Editorial Alaire

Lo vuelvo a leer y me resulta mucho más profundo que en la primera lectura. El final es inteligente. Un gusgo leerte
Abrazos
Pilar

Tributo al cine y a la vida.
A mí me ha gustado muchísimo porque soy una fantasiosa que siempre he creído que algún día me coloría dentro de cualquiera de las pelis que me gustan (como la Rosa Púrpua de Cairo pero al revés, je) y luego resulta que no, que es eso que tú dices, que la vida es otra cosa y el amor (si es que existe) ni te cuento...
Y ay... Cinema Paradiso y esa caja llena de besos... cada vez que la veo me pego unas lloreras tremendas, como si tuviera dos años...

En fin, hermoso poema, Ignacio.

Un placer. Y un besote,

Carmen

Me ha gustado mucho tu poema. Admiro la estructura argumental, y la originalidad de la mirada poética, la poesía intensa que la envuelve.

Un abrazo.
Óscar

Gracias Pilar por tu comentario. Ya sabes que, en general, los poemas nos van abriendo nuevas puertas con cada lectura.

Un beso.

Yo también soy un cinéfilo empedernido (amo el cine casi tanto como la literatura, y a veces creo que más). Me ha gustado tu poema, ese paseo por las salas de cine, después la visita a la tratienda que actúa como transición hacia el momento en que se encienden las luces y volvemos a la realidad.

Me recuerda, salvando distancias, por supuesto, al poema de Carmen sobre los libros, también en el cine buscamos ese engaño que nos salva de tantas cosas.

Un abrazo, Ignacio, y gracias por escribir el poema.

Cinema Paradiso es una de las películas que no me canso de ver, es una delicia. Por cierto, ¿sabes que hay dos versiones, una más corta (la habitual) y otra con un final más largo y completo?. Yo me llevé una sorpresa cuando ví la larga.
Bueno, pues eso, que muchas gracias por tu comentario y tu apoyo.

Un beso.

Me gustó mucho el enfoque de tu poema.
Muy bien logrado

Muchas gracias Óscar por tu comentario grato y generoso.

Un abrazo.

Hola Ignacio.
Me ha gustado tu poema, tanto por el mensaje que das con ese toque en el que nos avisas de que la vida es la vida y el cine es el cine. Como por el homenaje que haces a todas esas míticas películas.
Me ha gustado mucho leerlo.
Un afectuoso abrazo.
Nos vemos en el siguiente poema.
Joan

Gracias Juan por tu comentario y tu lectura atenta.

Un abrazo.

Muchas gracias Lila por tu lectura y tu comentario grato.

Un beso con cariño.

Pero al montar la secuencia final
me faltan mil escenas cotidianas,
el pegamento diario y anodino
de las almas, y nada más contemplo
un sopor de viejos fotogramas rayados,
como los mil besos que escondía Totó
en su lata de galletas.

-¿Acaso has olvidado que en el cine
los actores sólo aman
cuando ordena el director?-

Entrañable poema cinéfilo, amigo Fajardo. Creo que como a ti, me encanta el cine, esa mítica y apasionante realidad alternativa, pero como muy bien dices tú en estas dos últimas estrofas.... "cuando ordena el director", en la vida real lo ordena el terremoto cotidiano.

Un abrazo

Muchas gracias Tristany por tu sabia lectura del poema y por tu compañía, siempre grata. Y, sí, nos vemos en el próximo.

Un abrazo.