Editorial Alaire

Eso soy


Soy esa anciana que duerme con cicatrices,
que en tristeza guarda los llantos de la tarde,
que en sus ojos viven los humos de los muertos
y las hambres en sollozos de las madres;
niño que pisa piedras y estrellas
en los navíos de la melancolía,
en las sendas de estómagos vacíos
y el futuro con hojas sin dueño;
vagabundo con rostro sin trono,
con la cruz y premio en azul vuelo,
con la luna como péndulo encadenado
a alas de pájaros vencidos.
Soy el vestido que danza en las carnes sin signo,
y resbala en los huesos dormidos;
juguete de oro hechizado por las lágrimas,
perdido en el pensamiento de un mundo imaginario,
en la mirada de la desesperanza;
manos sin flores con sed de días y de sueños,
herida por el cansado olvido.
Soy el alma sin señales de su montaña,
con sangre en su vientre
y cascadas de lejanía;
llama en el agua mágica,
vago rumor de promesa en espuma
en el país de la palabra muda;
selva inexistente en la oración del capullo,
agonía de la tierra,
desmayo de la conciencia,
barro y cristal de sol que envejece….
Eso soy.


Mi video:

http://www.youtube.com/watch?v=wKACgq8NvKI

Qué poema tan preciso Ricardo. De un lirísmo tan delicado que se mece como una hoja cayendo de un árbol. Precioso.
Un abrazo, amigo.
J. Manuel

Ricardo Serna G escribió:


Eso soy


Soy esa anciana que duerme con cicatrices,
que en tristeza guarda los llantos de la tarde,
que en sus ojos viven los humos de los muertos
y las hambres en sollozos de las madres;
niño que pisa piedras y estrellas
en los navíos de la melancolía,
en las sendas de estómagos vacíos
y el futuro con hojas sin dueño;
vagabundo con rostro sin trono,
con la cruz y premio en azul vuelo,
con la luna como péndulo encadenado
a alas de pájaros vencidos.
Soy el vestido que danza en las carnes sin signo,
y resbala en los huesos dormidos;
juguete de oro hechizado por las lágrimas,
perdido en el pensamiento de un mundo imaginario,
en la mirada de la desesperanza;
manos sin flores con sed de días y de sueños,
herida por el cansado olvido.
Soy el alma sin señales de su montaña,
con sangre en su vientre
y cascadas de lejanía;
llama en el agua mágica,
vago rumor de promesa en espuma
en el país de la palabra muda;
selva inexistente en la oración del capullo,
agonía de la tierra,
desmayo de la conciencia,
barro y cristal de sol que envejece….
Eso soy.

Ricardo, luego de leer este poema, luego de leer tambièn el comentario de Manuel, uno queda algo asì como que sin palabras. A veces èstas nos sirven de vehìculo para sacar fuera eso que llevamos dentro, y en mayor o menor medida lo logran y otras, como ahora, me parecen pobres para decir lo que este poema me produjo.
Uno lee, y a veces se lee en otros, o se encuentra o se identifica, en fin, me encantò leerte, un abrazo, Luna.-

Envidia nos das, Ricardo, por cuanto atesoras siendo. Con un abrazo.
Salud.

Bello, con su toque de remembranza, resignación.... un placer de poesía.

Saludos, Ricardo. Un fuerte abrazo.

Hola Ricardo.

Una joya de poema.

Un poema muy bien llevado de una belleza indiscutibley que transmite todo tu sentimiento.

Me alegro mucho de haberlo leídio.

Un afectuoso abrazo
Nos vemos en el siguiente poema

Joan

Ricardo, este poema traslada la emoción del poeta al lector con una suavidad, elegancia y exactitud que realmente impresiona.

Eres "eso" que dices en este poema, y además eres un poeta de una sensibilidad pasmosa.

Un fuerte abrazo, maestro.

