Editorial Alaire

Precioso, Juan, me deja encandilada tu soneto. Un abrazo.

Juan Fionello escribió:




Lo que tu piel conoce de mi boca,
catecismo de lengua y de saliva,
es el dogma veraz que me objetiva,
el credo que te afirma y que te invoca.

Conoce de ella que es arena y roca,
a la vez permanente y evasiva,
o la sábana santa y adhesiva
que se extiende, te cubre y te provoca.

Producto de penumbras y de años,
lo acumulado en ella es el acervo
que recoge tu piel y que transmite

a la nación de amantes ermitaños,
que fundaron la atmósfera y el verbo
en la tierra del íntimo escondite.

Preciosos y atrevidos versos, Juan
Enhorabuena,

Víctor

Ya te lo dije y te lo repito. Magnífico soneto tanto en la forma como en lo que cuenta.
Un abrazo.
Pepa

Contar con un buen soneto, siempre es una aportación gratificante para cualquier obra y la nuestra no puede ser una excepción.
Abrazos.

Maria Pilar Gonzalo escribió:Me alegro de que hayas subido este poema porque ha sido un precioso hallazgo.

Con versos como éstos va a quedar un libro excelente.

Te dejo mi cariño y mi admiración Juan.

Y yo me alegro de que lo hayas leído con esos ojos llenos de generosidad con los que sueles leerme, Pilar. Muchas gracias por tus animosas palabras.

Un abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:Juan, no andaba yo por estos lres cuando pusiste este soneto.
Ahora tengo la ocasión de aplaudir el buen manejo de tus rimas.
El buen soneto es y fue la clave del buen hacer lírico
para los amantes de la poesía clásica.

Un abrazo

Guillermo

Muchas gracias, Guillermo. Este soneto es importante para mí y tu opinión, como el gran sonetista que eres, me llena de ánimo.

Un abrazo.

ROBERTO LÓPEZ escribió:

Juan Fionello escribió:




Bellísimo soneto, Juan, real, realista, objetivo y objetivador de la sensual experiencia. Abrazos.

Muchísimas gracias, Roberto. El soneto es una fórmula poética difícil y enormemente gratificante. Me alegra mucho que te haya gustado.

Un abrazo.

Pablo Ibáñez escribió:Juan,

había leído en su día este soneto y me había parecido precioso. No lo comenté por vagancia, o por lo que fuera.

En esta segunda apromación entra en mi categoría de estratosférico.

Como decía Robert de Niro en "Una terapia peligrosa": Tú... tú eres bueno...

Salu2

Ja,ja,ja. Pablo. Dicho por tí solo puedo sentirme orgulloso. Creo que eres un sonetista excelente, mientras que yo, en estas estructuras, soy un simple advenedizo. Me alegra de verdad que te guste, porque además no sé cuando me animaré de nuevo a repetir con el soneto (aunque tengo últimamente un endecasílabo dándome vueltas por la cabeza que a lo mejor se merece que le busque otros trece como compañía, en fin, ya veremos)

Un abrazo.

Hasta siempre

Grandes sonetos publicados en Alaire: Lo que tu piel conoce de mi boca, de Ramón Ataz.