Editorial Alaire

Sabíamos del vientre y su dolor,
de esa falta de paz que acordona las noches,
del brazo del insomnio,

de todo lo que el mundo construye antes del fin.

Pero de nada nos sirvió esa certeza de hiel
ni el largo invierno de tormentas.

No éramos diferentes

y sólo fuimos cartón y sombra,
nunca calma o esquina,
ni dos, ni espejo.

Y ahora a romper los peces de cristal,

a ser iguales que los gatos
cuando lamen su piel con otra lengua.

Creo que soy el primero en llegar a tu poema, y me alegro mucho por ello.
Tal vez descubrir nuestra propia insignificancia, lo anodino de nuestra realidad, nos hace más dignos y menos orgullosos. Aunque duele y cómo...

Un beso con cariño.

Algunas veces se va al 50 por ciento, y es noble reconocerlo. Tu poema precioso
Abrazos
Pilar

No me decido entre la certeza de hiel y los gatos que lamen su piel con otra lengua. Bueno, son dos versos magníficos dentro de un poema que es de los que más me ha gustado entre los que he podido leerte en este foro.


Un abrazo.

Apología del fatalismo, quizás del desamor. Porque no se trata de curiosear el futuro sino de la certeza del desencanto: están clavadas dos cruces, eso es. Crónica también del desamparo antes del cataclismo y no se trata de desollar esta historia que se parece inevitablemente a tantas, sino de certificar su evidencia, su avistamiento antes de la derrota final. Todo ello contado con una lucidez que no exime al poema de su hermosa arquitectura. Pero el regusto que queda es el de esa sabia experiencia antes de que ocurra lo que va a ocurrir sin remedio, como si ya lo hubiésemos vivido. Porque lo hemos vivido en la piel de otros perdedores y ya sabemos que las historias solamente son eternas mientras duran. Luego, a lamerse las heridas con otras lenguas. Y el caso es que nos creíamos sublimes sin interrupción, Carmen poeta, amada visionaria de amores muertos, que haríamos sin ti y tu mirada tan limpia de calumnias.
El poema me ha gustado, claro, y el mensaje lo conozco.
Un beso.

Unos versos magníficos, Carmen, lúcidos y profundamente existenciales. Seguramente nadie podrá salvarnos de ser meros sobrevivientes. Como siempre una gozada leer tus poemas. Besos.

.


No éramos diferentes
y sólo fuimos cartón y sombra,
nunca calma o esquina,
ni dos, ni espejo.
======================================================

(Cada día con menos tiempo de participar en los foros...)

Como se dice: "Entre muertos y heridos nos salvamos todos." O al menos sobrevivimos, digo yo. SALVE POETA!

Besos - Iben


.

Carmen cada poema que leo tuyo me gusta más que el anterior, en este caso la imagen de los gatos me parece muy buena.

Un abrazo

Sabíamos del vientre y su dolor,
de esa falta de paz que acordona las noches,
del brazo del insomnio,

de todo lo que el mundo construye antes del fin.


yo me quedo con esos


me gustó, un abrazo



AlondraS

"Pero de nada nos sirvió esa certeza de hiel
ni el largo invierno de tormentas.

No éramos diferentes

y sólo fuimos cartón y sombra,
nunca calma o esquina,
ni dos, ni espejo.

Y ahora a romper los peces de cristal,

a ser iguales que los gatos
cuando lamen su piel con otra lengua."


Mucha, pero mucha fuerza y convicción poética palpitando entre estos versos, Carmen!!!

Una lluvia de aplausos y un beso enorme, maga.

Hallie

Ignacio Fajardo escribió:Creo que soy el primero en llegar a tu poema, y me alegro mucho por ello.
Tal vez descubrir nuestra propia insignificancia, lo anodino de nuestra realidad, nos hace más dignos y menos orgullosos. Aunque duele y cómo...

Un beso con cariño.

No sé si somos insignificantes aunque lo que de verdad importa es sentirlo y sentirlo, como dices tú, duele un mucho.

Gracias por venir. Beso grande,

Carmen

Pilar Morte escribió:Algunas veces se va al 50 por ciento, y es noble reconocerlo. Tu poema precioso
Abrazos
Pilar

Yo nunca soy ni tan noble ni tan fuerte, Pilar... es pura pose. Muchas gracias por leerme y por estar.

Besote,

Carmen

Juan Fionello escribió:No me decido entre la certeza de hiel y los gatos que lamen su piel con otra lengua. Bueno, son dos versos magníficos dentro de un poema que es de los que más me ha gustado entre los que he podido leerte en este foro.


Un abrazo.

Pues quédate con los dos, Juan, yo encantada si el poema te ha gustado. Me alegra mucho.

Un abrazo grande,

Carmen

Valentin Martin escribió:Apología del fatalismo, quizás del desamor. Porque no se trata de curiosear el futuro sino de la certeza del desencanto: están clavadas dos cruces, eso es. Crónica también del desamparo antes del cataclismo y no se trata de desollar esta historia que se parece inevitablemente a tantas, sino de certificar su evidencia, su avistamiento antes de la derrota final. Todo ello contado con una lucidez que no exime al poema de su hermosa arquitectura. Pero el regusto que queda es el de esa sabia experiencia antes de que ocurra lo que va a ocurrir sin remedio, como si ya lo hubiésemos vivido. Porque lo hemos vivido en la piel de otros perdedores y ya sabemos que las historias solamente son eternas mientras duran. Luego, a lamerse las heridas con otras lenguas. Y el caso es que nos creíamos sublimes sin interrupción, Carmen poeta, amada visionaria de amores muertos, que haríamos sin ti y tu mirada tan limpia de calumnias.
El poema me ha gustado, claro, y el mensaje lo conozco.
Un beso.

Bueno, vaya pedazo de lectura, Valentín, porque de igual manera que hay buenos y malos poetas hay buenos y malos lectores y tú, sin duda, eres uno de lujo... Radiografiaste el poema mejor de lo que hubiera podido hacerlo yo misma, de hecho lo volviste "importante" al darle ese alcance que ya no es sólo mío sino ahora, también, tuyo... Creeme, me emocionaste. Y te doy las gracias. Tengo suerte.

Un beso grande,

Carmen

y sólo fuimos cartón y sombra,
nunca calma o esquina,
ni dos, ni espejo.

Pues buen poema, bien el tema de la dualidad.
saludos