PERDÓNAME EL DOLOR
Publicado: Lun, 08 Feb 2010 20:24
Vivía cobijada en los silencios que nombran las paredes de mi casa,
con los besos atados mordiendo las esquinas,
sin más temblor que el grito desahuciado
que quiebra los cimientos y regresa al origen de mi vientre
insistiendo en el llanto de mis días.
Y llegaste,
anidando en el borde rocoso de mis miedos,
con la avidez de un ave de rapiña.
Llegaste derramando tu voz sobre mi escarcha,
sobre el frío creciente de mis lágrimas ,
y escribiste tu nombre tras el surco cansado de mis ojos.
Fuiste tú quien habló de eternidad
desplegando minutos en mi aurora.
¡Ay!
¡qué ingenua mi mirada!
¡qué inútil mi muerte en tus pilares!
No sé si tú recuerdas tu cuerpo junto al mío
hablando dos idiomas diferentes,
tu noche reclamando el deseo de la carne
mi ternura en el aire, s
………………………................u
………………………....................s
…………………….........................p
…………………………........................e
…………………………...........................n
……………………………….........................d
……………………………................................i
………………………………............................... d
………………………………….................................a,
en constante equilibrio,
arrancándole un nuevo pulso a mis entrañas.
Quizás ya no recuerdes
que quise traducir los signos tartamudos
impresos en tus ojos inquietamente fríos,
en tus manos,
que pronuncié tu aliento devorado de noche,
la estrechez del pronombre que lame tu pobreza,
mientras tú desahuciabas de emoción el deseo.
Me quedé en el aire,
..................................en-ca-de-na-da
sin saber conjugar tu verbo
……………………………..................h
…………………………….....................u
……………………………….......................i
…………………………………........................r
……………………..con un amor presente
………………………………………......................con-tinuo.
Me quedé en el aire,
………………….............… sin equilibrio,
sin poder entender
los discursos zurcidos con verdades a medias,
y el profundo mutismo que silencia mi nombre .
¿Ahora quieres saber
porqué vuelve a llover el silencio en mis párpados
y porqué ya tus labios no concilian mi sed?
Ya no es hora. No quieras preguntarme
¿Ahora quieres saber
cómo sostengo el vértigo que duerme en tu palabra?
Ya no es hora de morir en tu misterio.
Ya no es hora y no sé,
no sé si sigo siendo la que existe
en el aire
.....................suspendida
.................................................en equilibrio.
Ahora soy la que vive derramada
rendida a dos vertientes
o tal vez sólo sea
el grito reinventado muriendo poco a poco.
Perdóname el dolor…
Regreso a las paredes de mi casa,
hundida y frágil,
queriendo descifrar los límites desnudos
del rincón donde escondo la esperanza.
© Ana Villalobos Carballo
con los besos atados mordiendo las esquinas,
sin más temblor que el grito desahuciado
que quiebra los cimientos y regresa al origen de mi vientre
insistiendo en el llanto de mis días.
Y llegaste,
anidando en el borde rocoso de mis miedos,
con la avidez de un ave de rapiña.
Llegaste derramando tu voz sobre mi escarcha,
sobre el frío creciente de mis lágrimas ,
y escribiste tu nombre tras el surco cansado de mis ojos.
Fuiste tú quien habló de eternidad
desplegando minutos en mi aurora.
¡Ay!
¡qué ingenua mi mirada!
¡qué inútil mi muerte en tus pilares!
No sé si tú recuerdas tu cuerpo junto al mío
hablando dos idiomas diferentes,
tu noche reclamando el deseo de la carne
mi ternura en el aire, s
………………………................u
………………………....................s
…………………….........................p
…………………………........................e
…………………………...........................n
……………………………….........................d
……………………………................................i
………………………………............................... d
………………………………….................................a,
en constante equilibrio,
arrancándole un nuevo pulso a mis entrañas.
Quizás ya no recuerdes
que quise traducir los signos tartamudos
impresos en tus ojos inquietamente fríos,
en tus manos,
que pronuncié tu aliento devorado de noche,
la estrechez del pronombre que lame tu pobreza,
mientras tú desahuciabas de emoción el deseo.
Me quedé en el aire,
..................................en-ca-de-na-da
sin saber conjugar tu verbo
……………………………..................h
…………………………….....................u
……………………………….......................i
…………………………………........................r
……………………..con un amor presente
………………………………………......................con-tinuo.
Me quedé en el aire,
………………….............… sin equilibrio,
sin poder entender
los discursos zurcidos con verdades a medias,
y el profundo mutismo que silencia mi nombre .
¿Ahora quieres saber
porqué vuelve a llover el silencio en mis párpados
y porqué ya tus labios no concilian mi sed?
Ya no es hora. No quieras preguntarme
¿Ahora quieres saber
cómo sostengo el vértigo que duerme en tu palabra?
Ya no es hora de morir en tu misterio.
Ya no es hora y no sé,
no sé si sigo siendo la que existe
en el aire
.....................suspendida
.................................................en equilibrio.
Ahora soy la que vive derramada
rendida a dos vertientes
o tal vez sólo sea
el grito reinventado muriendo poco a poco.
Perdóname el dolor…
Regreso a las paredes de mi casa,
hundida y frágil,
queriendo descifrar los límites desnudos
del rincón donde escondo la esperanza.
© Ana Villalobos Carballo