Editorial Alaire

Trazaría dos líneas furtivas en vertical con un lápiz de lo que fuese, sólo con tal de que la esperanza siempre siga siendo roja #

Y entendí que el verano no es más largo
por más que así lo quiera,

Pero no perdiste la esperanza, verdad? En tu línea de los últimos poemas, muy bien.

Un abrazo,

Carmen

"Aprendí de tu nombre a ser paciente
y ángel, y cordero pascual para mi sacrificio virgen
sin unción ni muerte, ni cuchillos;
asomado al balcón donde me herías."

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Ay Ignacio, no sé ni que decirte. Si te muestro una lágrima, me creés?

En verdad, maño, es que escribes como los ángeles. Con el tiempo comprobarás que mi poesía nada tiene que ver con hermosos versos, tales como los tuyos. Este verano estuve un dia en Zaragoza y por poco me muero de calor, pero si paso en otra ocasión mucho me gustaría saludarte. Saludos.

Un poema muy bien escrito y de una enorme ternura. Me ha gustado.


Un abrazo.

Qué gran poema Ignacio, aplausos y felicitaciones sinceras.

Un abrazo

Aprendí de tu nombre a ser paciente


Este verso, Ignacio, me llega dentro....se me expande por dentro hasta hacerlo mío, creo que esa es la función de la poesía, su elemento, la sustancia que llega hacia el lector y se disuelve....

Grandioso! me encantó.

Saludos.

Y entendí que el verano no es más largo
por más que así lo quiera,


Un poema lleno dulzura, de esa que duele un poco y emociona, precioso poema querido amigo, todo un placer leerte, mi abrazo grande,

Cecilia

Bueno, ya sabes que las líneas paralelas nunca se encuentran en un mismo punto ( a no ser que sea un punto muy gordo). Así que habrá que ayudar un poco.
Gracias por estar y comentar.

Saludos.

A aquella "Esperanza" no es que la perdiera, es que no la encontré. Pero la otra, la buena, esa nunca. Muchas gracias Carmen por tu visita y comentario generoso.

Un beso con cariño.

Ignacio, un verdadero placer haber encontrado este poema con un mensaje tan positivista como es el de la espranza. Está escrito con elegancia y maestría, con ese estilo clásico que te caracteriza.
Un abrazo.
J. manuel

"Porque todas las cosas se pusieron de tu parte
y eras la misma sangre alegre de las cosas,
vestida de giros y coletas.

Te aparecías tarde a todas horas, dibujada de rojo
como las catedrales, como aquellos almohadones
dormidos en amor de figurines
o el color principiante de unos labios.

Aprendí de tu nombre a ser paciente
y ángel, y cordero pascual para mi sacrificio virgen
sin unción ni muerte, ni cuchillos;
asomado al balcón donde me herías. "


Intensamente hermosos, Ignacio. La esperanza se cuela entre las rendijas de tu final, a pesar de todo.

Felicitaciones y aplausos.

Abrazos,

Hallie

Como siempre, querido amigo, me descubro ante tus hermosos versos. Un verdadero lujo leerte, Ignacio. Abrazos.

Mario

Me encantan tus versos, todo el mundo que despliegan. Un placer
Abrazos
Pilar