudales.