Editorial Alaire

Hace la ternura nido
en la pupila inocente
de los niños, y prudente,
como diciendo ¡no he sido!

se gana tan al descuido
el corazón de la gente,
que hasta el menos indulgente
cae a sus ojos rendido.

Guardemos esa pureza
de miradas infantiles
en memorias de certeza,

para que sean candiles
de brillante fortaleza
en los momentos hostiles.



Mario.

Bello y tierno, con esa mirada inocente de los niños, que conmueve y hace despertar esperanzas. Con tu hacer impecable, Mario.

Saludos y un gran abrazo desde México.

Mario Martínez escribió:Hace la ternura nido
en la pupila inocente
de los niños, y prudente,
como diciendo ¡no he sido!

se gana tan al descuido
el corazón de la gente,
que hasta el menos indulgente
cae a sus ojos rendido.

Guardemos esa pureza
de miradas infantiles
en memorias de certeza,

para que sean candiles
de brillante fortaleza
en los momentos hostiles.



Mario.

asimismo, estimado poeta, guardemos esa pureza. Gracias por esa imagen en versos.


Spin

Gracias Marina.
Es uno de los poemas que integran mi libro "Nido de sonetos" publicado el pasado año.
Me alegra que te gustase. Abrazos.
Mario.

No hay nada que produzca más ternura que un niño, tu poema también la tiene
Siempre me gusta leerte
Abrazos
Pilar

Gracias Lourdes, me alegra saber que el sonetillo te gustó. Un abrazo.
mario.

Amigo Mario
Y como nos iluminan esos candiles en el día a día. Y con que gracia y estilo lo cuentas. Un privilegio estar presente.
Un abrazo.
Pepa

Gracias Pilar.
Sabes que también a mí me encantan tus poemas. Un abrazo.
Mario.

¿Por qué los niños son siempre el espejo donde nos gustaría mirarnos?

Y me pregunto más ¿dónde y por qué tambien, cambiamos los ojos y ahora miramos siempre bizcos?
En fin... un abrazo mediterráneo.

Hola Mario.
Excelente ritmo para transmitir la emoción de la manera que lo haces.
Una preciosidad más.

Te envío un fuerte abrazo

Joan

Amigo, Mario:

¡Cómo no, pequeñas estructuras para pequeñas referencias. Pero qué grandes ambas!

Soneto en octos que nos deja un deseo (precioso por imposible, yo creo). Conservar la pureza de la infancia como valor de fortaleza en la adversidad (Aunque, precisamente, es la adversidad quien va royendo esa pureza en la vida ¿no?).

Un trabajo, muy de tu estilo, que no decepciona y, como acostumbra, nos llama a reflexión después del deleite.

Felicidades. Recibe un abrazo,

Juanjo

Mario Martínez,

Guardamos en nuestro interior
a un niño
es el respaldo de las buenas cosas
de la vida...

Magnífico sonetillo... te felicito

un abrazo fuerte

Hermoso, tierno... Muy especial.
Un sonetillo bien logrado.
Felicidades

Bien mario, gracias por tu comentario, buen poema
javier

Con lo obsesionado que estoy con los sonetos estos últimos días, y se me había pasado éste.

Me gusta lo bien que captas la ternura de la mirada de los niños. Yo estoy lo bastante en contacto con esas miradas para entender las emociones que son capaces de transmitir.

En cuanto a la composición en sí, me la anoto si no te importa.....


Un fuerte abrazo.