Naufragio

[Andreas S.]

NAUFRAGIO

Sin duda la tristeza es azul.
Es azul como el negro desencanto
del amor que naufraga
y pierde poco a poco lo que fueron
las costillas sensibles de su historia.
¿Cómo es posible que en tan poco tiempo
solo queden los clavos
de aquella nave próspera de luz?

El fin comienza con la cruz del gusto.
Las lenguas ya no saben ni recuerdan
de qué les viene ese color a guinda.
El fruto rojo de los besos tiembla
sobre la escama blanca del olvido…

¿Quién tiñó de coral mis labios tristes?,
¿quién me enseñó a leer los horizontes
desde el balcón de aquellos cerezales?

A veces siento el jugo
de tu risa en mi boca
cuando la madrugada rueda y calla…,
¡pero nunca eres tú!, ¿quién eres tú?

Al tiempo, se acartona y muere el tacto.
Las yemas se endurecen con excusas
y las caricias giran sobre el mármol
con la arrogancia y la torpeza boba
de quien quiere sentir
la textura del mundo en sus estambres…
¡Pero en sus yemas ya no queda polen!,
solo una lluvia sorda de ceniza.

¡¿Quién garabateó con su carmín
las fachadas que dan hacia los mares
que rugen en mi pecho?!

¿Quién me agarraba de la mano, quién
emborrachaba los pezones sedientos
de aquellos electrones
que cubrían mi piel?

A veces siento que tu luz me toca
cuando la madrugada rueda y calla…,
¡pero nunca eres tú!, ¿quién eres tú?

No tardan en cerrarse las ventanas
que surten de celeste los oídos.
Y aquella voz tan limpia y transparente
que jugaba a la comba
y hacía piruetas en el aire
desaparece, así, sin más, y queda
la sedación de un eco
cabalgando en la cresta de las ondas.
Y ahí te quedas tú como asombrado
tratando de entenderte (con mentiras)
entre un bosque de mástiles afónicos
y una manada histérica de hienas
lamiendo los tendones de su presa.

¿Quién incrustó en mi pecho el saxo rojo
que colmó con su aullido y su lamento
las noches más felices de mi vida?

A veces creo oír tu voz de luna
cuando la madrugada rueda y calla…,
¡pero nunca eres tú!, ¿quién eres tú?

Y ya casi al final
claudican los olores
y con ellos se esfuman los recuerdos.
Es de esta amnesia de la cual se nutre
el imperio brutal del desapego.
Porque el amor no existe
si no visitas su ribera añil
y dejas que el aroma de los sauces
y los cantos del río
te cuenten lo que fuisteis…

«Que las espinas del rosal nos sirvan
para gozar del alma de sus rosas»,
me recitabas..., pero no era cierto.

¡¿De quién era el perfume, de qué boca
deshojé aquellos pétalos de rosa?!

A veces siento el viento de tu ser
cuando la madrugada rueda y calla…,
¡pero nunca eres tú!, ¿quién eres tú?

Y al final, la ceguera…

Resulta sorprendente (casi tierno)
que una vez rematados los sentidos
uno siga buscando las quimeras
en las mentiras que ya no recuerda.

Y palpas el espacio de tus cuartos…
Cuartos sin muebles, cuartos de mudanza,
«se vende casa», pone en un cartel.
Pides auxilio, lloras como un niño,
pero nadie te escucha y estás solo.
Y follas otros cuerpos y te bebes
lo que te falta y lo vomitas todo
salvo la puta hiel de la tristeza.


Y lo comprendo todo... ahora, al fin.


Fluctúa nuestra esfera en el ocaso
entre mi mar azul —ya casi negro—
y el rosa de tu cielo.
Los epitafios de la vida son
tan bellos como tristes...

Y siento que naufraga el cuerpo entero
hasta quedar postrado en mis rodillas
en esta madrugada que no cesa.

Y el astro colosal de lo que fuimos
se desvanece allá en el horizonte.


Kalkbadan
En Madrid, a 23 de agosto de 2019

[Rosario Martín]

Qué maravilla...
He tomado café y he saboreado poesía, Andreas,
pero el paisaje inmenso de estos versos
hay que disfrutarlo con más calma, volveré...
Un placer de lectura, amigo,un abrazo.

[E. R. Aristy]

"A veces siento el jugo
de tu risa en mi boca
cuando la madrugada rueda y calla…,"


Me ha gustado mucho éstos originales versos reluscientes de aciertos, Andreas. ERA

[Luis M]

Es de esta amnesia de la cual se nutre
el imperio brutal del desapego.


