Editorial Alaire

Aún así, arrastrando en el óvalo de la lágrima y a la hora perfecta,
las setecientas rejas que clausuraron el purgatorio compartido
la minúscula existencia a la que me reduje desde la asunción del primer síntoma.

Aún así, desde la primorosa mañana que apareció necesitándote,
mientras dormíamos en las manos de una quimera
con una ráfaga de alegorías a vencer
alimentando la partícula inicial de un embrollo desvalido.

Gober Lila escribió:Creo que llamas a la metamorfosis de una mujer: melancoliosis. Susurrado al oído: llámale Insolencia Mare, insolencia mare, insolencia mare

Un abrazo super fuerte, Dani

en serio: Insolencia Mare.

Me gusta esto:

Aún así, arrastrando en el óvalo de la lágrima y a la hora perfecta,
las setecientas rejas que clausuraron el purgatorio compartido
la minúscula existencia a la que me reduje desde la asunción del primer síntoma.

Aún así, desde la primorosa mañana que apareció necesitándote,
mientras dormíamos en las manos de una quimera
con una ráfaga de alegorías a vencer
alimentando la partícula inicial de un embrollo desvalido.

Ricardo Serna G escribió:Daniela Miño,

Calidad en tus versos, querida amiga

me la llevo
para disfrutarla plenamente

Un abrazo fuerte

Juan Fionello escribió:Daniela, creo que es de lo más bonito que te he leído, y ya sé que la palabra "bonito" está desgastada por el tópico, pero es que a tu poema le viene al pelo.

Precioso poema, repito.

Un beso.

Israel Liñán escribió:Daniela te superas con cada poema, el comienzo es rotundo, el desarrollo te atrapa entre preguntas e ideas.

Un abrazo

Hallie Hernández Alfaro escribió:Espectacular!!!!! Todo el poema araña la tierra, la anuda con las manos, arroja , delata, inmuniza, hace arrecife y se mantiene viva, sobre un pie de bailarina impecable!!!!!!!

Aplausosss nena, un beso grande!!!!

Hallie(emocionada hasta la médula)

Tristany Joan Gaspar escribió:Hola Daniela.
me haces trabajar mucho con tus poemas, pero eso me gusta.
Tu poesía no es fácil tengo que leerla despacio, releerla y siempre acabo algo perdido entre tus enigmáticos versos. Lo que está muy claro es que cuanto más la leo más me gusta, más aprecio tu sensibilidad y más fascinado quedo.
En este poema hay partes gloriosas, como esos dos versos finales

en unos besos fósiles y demás ajados
revierta el suicidio de la mirada clandestina.

que me parecen antológicos.

Mis felicitaciones Daniela por esta y toda tu poesía y muchos besos y abrazos para ti.

Joan

Daniela Miño escribió:Yace en mí la metamorfosis de una mujer,
esa que araña el cubículo del olvido,
que reniega insolente de los pasillos del primer otoño.

Aquella candela que escarchaba la elipsis del diluvio
regresa con alambres en las manos
dibuja una estoica peineta en mis pestañas
se vuelve más fría desde que agosto se ha vencido.

En la persecuta inerte que deambula la escalera a la muerte
extraviar el paisaje que agasaja el ingreso a la armonía
se asemeja a los balcones caídos y difuminados del exilio.

¿Por qué tu nombre se ha hecho desvelo?

¿Por qué las lumbres del ocaso aún opacan el silencio?

Es cierto que la oportunidad ha descosido la vereda.

Yo solamente caminé en reversa a través de las palomas
para merecer algún puñado de otro destino.

Aún así, arrastrando en el óvalo de la lágrima y a la hora perfecta,
las setecientas rejas que clausuraron el purgatorio compartido
la minúscula existencia a la que me reduje desde la asunción del primer síntoma.

Aún así, desde la primorosa mañana que apareció necesitándote,
mientras dormíamos en las manos de una quimera
con una ráfaga de alegorías a vencer
alimentando la partícula inicial de un embrollo desvalido.

Acaso las ranuras que empiezan por habitarme
se atrincheren enojadas para desafiar a la física
y en unos besos fósiles y demás ajados
revierta el suicidio de la mirada clandestina.