Los Espejos Ovales
Publicado: Lun, 11 Feb 2008 19:29
Los espejos ovales
Me estuve dando cuenta que el espejo oval no es una especie de la espejidad, que es una mueca.
¿Has visto que los espejos ovales tienen color de estatua? ¿Los has pillado levantando la perilla, altivos y altaneros como miembros del partido del esfuerzo?
Yo creo firmemente que se puede meter las piernas por los espejos ovales y pasar a Versalles.
Los días de lluvia negra, los espejos ovales conectan con los hoteles de las vajillas blancas que tiemblan, compruébalo
Los espejos ovales siempre son hembras, eso lo sé.
Son hembras de una variante de rata voladora que no llega a ser murciélago.
Y como roedores que son, hacen ruido a la noche, crujen como cerillas o como osamentas que palpa la luna.
Pero de luna, nada tienen. Antes huelen a pólvora, o a ácidos.
Los espejos ovales son como bolsillos llenos de sortijas que estuvieron bajo los sauces, detenidas entre la sangre. Son demonios, qué tanto.
Balancean sus grandes cabezotas de hidrocefálico. Se niegan a abrazar.
Si miras bien verás que en ellos los ventiladores no mueven las aspas. Pero truenan.
El trueno de los espejos ( ovales o no ) es un trueno compuesto por una colonia de pequeños truenos azules, de esos que va perdiendo el loco que trepa en la montaña.
Los espejos ovales suenan como trenes que pasan, son locomotoras que entran por el frente hasta la cama. Son búfalos.
Si por mi fuese, taparía los espejos con minifaldas de jean y les echaría desodorante en el rostro para dejarlos ciegos.
A la mañana siempre hay anzuelos caídos al pie de los espejos ovales.
Ellos vomitan como el mar.
Vuelcan aviones de papel muertos, besos de anguila, herramientas de relojero, la esperanza.
Los espejos te succionan el pelo como los topos, si los dejas.
Y si los dejas, se comen a tus hijos cuando van vestidos de marinos.
¿Te has preguntado alguna vez por qué no hay espejos cuadrados?
Yo ya no me hago esa cuestión, descuelgo el espejo oval, lo acuesto y me le subo desnudo hasta conciliar el sueño.
Y sueño que la transparencia puede reflejar las cosas.
Rafael Teicher
Me estuve dando cuenta que el espejo oval no es una especie de la espejidad, que es una mueca.
¿Has visto que los espejos ovales tienen color de estatua? ¿Los has pillado levantando la perilla, altivos y altaneros como miembros del partido del esfuerzo?
Yo creo firmemente que se puede meter las piernas por los espejos ovales y pasar a Versalles.
Los días de lluvia negra, los espejos ovales conectan con los hoteles de las vajillas blancas que tiemblan, compruébalo
Los espejos ovales siempre son hembras, eso lo sé.
Son hembras de una variante de rata voladora que no llega a ser murciélago.
Y como roedores que son, hacen ruido a la noche, crujen como cerillas o como osamentas que palpa la luna.
Pero de luna, nada tienen. Antes huelen a pólvora, o a ácidos.
Los espejos ovales son como bolsillos llenos de sortijas que estuvieron bajo los sauces, detenidas entre la sangre. Son demonios, qué tanto.
Balancean sus grandes cabezotas de hidrocefálico. Se niegan a abrazar.
Si miras bien verás que en ellos los ventiladores no mueven las aspas. Pero truenan.
El trueno de los espejos ( ovales o no ) es un trueno compuesto por una colonia de pequeños truenos azules, de esos que va perdiendo el loco que trepa en la montaña.
Los espejos ovales suenan como trenes que pasan, son locomotoras que entran por el frente hasta la cama. Son búfalos.
Si por mi fuese, taparía los espejos con minifaldas de jean y les echaría desodorante en el rostro para dejarlos ciegos.
A la mañana siempre hay anzuelos caídos al pie de los espejos ovales.
Ellos vomitan como el mar.
Vuelcan aviones de papel muertos, besos de anguila, herramientas de relojero, la esperanza.
Los espejos te succionan el pelo como los topos, si los dejas.
Y si los dejas, se comen a tus hijos cuando van vestidos de marinos.
¿Te has preguntado alguna vez por qué no hay espejos cuadrados?
Yo ya no me hago esa cuestión, descuelgo el espejo oval, lo acuesto y me le subo desnudo hasta conciliar el sueño.
Y sueño que la transparencia puede reflejar las cosas.
Rafael Teicher