Quién iba a imaginarse

[M. Sánchez]

Yo conozco un poema que no me cabe entero en el salón
y que no me permite salir nunca con vida.
Quién iba a imaginarse lo fácil que resulta
subir en ascensor hasta tu casa,
servirte un Pinot Noir del 16,
acomodar tu estado a un tiempo portentoso,
y leer lentamente ese verso homicida de Vallejo
que acabará contigo.
De verdad, no sé si pertenezco a ese club de personas
que le toman prestado a la inocencia un poco de su horóscopo,
algo de liquidez,
la extroversión de luz que ordena a cada iris para siempre,
y luego tienen tiempo todavía
para entrar en un mundo que no les corresponde,
sin llamar a la puerta. O soy aquel que ha hurtado
y ahora espera paciente
que vengan a buscarle la fuerza y el hastío,
y le detengan.

[Marisa Peral]

Me gusta la fuerza, la originalidad de los temas que escoges, el fondo y la forma de transmitir esa emoción y la facilidad con la que nos haces imaginar que un poema no nos quepa en el salón.
Me encanta, sí, siempre.
Un abrazo.

[Ricardo López Castro.]

La duda existencial forma parte del juego, de la identidad e incluso rectitud de cada uno.
Me gustaron tus versos.