Resulta sorprendente (casi tierno)
que una vez rematados los sentidos
uno siga buscando las quimeras
en las mentiras que ya no recuerda.

Y palpas el espacio de tus cuartos…
Cuartos sin muebles, cuartos de mudanza,
«se vende casa», pone en un cartel.
Pides auxilio, lloras como un niño,
pero nadie te escucha y estás solo.
Y follas otros cuerpos y te bebes
lo que te falta y lo vomitas todo
salvo la puta hiel de la tristeza.


Y el astro colosal de lo que fuimos
se desvanece allá en el horizonte.

Un gran y muy hermoso poema, Andreas. Estos versos que destaco me gustaron de manera especial. Pero siéndote muy sincero (y como hay confianza para decírtelo ) pienso que hay versos y estrofas que para mi gusto resultan demasiado líricas (principalmente entre las escritas en letra cursiva), y contrastan en exceso con el resto del poema. También me gustaba mucho el verso de las "rodillas" inicial, que me parece que has cambiado. En su conjunto el poema me gusta (como todo lo que escribes), pero creo que tiene margen de mejora. En cualquier caso siempre me supone un verdadero y enorme placer leerte, y por supuesto puedo estar equivocado en mis apreciaciones. Mis felicitaciones y abrazo, querido amigo.

[Andreas S.]

Qué maravilla...
He tomado café y he saboreado poesía, Andreas,
pero el paisaje inmenso de estos versos
hay que disfrutarlo con más calma, volveré...
Un placer de lectura, amigo,un abrazo.

Querida, Rosario, qué bien saber de tu rastro por estos versos.
Un poema dedicado a ese desgarro de saber que ya no hay vuelta atrás, que todo terminó.
Y quizá fue lo mejor, o tal vez no, o tal vez sí, o tal vez no...
Es un dolor que pasa, como todo en esta vida, pero el pico de su golpe es muy bestia.
La mentira es una gran protagonista en todo naufragio, pero tarde o temprano la máscara se desprende y no queda más remedio que asumir el vacío y abrazarse con fuerza las rodillas hasta que el dolor escampe.
Feliz semana, compañera.
¡Abrazo fuerte!

[Andreas S.]

"A veces siento el jugo
de tu risa en mi boca
cuando la madrugada rueda y calla…,"


Me ha gustado mucho éstos originales versos reluscientes de aciertos, Andreas. ERA

Me alegro, estimada ERA, que estas letras fueran de tu gusto. ¡Gracias por tu comentario!
Un abrazote.

[Andreas S.]

Es de esta amnesia de la cual se nutre
el imperio brutal del desapego.


Resulta sorprendente (casi tierno)
que una vez rematados los sentidos
uno siga buscando las quimeras
en las mentiras que ya no recuerda.

Y palpas el espacio de tus cuartos…
Cuartos sin muebles, cuartos de mudanza,
«se vende casa», pone en un cartel.
Pides auxilio, lloras como un niño,
pero nadie te escucha y estás solo.
Y follas otros cuerpos y te bebes
lo que te falta y lo vomitas todo
salvo la puta hiel de la tristeza.


Y el astro colosal de lo que fuimos
se desvanece allá en el horizonte.

Un gran y muy hermoso poema, Andreas. Estos versos que destaco me gustaron de manera especial. Pero siéndote muy sincero (y como hay confianza para decírtelo ) pienso que hay versos y estrofas que para mi gusto resultan demasiado líricas (principalmente entre las escritas en letra cursiva), y contrastan en exceso con el resto del poema. También me gustaba mucho el verso de las "rodillas" inicial, que me parece que has cambiado. En su conjunto el poema me gusta (como todo lo que escribes), pero creo que tiene margen de mejora. En cualquier caso siempre me supone un verdadero y enorme placer leerte, y por supuesto puedo estar equivocado en mis apreciaciones. Mis felicitaciones y abrazo, querido amigo.

¡Querido Luis!, ya sabes que las cañas a las que te invitaré cuando llegue el día será por comentarios como estos.

Me alegra que te gustaran estos versos y muy interesante lo que me dices, especialmente lo del «contraste».
La maquinaria del desapego es poderosa y va neutralizando los sentidos con una eficacia y una rapidez inusitada.
Es un proceso que, a mi parecer, linda con la locura, esa locura en la que se intercalan espasmos de tristeza histérica (yo lírico) con la frialdad sicópata de quien teje su olvido a golpe de mentiras (yo relator). Me pareció sugerente mezclar en el poema esos estados tan propios del singular duelo cuando ya el astro colosal se pierde llevándose una parte de ti. Y ahí te quedas tú, con la máscara en la mano y un dolor bien marcado en la mueca de tu rostro.

