MI CASA HA SALTADO POR LOS AIRES
Publicado: Jue, 11 Feb 2010 21:12
Mi casa ha saltado por los aires.
Fue anoche,
mientras dormía plácidamente en mi cama,
soñando con verdes prados y arroyuelos cristalinos,
donde náyades radiantes eran sumisas doncellas,
alimentadas por soles que tamizaban su luz
de tibia luminiscencia sobre su piel de marfil.
Sus prietos senos turgentes se entregaban a mi albur,
de sus manos emanaban sus lujuriosas caricias,
de su boca mil gemidos de pasión,
sobre el tumulto creciente de mi convulsiva piel.
Pero un horripilante estruendo me hizo salir de ese edén,
me desperté con pavor y desnudo entre las llamas,
tratando de encontrar aire.
Enajenado y confuso ante dantesco estropicio,
desisto de salvar algo,
aunque trato de encontrar al menos mis pantalones,
que resguarden algo digno de mi lamentable guisa,
y oculten el patetismo de mi lasa exaltación.
Pero miro alrededor
y todas mis pertenencias son una lengua de lumbre
todo una imponente pira que ardiendo ante mi estupor.
Veo consumir sin remedio
mis ímpetus y delirios,
mis baúles y anaqueles,
donde aún brillaban los soles y cielos de mi memoria,
gotas que colmaron vasos, llevando un adiós impreso,
mis redobles de tambor que anunciaban tempestades,
una guitarra sin cuerdas
con la que aprendí a poner la música de mis himnos,
la selva de mi amazonas, tupida de mis promesas,
los remedios contra mí cuando acababa la noche,
mis amagos de ser fiel, para no ser azotado,
los atajos que utilizo por donde desando el tiempo,
la púrpura que guardaba de mis sublimes derrotas,
mis heridas malcuradas por balas de ingratitud,
algunas hojas en blanco donde compilo mis obras,
mi cobardía y mi gabán,
y algún pliego de descargo que siempre tengo guardado
por evitar un litigio,
dada mi infrahumanidad.
pero esto está muy serio,
noto cierto resquemor,
ya voy sintiendo el aliento de un estrago inapelable
que quiere cobrarse deudas,
en la vercundia indigente donde mi espalda se ablanda.
No me queda ya otra opción;
he de salir de aquí pronto
o de este tártaro infame…
No me salvaré ni yo.
Qué cojones… que me quemo!!
Nésthor Olalla
Fue anoche,
mientras dormía plácidamente en mi cama,
soñando con verdes prados y arroyuelos cristalinos,
donde náyades radiantes eran sumisas doncellas,
alimentadas por soles que tamizaban su luz
de tibia luminiscencia sobre su piel de marfil.
Sus prietos senos turgentes se entregaban a mi albur,
de sus manos emanaban sus lujuriosas caricias,
de su boca mil gemidos de pasión,
sobre el tumulto creciente de mi convulsiva piel.
Pero un horripilante estruendo me hizo salir de ese edén,
me desperté con pavor y desnudo entre las llamas,
tratando de encontrar aire.
Enajenado y confuso ante dantesco estropicio,
desisto de salvar algo,
aunque trato de encontrar al menos mis pantalones,
que resguarden algo digno de mi lamentable guisa,
y oculten el patetismo de mi lasa exaltación.
Pero miro alrededor
y todas mis pertenencias son una lengua de lumbre
todo una imponente pira que ardiendo ante mi estupor.
Veo consumir sin remedio
mis ímpetus y delirios,
mis baúles y anaqueles,
donde aún brillaban los soles y cielos de mi memoria,
gotas que colmaron vasos, llevando un adiós impreso,
mis redobles de tambor que anunciaban tempestades,
una guitarra sin cuerdas
con la que aprendí a poner la música de mis himnos,
la selva de mi amazonas, tupida de mis promesas,
los remedios contra mí cuando acababa la noche,
mis amagos de ser fiel, para no ser azotado,
los atajos que utilizo por donde desando el tiempo,
la púrpura que guardaba de mis sublimes derrotas,
mis heridas malcuradas por balas de ingratitud,
algunas hojas en blanco donde compilo mis obras,
mi cobardía y mi gabán,
y algún pliego de descargo que siempre tengo guardado
por evitar un litigio,
dada mi infrahumanidad.
pero esto está muy serio,
noto cierto resquemor,
ya voy sintiendo el aliento de un estrago inapelable
que quiere cobrarse deudas,
en la vercundia indigente donde mi espalda se ablanda.
No me queda ya otra opción;
he de salir de aquí pronto
o de este tártaro infame…
No me salvaré ni yo.
Qué cojones… que me quemo!!
Nésthor Olalla