Editorial Alaire

Yo tambien leo el libro de la noche
aunque mis ojos están huecos,
y mi mente sea una interfase,
proyectada holograficamente por protoplasma.

Expando mis alas con hilos invisibles,
tejidos pulsantes blandidos de metástasis,
sangre seca que se escarifica/ formando
extrañas esculturas apócrifas/ reinando
la estepa de mi esqueleto.

Las estrellas bajan en forma de luciérnagas,
contrayendo mis músculos/ derramando
una espesa pus infecciosa/ arrastrando
brillantes toxinas encarnadas en los nervios.

Constelaciones necrofilias
de luces que hace mucho se extinguieron
caducadas en estados opioides de conciencia
aséptica corona de espinas para el vermis
de dioses ciegos y rancios.

Hugo Zepeda, subo este poema, intentando hacer uncomentario del mismo, lo que uno cree leer, o lee, adivinando laintenciòn o el orìgen,pero que la mayorìa de las veces, no coincide conlo que su autor quiso expresar.
Recurrì a ciertas fuentes para saber de què se hablaba frente a ciertascitas, aunque no habrìa sido necesario para decir que este poema, captòmi atenciòn por el despliegue de imàgenes y sensaciones, ademàs de supoder residual.
En suma: me gusta su voz poètica.
Saludos, Luna de Nos.-

Hola Hugo.
me ha gustado este poema.
Más allá del aparente vocabulario un tanto sobrecargado hay un ambiente muy interesante, por lo que dice de ti, de lo que proyectas...
Es un poemka que transmite emociones intensas. A mi me ha gustado mucho.

Un afectuoso abrazo
Joan