Página 1 de 1
Plegaria
Publicado: Dom, 07 Feb 2010 4:07
por Daniela Miño
Invoco al amor que me deja estupefacta en el túnel
cuando en mis manos oscurecen las rosas
y se dividen en la mitad las cartas amarillas.
¡Desnúdate! Alma inquieta que se estropea a la luz,
el mismo hombre, la misma cruz.
¡Silencio!
Mi ángel duerme:
no debería escuchar mi lamento.
Abrazado a la desdicha, mi corazón se golpea solo,
y da contra el pecho a cada suspiro.
¡Hereje! Tu rincón de Judas se hace hierba en mí,
un beso traicionero y atolondrado
que se escapa de tus labios buscando refugio.
Cenizas de abril, calendario impío,
amor mío que estás en la penumbra,
tu nombre se hace agua en mis raíces
y apenas puedo recordarlo.
Rezo.
Mil calles se postran a tus pasos,
las sombras te acarician una mejilla,
y hasta puedo ver como te olvidas de mí.
Un átomo de melancolía se dilata en tus ojos,
corona tu victoria de pestañas cinceladas,
y alguno que otro parpadeo.
¿Ves?
En una cucharada de amor,
debería caber tu mirada.
¿Ves?
Si me hubieras resignado,
estaríamos compartiendo el sueño,
mientras elevas una plegaria a tu dios,
y yo simplemente,
te sostengo las manos.
Publicado: Dom, 07 Feb 2010 7:42
por Javier Bustamante
Un placer pasar por tus versos, amiga Daniela. Te saludo con mucho afecto
Javier
Publicado: Dom, 07 Feb 2010 17:00
por Daniela Miño
Javier Bustamante escribió:Un placer pasar por tus versos, amiga Daniela. Te saludo con mucho afecto
Javier
Gracias Javier, es un placer tu visita.
Un beso.
Publicado: Lun, 08 Feb 2010 15:12
por Hallie Hernández Alfaro
Inmenso despliegue de belleza y fuerza poética, Daniela!
Felicitaciones y abrazos con admiración.
Hallie
Re: Plegaria
Publicado: Lun, 08 Feb 2010 16:25
por Aubriel Camila de la Prad
Daniela Miño escribió:Invoco al amor que me deja estupefacta en el túnel
cuando en mis manos oscurecen las rosas
y se dividen en la mitad las cartas amarillas.
¡Desnúdate! Alma inquieta que se estropea a la luz,
el mismo hombre, la misma cruz.
¡Silencio!
Mi ángel duerme:
no debería escuchar mi lamento.
Abrazado a la desdicha, mi corazón se golpea solo,
y da contra el pecho a cada suspiro.
¡Hereje! Tu rincón de Judas se hace hierba en mí,
un beso traicionero y atolondrado
que se escapa de tus labios buscando refugio.
Cenizas de abril, calendario impío,
amor mío que estás en la penumbra,
tu nombre se hace agua en mis raíces
y apenas puedo recordarlo.
Rezo.
Mil calles se postran a tus pasos,
las sombras te acarician una mejilla,
y hasta puedo ver como te olvidas de mí.
Un átomo de melancolía se dilata en tus ojos,
corona tu victoria de pestañas cinceladas,
y alguno que otro parpadeo.
¿Ves?
En una cucharada de amor,
debería caber tu mirada.
¿Ves?
Si me hubieras resignado,
estaríamos compartiendo el sueño,
mientras elevas una plegaria a tu dios,
y yo simplemente,
te sostengo las manos.
Daniela, pero qué poemazo!
"Un átomo de melancolía se dilata en tus ojos."
Hermoso, hermosísimo!
Besote.
Publicado: Lun, 08 Feb 2010 18:49
por Daniela Miño
Hallie Hernández Alfaro escribió:Inmenso despliegue de belleza y fuerza poética, Daniela!
Felicitaciones y abrazos con admiración.
Hallie
Gracias Hallie, es una alegría tu visita.
Un beso enorme.
Re: Plegaria
Publicado: Lun, 08 Feb 2010 18:50
por Daniela Miño
Aubriel Camila de la Prad escribió:Daniela Miño escribió:Invoco al amor que me deja estupefacta en el túnel
cuando en mis manos oscurecen las rosas
y se dividen en la mitad las cartas amarillas.
¡Desnúdate! Alma inquieta que se estropea a la luz,
el mismo hombre, la misma cruz.
¡Silencio!
Mi ángel duerme:
no debería escuchar mi lamento.
Abrazado a la desdicha, mi corazón se golpea solo,
y da contra el pecho a cada suspiro.
¡Hereje! Tu rincón de Judas se hace hierba en mí,
un beso traicionero y atolondrado
que se escapa de tus labios buscando refugio.
Cenizas de abril, calendario impío,
amor mío que estás en la penumbra,
tu nombre se hace agua en mis raíces
y apenas puedo recordarlo.
Rezo.
Mil calles se postran a tus pasos,
las sombras te acarician una mejilla,
y hasta puedo ver como te olvidas de mí.
Un átomo de melancolía se dilata en tus ojos,
corona tu victoria de pestañas cinceladas,
y alguno que otro parpadeo.
¿Ves?
En una cucharada de amor,
debería caber tu mirada.
¿Ves?
Si me hubieras resignado,
estaríamos compartiendo el sueño,
mientras elevas una plegaria a tu dios,
y yo simplemente,
te sostengo las manos.
Daniela, pero qué poemazo!
"Un átomo de melancolía se dilata en tus ojos."
Hermoso, hermosísimo!
Besote.
Gracias Aubriel, muy melancólico, no?