Editorial Alaire

He intentado decirte que no importa,
que no tiene sentido este universo
de palpitar de poesía absorta
en el suave latido de mi verso.

He procurado silenciar las voces,
que gritan sin cesar desde la bruma,
de antiguas soledades que conoces
reptando subrepticias a mi pluma.

He pretendido que no existe el alba
que me despierta con tu nombre a cuestas,
cuando el agreste sol muestra su calva
cargando mis preguntas sin respuestas.

Y grita de la cresta de un poema
aquel viejo dolor que nos hería,
armando su mortal estratagema
con la tinta que queda todavía.

He intentado decirme que no existe
este miedo que brota de tu ausencia,
que allá en el verbo amar, el vivir triste
es burlar al amor que me sentencia.

He procurado conservar mis letras
lejos de la crueldad de tu desaire,
y finjo que al final te compenetras
con las voces que habitan en el aire.

Pero ¿ya ves?, por más que lo he intentado,
por más que te he cubierto de motivos
para ocultar tu huella en mi pasado,
siguen mis versos a tu amor cautivos.

Por eso, de mi frágil pecho brota
este clamor que alarga mi agonía,
y cae el verso al pie de mi derrota
con la tinta que queda todavía.

- Javier

muy bellas imagenes, bien las rimas, la musicalidad.
felicitaciones

Felicidades, Javier, por estos serventesios tan bien ajustados al tema, de lectura ágil y agradable, con algunos endecasílabos sáficos y ese escogido vocabulario, bien adaptado al texto.
Salud.

Javier,

Gracias por pasar y por agradarte de mis versos. Creo que esos tres elementos son el ajuar que con el que los poetas siempre queremos vestir a la novia, la idea.

Saludos

Javier

Julio,

Muchas gracias por tu comentario y por la gentileza de tu visita a estos versos. Celebro que te hayan gustado y que aprecies las caracteristicas del poema. Tengo por costumbre dejar un par de saficos en mis poemas endecasilabos siempre, como una influencia de Salvador Diaz Miron que con su poema "A gloria" me llegó a emocionar tanto cuando descubrí su poesía. Dejo una de sus estrofas con dos saficos ya que andamos en estas.

Fiando en el instinto que me empuja,
desprecio los peligros que señalas.
«El ave canta aunque la rama cruja,
como que sabe lo que son sus alas».


Saludos, un abrazo afectuoso

Javier

He procurado silenciar las voces
que gritan sin cesar desde la bruma,
de antiguas soledades que conoces
trepando con sus llantos a mi pluma.


Muy buena esta interpretación del dolor a través de la escritura, hecho tinta y palabra imparable. Aplausos.
Salud.

Hermosos serventesios, Javier, amigo mío, bien ejecutados y adaptados al mensaje que querías transmitir. Disfruté su lectura.
Por cierto, tienes una repetición en este verso:

este clamor que que elude mi equilibrio,

Un abrazo.
Mario.

Julio

De nueva cuenta, muchas gracias por tu paso por mis versos.

Saludos afectuosos

Javier

Javier Bustamante escribió: Y grita de la cresta de un poema
aquel viejo dolor que nos hería,
armando su mortal estratagema
con la tinta que queda todavía.

¡Pero cómo dominas, compañero, cómo dominas!

¡Qué elegancia, qué manera de obligar a doblar el verso con la díastole de los pares (primer acento de los versos trasladados de la segunda a tercera sílaba en los versos pares, que completan el sintagma) y qué forma de fundir coherentemente los elementos de la imagen referida con los elementos referentes en la metáfora!

¡Qué magistral demostración de saber hacer!

Por cierto, que me ha gustado mucho

Un abrazo,

Juanjo

Mario:

Muchas gracias por tu comentario y por la acotación de la palabra repetida, la cual ya he corregido.

Te mando un afectuoso saludo

Javier

Geniales serventesios, Javier. Te ha quedado todo muy bien. Naturalidad, ritmo y belleza.

Felicitaciones
Un beso
Ana

Magnifico poema que pone a las claras tu dominio de la consonante y la riqueza de tu vocabulario.
Un placer de lectura en fondo y forma.
Un abrazo
Pepa

Juan José:

Muchas gracias por tu generoso comentario. Te agradezco por tu visita.

Saludos afectuosos

Javier

Ana
Mi admiracion y respeto van a la par con mi gratitud por tu visita a estos versos

Saludos

Javier

Claros, elocuentes y armoniosos versos. La segunda estrofa me parece de especial belleza.
Aplausos y un abrazo,