Marisa Peral escribió:Antonia Mauro escribió:
Vengo de nuevo, elenamorado, para dejarte mi felicitación por el merecido reconocimiento a tu poema.
Un abrazo fuerte.
Y yo vengo de nuevo a darte más gracias.
Otro abrazo para ti.
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Marisa Peral escribió:Antonia Mauro escribió:
Vengo de nuevo, elenamorado, para dejarte mi felicitación por el merecido reconocimiento a tu poema.
Un abrazo fuerte.
Muchas gracias Rosa. Me alegro que te haya gustado.Rosa Marzal escribió:Aplaudo este poema tan sugerente y lleno de aciertos poéticos. Me ha gustado mucho.
Enhorabuena por el reconocimiento obtenido, Antonia.
Un abrazo.
Muchas gracias Ana.Ana Muela Sopeña escribió:Genial poema, Antonia:
Es sugerente a más no poder. Muy misterioso.
Esta línea de poesía te va.
Enhorabuena
Un beso grande
Ana
Muchas gracias Sr. Ferreiro, cómo se nota que te caigo bien, cosa normal por otro lado (emoticono de capulla).J. J. Martínez Ferreiro escribió:NORABOA, por este recoñecemento, Antonia.
Este poema tiña que estar aquí á forza, igual que casi todo o que escribes.
Unha forte aperta.
Un biquiño.
Muchas gracias Era. No tanto, ya me gustaría. De haberlo tenido o haber sabido explotarlo me hubiera ganado la vida de otra cosa completamente distinta: mi vocación frustrada.E. R. Aristy escribió:Enhorabuena, Antonia! Merecidísimo reconocimiento a tu gran talento y dicientes versos. Un abrazo fuerte! ERA
Muchas gracias Luis.Luis M. escribió:Las nubes sin fracturas son raras pero enormemente balsámicas cuando les da por llover y uno prescinde de paraguas. Felicidades por el reconocimiento, Toñita. One, compi.
Muchas gracias Ana, coincidimos, para mí también, es el que más me gusta y el más significativo y especial.Ana García escribió:Los ojos de los pájaros son difíciles de mirar.
Te felicito por este poema. Es el que más me gusta de los que te he leído.
Salud.
Antonia Mauro escribió:Voy repleta de nubes sin facturar.
Una mujer de azul me mira.
Mis ojos se sostienen en los suyos y la fotografío.
Entre Renoir y Matisse sus manos.
Última parada: el cielo estalla al mismo tiempo que mis latidos.
Insólitamente la nieve cae igual de fría bajo el sol.
Una mujer de azul me mira.
Entre Renoir y Matisse un asiento vacío.
En un rincón de mi maleta el silbido de un pájaro me llama
y lo busco y lo busco y lo busco...
Repleta de nubes sin fracturas.
¿Te gustan los pájaros?
Me gustan las cuencas azules de sus ojos tristes.
...