Mamá se ha ido el monstruo
se fue el dolor
Mercurio sube a la flor y la amamanta
yo siempre quise nacer
y casi lo consigo
nadie te culpa de no haber parido
al paraíso
llora toda ese miedo
que se adueñó de tu tibieza
ahora el lecho es también de agua
no pienses más que las sábanas
se verían mejor almidonadas
y que alguna mano sucia
arruinará tu arduo e interminable trabajo
mamá,
llegó el final y no hemos empacado
llegó, a pesar que cambiamos de continente
no sabes hoy que yo aprendí algo
cuando vino el camión de la basura
a recoger los ombligos
que guardabas junto a los rizos y los dientes de leche
se fue la muerte, mamá,
el monstruo con cabeza de billetes
se le acabó la tinta
no sufras más por haber nacido
por tener la sangre caliente,
y la presión del mercurio
oscilando en tus pupilas
mientras hervía el ajo para un té
que desatara la soga que llevas en el cuello
no maldigas más el día en que naciste
eso ya pasó,
la gente murmura,
¿pero que van a decir ahora que completamente te desnudas?
mamá,
hoy tienes otro hijo por morir
otra cara cuelga de tu rostro
no dejes que las manos busquen forzosamente
un número que conecte a Dios
Dios deja que muramos
plácidamente el universo
nos da albedrío
no te flageles más por tus errores
no pongas más resistencia
la noche también ha envejecido
es el día de tu renacimiento
el cáncer del dolor no tiene más que corroer
Mercurio flota en los espacios siderales
su voz viaja
se ha dado a la aventura de hacer vibrar
las cuerdas de los más duros,
el llanto es bueno,
porque es nunca tarde,
mamá, si el té se enfría,
no me culpes de haber nacido
cuando todos mueren con el día.
No corras más, mamá
el cielo se despega como una capa más sobre la herida
no tuvo que ser así,
pero lo fue, y ya se ha ido.
Alégrate hoy mamá,
la orquidea ha cumplido su promesa de ser flor
en las porosidades de tu tallo
no sufras más el agridulce tormento de los cambios
no hay rechazos, ni abortos
ni desperfectos
Dios no se equivoca
no dudes más, no quieras entender más,
no te quemes más en tu propio fuego
mamá la memoria no está en tu cabeza
ni sorprendentemente en tu corazón
la memoria también se va
Mercurio cromo sobre los raspones
de tu aterrizaje forzoso al país del olvido
no te sigas haciendo rodillas en las basílicas
Mercurio también murió preguntado
solo miramos al través del metal
las cartas escritas al revés
el mundo es una cartera donde hay que crear
compartimientos secretos,
los asaltadores tienen hambre de lo fácil,
es verdad, tienes razón
Pero te digo,
suelta tu bolsa, mamá,
las aguas de la vida son gratis,
si tienes sed, ve, toma
se te abrirá la fuente,
la vida es un río que converge al mar
el mar que derrama la luna se llama mamá,
tu eres mi corriente
vamos, un buque nos espera
la vida, la muerte, somos vida, mamá.
E. R. Aristy