Bueno ricardo, eres muchas cosas parece segun lo que escribes. saludos señor poeta ,
javier

José Manuel Sáiz escribió:Qué poema tan preciso Ricardo. De un lirísmo tan delicado que se mece como una hoja cayendo de un árbol. Precioso.
Un abrazo, amigo.
J. Manuel

gracias, compañero

Un abrazo fuerte

Luna de Nos escribió:

Ricardo Serna G escribió:


Eso soy


Soy esa anciana que duerme con cicatrices,
que en tristeza guarda los llantos de la tarde,
que en sus ojos viven los humos de los muertos
y las hambres en sollozos de las madres;
niño que pisa piedras y estrellas
en los navíos de la melancolía,
en las sendas de estómagos vacíos
y el futuro con hojas sin dueño;
vagabundo con rostro sin trono,
con la cruz y premio en azul vuelo,
con la luna como péndulo encadenado
a alas de pájaros vencidos.
Soy el vestido que danza en las carnes sin signo,
y resbala en los huesos dormidos;
juguete de oro hechizado por las lágrimas,
perdido en el pensamiento de un mundo imaginario,
en la mirada de la desesperanza;
manos sin flores con sed de días y de sueños,
herida por el cansado olvido.
Soy el alma sin señales de su montaña,
con sangre en su vientre
y cascadas de lejanía;
llama en el agua mágica,
vago rumor de promesa en espuma
en el país de la palabra muda;
selva inexistente en la oración del capullo,
agonía de la tierra,
desmayo de la conciencia,
barro y cristal de sol que envejece….
Eso soy.

Ricardo, luego de leer este poema, luego de leer tambièn el comentario de Manuel, uno queda algo asì como que sin palabras. A veces èstas nos sirven de vehìculo para sacar fuera eso que llevamos dentro, y en mayor o menor medida lo logran y otras, como ahora, me parecen pobres para decir lo que este poema me produjo.
Uno lee, y a veces se lee en otros, o se encuentra o se identifica, en fin, me encantò leerte, un abrazo, Luna.-

Gracias, querida amiga

por tu grato comentario

Un abrazo fuerte

Julio González Alonso escribió:Envidia nos das, Ricardo, por cuanto atesoras siendo. Con un abrazo.
Salud.

gracias, amigo mío

Un abrazo fuerte

Hermoso poema, Ricardo.

Es un placer leerte siempre.

Un beso enorme!

Marina Centeno escribió:Bello, con su toque de remembranza, resignación.... un placer de poesía.

Saludos, Ricardo. Un fuerte abrazo.

gracias por tu comentario y visita

Un beso fuerte, querida amiga

Tristany Joan Gaspar escribió:Hola Ricardo.

Una joya de poema.

Un poema muy bien llevado de una belleza indiscutibley que transmite todo tu sentimiento.

Me alegro mucho de haberlo leídio.

Un afectuoso abrazo
Nos vemos en el siguiente poema

Joan

gracias, querido amigo

Un abrazo fuerte

Ricardo Serna G escribió:


Eso soy


Soy esa anciana que duerme con cicatrices,
que en tristeza guarda los llantos de la tarde,
que en sus ojos viven los humos de los muertos
y las hambres en sollozos de las madres;
niño que pisa piedras y estrellas
en los navíos de la melancolía,
en las sendas de estómagos vacíos
y el futuro con hojas sin dueño;
vagabundo con rostro sin trono,
con la cruz y premio en azul vuelo,
con la luna como péndulo encadenado
a alas de pájaros vencidos.
Soy el vestido que danza en las carnes sin signo,
y resbala en los huesos dormidos;
juguete de oro hechizado por las lágrimas,
perdido en el pensamiento de un mundo imaginario,
en la mirada de la desesperanza;
manos sin flores con sed de días y de sueños,
herida por el cansado olvido.
Soy el alma sin señales de su montaña,
con sangre en su vientre
y cascadas de lejanía;
llama en el agua mágica,
vago rumor de promesa en espuma
en el país de la palabra muda;
selva inexistente en la oración del capullo,
agonía de la tierra,
desmayo de la conciencia,
barro y cristal de sol que envejece….
Eso soy.

Ricardo, amigo y poeta, cuântos valores eres. Decirlo mejor, no lo sé, pero no con este caudal de versos, con este torrente de sentimientos que nos vuelcas. Ha sido un inmenso placer conocerte.


Besos

Spin