Desde que intuyo sombras

[M. Sánchez]

Para qué desgranar lo que no existe.
Para qué, por ejemplo, los murciélagos,
el mundo, las preguntas,
si Dios duerme la siesta bajo un castaño antiguo
y alguien nos asegura que no tiene teléfono.
Desde que intuyo sombras
y luego voy al médico
he comprendido
que meterme en los charcos solo acaba trayendo
faringes inflamadas,
o unas ganas enormes de temblar por los ojos
y dejar de ser viejo.
Hay gente afortunada a quien se le permite
clavar en las paredes el tiempo transcurrido,
hacer que sea de día
con solo molestarse en prender una vela.
Las nubes se han llevado todas mis posesiones:
el color del domingo por la tarde,
las murallas de lirios,
los Damascos nocturnos,
la ambición por los versos que mueren en la boca.

[Ricardo López Castro.]

Esas nubes traerán consigo algo bueno, como este poema que exuda sentimiento y fervor.
Me ha complacido mucho leerlo.
Un abrazo con mis mejores deseos y bendiciones!