Joan Port escribió:Me ha encantado la melancolia de tus versos esa tristeza que solo tienen los
bien nacidos, una forta abraçada amic meu.
gracias , me gusta que te haya encantado
una forta abraçada.
Joan
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Pilar Morte escribió:Me gustaron tus versos. Un placer recorrerlos en esta tarde
Un abrazo
Pilar
Rafel Calle escribió: Precioso poema, amigo Tristany.
Veo que te gustan los aspectos estilísticos del poema, al rimar los quintetos entre sí.
Después, también utilizas la rima pareada, etc.
A mi juicio, lo primero es lo que se quiere transmitir, y ese es un asunto que va estrechamente ligado a la estética que percibe el autor. Estoy de acuerdo con el maestro Gamoneda, cuando dice, en la entrevista que podrás leer en el número de enero de Alaire, que fondo y forma son la misma cosa. Y estoy de acuerdo porque la forma se puede aprender hasta el límite que marca el fondo del autor.
Quiero decir que si no tienes alguna cosa por exponer, la forma te la puedes meter en el bolsillo, de la misma manera que, si conoces el fondo, ya conoces la forma.
En cuanto el fondo se manifiesta, lo hace de una forma determinada, luego, la forma y el fondo son indivisibles.
Otra cosa es que los poetas puedan aprender algunas claves del oficio para que sus trabajos consigan nacer de una ''forma'' más bella, más decisiva hablando en términos poéticos.
El ''fondo'' nace de la ''forma'' que sabe su cerebro.
De eso hablaré próximamente en mi sección de Alaire.
Feliz Navidad.
Un cordial abrazo.
Tristany Joan Gaspar escribió:Por aquí no pasan trenes.
Ni un maldito tren por esta vieja estación.
Carcomidas las aceras.
La carcoma de las noches oxidadas
entre luces de luciérnagas.
Por allí pasando trenes.
Benditos trenes de Gloria y de Salvación.
Ondeando las banderas.
Señales al viento siempre iluminadas
entre luces de mil linternas.
Por aquí no pasan trenes.
Ni brisa, ni niebla. Ninguna sensación.
Pasajeras las esperas.
Paseando entre horas y horas atrapadas
entre luces por siempre ciegas.
Y
por allí pasando trenes.
Desde tu puesto, un sinónimo.
Desde mi puesto
un vasto prado,
propagado y retenido
por la retina de los siglos.
Colores ocre, verde claro.
Más allá de lo más lejano: Horizonte.
Barbilampiños los postes
cadenciosos y plantados en la tierra.
Cadenciosa y solitaria compañía a unas vías
que, calladas, atraviesan
los tímpanos de ciento seis campesinos.
Ciento cuatro campesinos
recostados sobre los márgenes
del vasto prado dorado
(y verde claro)
Rafael Teicher escribió:Me ha gustado la sensación de paso, la huida, el humo.
Haces marchar los versos; truenan los hierros. Te balanceas.
Además de estos golpes de efecto rítmico o cadencioso, me he detenido en la siguiente estación:
"...la retina de los siglos".
Como si el tiempo fuera la superficie del ojo de lo real, o un escote.
Un saludo gentil desde Buenos Aires y hasta otro texto
Rafael
Muchas gracias Julian, me alegro que te haya gustado y que me comentes todo lo que te ha transmitido.julián borao escribió:De este poema me gusta su sensación de desolación, de melancolía, y su decir pausado que nos traslada a la atmósfera que describe, no solamente a la de los lugares sino también a la de las emociones del poeta. Unos excelentes versos de cuya lectura he disfrutado.
Un abrazo.
Julián Borao
Mucha imaginación y gran musicalidad en este poema. Hay sentimiento desolador que se experimenta al leerlo y se acompaña por un ritmo contagioso que se conserva en todo el poema.Tristany Joan Gaspar escribió:Por aquí no pasan trenes.
Ni un maldito tren por esta vieja estación.
Carcomidas las aceras.
La carcoma de las noches oxidadas
entre luces de luciérnagas.
Por allí pasando trenes.
Benditos trenes de Gloria y de Salvación.
Ondeando las banderas.
Señales al viento siempre iluminadas
entre luces de mil linternas.
Por aquí no pasan trenes.
Ni brisa, ni niebla. Ninguna sensación.
Pasajeras las esperas.
Paseando entre horas y horas atrapadas
entre luces por siempre ciegas.
Y
por allí pasando trenes.
Desde tu puesto, un sinónimo.
Desde mi puesto
un vasto prado,
propagado y retenido
por la retina de los siglos.
