Editorial Alaire

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Hoy estuviste a punto de llegar.
Rozaste el delirio de la carne
que se quedó esperando
en su espacio de piel,
como un despecho.
Buscabas el vino azul
de la noche temprana,
y un casi morir
acariciaba tus ojos.
Hoy estuviste a punto de llegar.
Pero se arrodilló el sueño
ante la oscura sombra
que prolonga la espera,
y se me quedó el alma agazapada,
en reposo,
como diciendo blanco.
Se separó tanto el corazón
de los vestidos,
que el hueco del mundo
no fue suficiente,
para tanto deseo.
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Esos "casi, casi" a veces valen una misa (de esas largas de tres padres *smiles*). Hermoso poema sensual. SALVE POETA!

Besos - Iben


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¡Qué bueno! Si estuviste del lado de la muerte encinta, la que te hace nacer después blanca y herida, y le viste los ojos, y te dejó dormida. Si faltaron cuchillos para abrir los espacios, aprendido el camino, retornarás llena y vacía.

Un beso con cariño.

(nota: te había puesto como Carmen Iglesia y ahora he visto mi error. Corregido queda. Además me alegro mucho de "reencontrarte, y más con un poema así).

Hola tocaya,

gran alegría leerte de nuevo... sigue intacta esa sensibilidad tremenda tuya y esa manera de decir tan serena. Te diré que la imagen del vestido me encantó...

Un beso grande,

Carmen

Una preciosidad de poema, Carmen, y ese final que pone los pelos de punta. Excelente. Un beso.

Los cinco últimos versos son magníficos. Qué gusto volver a leerte. Un placer
Abrazos
Pilar

Carmen:
que bello poema, asertivo, balanceado que deja muy buen sabor de boca. Has descrito una situacin tpica donde queda la anticipacin del deseo en puramente eso cuando no llega el ser amado y quedan las ganas agazapadas para una mejor ocasion. Felicidades por un muy bonito escrito.

Javier

Bellísimo, sensual de maravilla.
Me encantó

Precioso poema. Un placer poder leerlo.


Un saludo.

Hola Carmen.
este poema es bellisimo y tiene expresiones que me parecen muy interesantes y a la vez muy significativas de lo que estás diciendo.

Me han llamado mucho la atención, por ejemplo:

Se separó tanto el corazón
de los vestidos

Rozaste el delirio de la carne

En general ahora que lo he releído para buscar estos versos, todo el poema me parece una genialidad.

Un afectuoso abrazo

Nos vemos en el siguiente poema

Joan