Ventura Morón escribió:...
Una ciudad vive en mí.
A veces, no puedo reconocerla,
se mezclan
los barrios como pedazos inconexos
hechos con ladrillos de realidad y cemento de sueños.
Me gusta pararme en sus parques. Muchas veces
están desiertos. El sol dora los verdes
y templa desnuda la piel en calma, tapizando de luces
párpados y ventanas que, abriéndose encienden
los senderos ocultos que conectan la memoria.
Hay suburbios en los que no puedo entrar.
Las deslenguadas carreteras
parecen estar cortadas y las aceras
son toboganes al vacío por los que transitan sólo fantasmas
inconscientes de ser ya sólo una instantánea del olvido.
Debo ir mucho en coche, pues veo a gente
llenar otras calles, pasear mudos
por las arterias blancas de esta urbe inundada
del eco ahogado de disonantes latidos,
dejando sorda la vida.
Quisiera llegar a su noche. Ver cómo van prendiéndose
de los recuerdos las farolas, reflejando
en el suelo mojado
mi rostro en movimiento, un rostro de pez
que no pudiera girar al cielo para ver las estrellas.
.
.
.
Somos todo eso, una urbe que muchas veces no se reconoce.
Me alegra que se haya distinguido este poema, que entre otras cosas, hace más llano el llegar a él., cuando muchas veces se nos escapan de leer. Un placer haberlo encontrado, saludos, Luna.-