Óscar Distéfano escribió:Un poema con una buena carga de lirismo, con ritmo impecable, con un argumento sonetil; es decir, con una dosis aumentada de discurso racional. Esta forma llevada al verso libre me resulta muy interesante, ya que el lector se queda pensando en las mil variantes de esa conclusión a la que llega el poeta. El lector disfruta de un poema como en los tiempos clásicos: aprehensible y meditable. Yo, personalmente, comparto ese modo de ver la vida, esa búsqueda incansable, a pesar de la evidente ausencia. Sólo me queda un regusto intermedio: "así como comprendo lo imposible, en que es posible también sigo creyendo". Con esta paradoja me despido y te aplaudo, amigo.
Un abrazo.
Óscar
¿Qué estupendos comentarios haces siempre, amigo Óscar! Verdaderamente das muestras de una gran capacidad literaria, capacidad que yo admiro.
De las mil variantes que mencionas, expongo una: dado mi escepticismo, no creo que nada sea verdad "para mí". La verdad es una noción que invento yo para adaptar la vida que percibo al peculiar funcionamiento de mi cerebro de humano.
Tu paradoja es buenísima y ya he cavilado mucho sobre ella. Gracias por tus palabras, siempre bien acogidas.
Recibe un cordial abrazo.
Jerónimo