Colores ocre, verde claro.
Más allá de lo más lejano: Horizonte.
Barbilampiños los postes
cadenciosos y plantados en la tierra.
Cadenciosa y solitaria compañía a unas vías
que, calladas, atraviesan
los tímpanos de ciento seis campesinos.
Ciento cuatro campesinos
recostados sobre los márgenes
del vasto prado dorado
(y verde claro)
Muchas gracias Óscar por tus cuidados comentarios.Óscar Bartolomé Poy escribió:Tristany Joan Gaspar,
Creo que ya había leído con anterioridad este poema, pero es reconfortante volver a leerlo. Me gusta cómo usas la anáfora del título, con ligeras variaciones, y esas descripciones tan naturalistas que haces: "Barbilampiños los postes". A destacar el oxímoron: "entre luces por siempre ciegas". La cadencia de los versos está asismismo bien cuidada.
Un placer volver a encontrarme con tu poesía. Un fuerte abrazo, mi amigo Joan.
Iben Xavier Lorenzana escribió:.
Por aquí no pasan trenes.
Ni un maldito tren por esta vieja estación.
Muy interesante ese ambiente de decadencia que se relata para transmitir otros sentimientos igualmente profundos. Enhorabuena.
Iben Xavier
,
Muchas gracias Iben Xavier por capatar esos sentimientos.
Un fuerte abrazo
Joan
No te equivocas Aubriel, ahí está el corazón del poema, lo que viene a continuación ya son sueños.Aubriel Camila de la Prad escribió:Tristany Joan Gaspar escribió:Por aquí no pasan trenes.
Ni un maldito tren por esta vieja estación.
Carcomidas las aceras.
La carcoma de las noches oxidadas
entre luces de luciérnagas.
Por allí pasando trenes.
Benditos trenes de Gloria y de Salvación.
Ondeando las banderas.
Señales al viento siempre iluminadas
entre luces de mil linternas.
Por aquí no pasan trenes.
Ni brisa, ni niebla. Ninguna sensación.
Pasajeras las esperas.
Paseando entre horas y horas atrapadas
entre luces por siempre ciegas.
Y
por allí pasando trenes.
Desde tu puesto, un sinónimo.
Desde mi puesto
un vasto prado,
propagado y retenido
por la retina de los siglos.
Colores ocre, verde claro.
Más allá de lo más lejano: Horizonte.
Barbilampiños los postes
cadenciosos y plantados en la tierra.
Cadenciosa y solitaria compañía a unas vías
que, calladas, atraviesan
los tímpanos de ciento seis campesinos.
Ciento cuatro campesinos
recostados sobre los márgenes
del vasto prado dorado
(y verde claro)
Por aquí no pasan trenes.
Ni brisa, ni niebla. Ninguna sensación.
Tal vez me equivoque (ya sabés que la poesía se interpreta desde uno mismo) pero para mí en esos versos está el corazón del poema.
Me gusta ese juego de opuestos "por aquí no pasan trenes - por allí sí".
Besos, Joan, siempre es un placer leerte.
Tristitia Marisol escribió:Tristany Joan Gaspar escribió:Por aquí no pasan trenes.
Ni un maldito tren por esta vieja estación.
Carcomidas las aceras.
La carcoma de las noches oxidadas
entre luces de luciérnagas.
Por allí pasando trenes.
Benditos trenes de Gloria y de Salvación.
Ondeando las banderas.
Señales al viento siempre iluminadas
entre luces de mil linternas.
Por aquí no pasan trenes.
Ni brisa, ni niebla. Ninguna sensación.
Pasajeras las esperas.
Paseando entre horas y horas atrapadas
entre luces por siempre ciegas.
Y
por allí pasando trenes.
Desde tu puesto, un sinónimo.
Desde mi puesto
un vasto prado,
propagado y retenido
por la retina de los siglos.
Colores ocre, verde claro.
Más allá de lo más lejano: Horizonte.
Barbilampiños los postes
cadenciosos y plantados en la tierra.
Cadenciosa y solitaria compañía a unas vías
que, calladas, atraviesan
los tímpanos de ciento seis campesinos.
Ciento cuatro campesinos
recostados sobre los márgenes
del vasto prado dorado
(y verde claro)
Mucha imaginación y gran musicalidad en este poema. Hay sentimiento desolador que se experimenta al leerlo y se acompaña por un ritmo contagioso que se conserva en todo el poema.
Me parece haberlo leído antes, pero siempre es un placer visitarte.
Un abrazo infinito, Joan.