Tiembla la vida (A Haití y Chile)
Publicado: Sab, 13 Mar 2010 13:45
A veces, no soy demasiado rápido ni en escribir ni en publicar lo escrito.
Este soneto lo escribí al temblar Chile, cuando ya Haití había también sufrido los efectos de un terremoto y estaba debatiéndose entre la muerte y la miseria.
Ya no pensaba publicarlo, quizá por falta de actualidad, pero anoche, hubo en mi ciudad una "cena solidaria contra el hambre" en beneficio de los haítianos pero con un recuerdo también para Chile. Era un donativo de cinco euros y la "cena" consistía en un pincho de tortilla, un vaso de agua y una manzana para cuatro. Un gesto que intentaba hacernos partícipes y solidarios con la precariedad de antes y después del seísmo entre la población haitiana, algo noble que reunió allí a numerosos paisanos míos.
En fin, que me dijeron de participar entre diferentes artistas aficionados locales, y recité varios poemas, el primero, este soneto, en él he intentado reflejar más el derrumbe de la vida y los sentimientos que el de los edificios y las cosas.
Por eso hoy, un poco a destiempo, también lo publico aquí.
Tiembla la vida
Hay un temblor de pánico estridente
que al destrozar la paz siembra la histeria,
y un convulso dolor hinca su diente
en la osamenta gris de la miseria.
Se estremece la voz y hay un derrumbe
frenético y mortal de la inocencia,
tiembla la realidad, todo sucumbe
a la resignación de la impotencia.
Detrás quedan escombros de templanza
y mudas privaciones que se aferran
al gesto solidario de otras manos
que levanten cimientos de esperanza
y resuciten sueños que hoy entierran
en Chile y en Haití nuestros hermanos.
Mario.
Este soneto lo escribí al temblar Chile, cuando ya Haití había también sufrido los efectos de un terremoto y estaba debatiéndose entre la muerte y la miseria.
Ya no pensaba publicarlo, quizá por falta de actualidad, pero anoche, hubo en mi ciudad una "cena solidaria contra el hambre" en beneficio de los haítianos pero con un recuerdo también para Chile. Era un donativo de cinco euros y la "cena" consistía en un pincho de tortilla, un vaso de agua y una manzana para cuatro. Un gesto que intentaba hacernos partícipes y solidarios con la precariedad de antes y después del seísmo entre la población haitiana, algo noble que reunió allí a numerosos paisanos míos.
En fin, que me dijeron de participar entre diferentes artistas aficionados locales, y recité varios poemas, el primero, este soneto, en él he intentado reflejar más el derrumbe de la vida y los sentimientos que el de los edificios y las cosas.
Por eso hoy, un poco a destiempo, también lo publico aquí.
Tiembla la vida
Hay un temblor de pánico estridente
que al destrozar la paz siembra la histeria,
y un convulso dolor hinca su diente
en la osamenta gris de la miseria.
Se estremece la voz y hay un derrumbe
frenético y mortal de la inocencia,
tiembla la realidad, todo sucumbe
a la resignación de la impotencia.
Detrás quedan escombros de templanza
y mudas privaciones que se aferran
al gesto solidario de otras manos
que levanten cimientos de esperanza
y resuciten sueños que hoy entierran
en Chile y en Haití nuestros hermanos.
Mario.