El hecho es que en este escrito hay algo que no termina de cuadrarme. Quizá ese «algo» venga de ese choque que mencionas, puede ser. Personalmente creo que le sobran versos y especialmente ciertos "bucles" que suman al tedio.
Le daré una vuelta a la propuesta buscando un resultado más magro y quizá aproveche para poner límite y busque alternativas a esa miel lírica.
Es un lujo tenerte y saberte en mis letras, ya lo sabes. ¡Muchas gracias, amigo!
Abrazo y buena semana.

[Pilar Morte]

Un poema que recuerda, busca la cura y reflexiona. Un pkacer leerte

Abrazos
Pilar

[Andreas S.]

Un poema que recuerda, busca la cura y reflexiona. Un pkacer leerte

Abrazos
Pilar

Muchas gracias, Pilar, por este bello comentario. El pacer es mío.
Abrazos.

[Rosario Martín]

Qué maravilla...
He tomado café y he saboreado poesía, Andreas,
pero el paisaje inmenso de estos versos
hay que disfrutarlo con más calma, volveré...
Un placer de lectura, amigo,un abrazo.

Querida, Rosario, qué bien saber de tu rastro por estos versos.
Un poema dedicado a ese desgarro de saber que ya no hay vuelta atrás, que todo terminó.
Y quizá fue lo mejor, o tal vez no, o tal vez sí, o tal vez no...
Es un dolor que pasa, como todo en esta vida, pero el pico de su golpe es muy bestia.
La mentira es una gran protagonista en todo naufragio, pero tarde o temprano la máscara se desprende y no queda más remedio que asumir el vacío y abrazarse con fuerza las rodillas hasta que el dolor escampe.
Feliz semana, compañera.
¡Abrazo fuerte!

Dicen que la mentira tiene las patas muy cortas
pero puede ser tremendamente destructiva
en su corto recorrido...
Otoño viene de camino, compi,preparemos las acuarelas...
Un fuerte abrazo

[Andreas S.]

Qué maravilla...
He tomado café y he saboreado poesía, Andreas,
pero el paisaje inmenso de estos versos
hay que disfrutarlo con más calma, volveré...
Un placer de lectura, amigo,un abrazo.

Querida, Rosario, qué bien saber de tu rastro por estos versos.
Un poema dedicado a ese desgarro de saber que ya no hay vuelta atrás, que todo terminó.
Y quizá fue lo mejor, o tal vez no, o tal vez sí, o tal vez no...
Es un dolor que pasa, como todo en esta vida, pero el pico de su golpe es muy bestia.
La mentira es una gran protagonista en todo naufragio, pero tarde o temprano la máscara se desprende y no queda más remedio que asumir el vacío y abrazarse con fuerza las rodillas hasta que el dolor escampe.
Feliz semana, compañera.
¡Abrazo fuerte!

Dicen que la mentira tiene las patas muy cortas
pero puede ser tremendamente destructiva
en su corto recorrido...
Otoño viene de camino, compi,preparemos las acuarelas...
Un fuerte abrazo

¡Hola, Rosario! Las tiene, es cierto, pero parece un recurso de la mente cuando nada cuadra y entra en "modo combate" ajustándote la máscara del sesgo cognitivo que nos recompensa con una versión alucinada de lo que pasó. Pero el tiempo se encarga de retirártela cuando ya has rebasado bien el umbral de la estupidez. Suele ser demasiado tarde.
¡Saca esas acuarelas, compañera! Cuánto me alegra verte por aquí.
Abrazo.

[Ana García]

Al tiempo, se acartona y muere el tacto.
Las yemas se endurecen con excusas
y las caricias giran sobre el mármol
con la arrogancia y la torpeza boba
de quien quiere sentir
la textura del mundo en sus estambres…
¡Pero en sus yemas ya no queda polen!,
solo una lluvia sorda de ceniza.

Y follas otros cuerpos y te bebes
lo que te falta y lo vomitas todo
salvo la puta hiel de la tristeza.


Impactante este poema también (acabo de leer el de Mauro). La buena poesía se suda y los comentarios se disfrutan.
Destaco esos versos, pero todo el poema me lo llevaría puesto.
Te felicito.
Un abrazo.

[Rosa Marzal]

Un poema de gran lirismo y belleza, que me ha encantado de principio a fin.

Te felicito, Andreas. Mis aplausos.

Un abrazo, compañero.